Córdoba: Su pareja se
embarazó, y Karina pide los 180 días por maternidad
En febrero de este
año, Karina Villarruel y Soledad Ortiz fueron noticia: Karina se convirtió en
una de las primeras policías del país en celebrar un matrimonio igualitario.
Y no sólo eso: el 24
de mayo, tras varios meses de tratamiento y una inseminación artificial,
Soledad quedó embarazada. Ambas están felices, después de tanto esfuerzo,
físico y también económico.
Ahora, Karina espera
que las autoridades de la Policía le otorguen los 180 días de licencia por
maternidad que contempla la ley 9.905, aunque no sea ella la que lleva el fruto
de ese amor en su vientre. Esta norma, sancionada en Córdoba en febrero de
2011, dice que “las o los agentes –según corresponda– dependientes de los tres
poderes del Estado provincial (...), gozarán de: a) licencia por maternidad de
180 días corridos, o b) licencia por nacimiento de hijo de ocho días corridos”.
Está claro que el
inciso “a” está dirigido a las madres, y el segundo, a sus parejas. De mínima,
a Karina le corresponderían los ocho días.
En la promulgación de
la norma se establece que, en matrimonios igualitarios, para la madre biológica
rige el mismo derecho que para la madre heterosexual.
Este caso plantea una
curiosidad. Si bien Karina no es la embarazada, advierte que ella es también
una de las madres. Para su abogada, Verónica Camacho, no hay lugar a dudas: “Le
corresponden los 180 días de licencia. Aunque en la ley no figure la palabra ‘madre’,
son dos madres y tiene los mismos derechos en relación con licencias,
asistencia, etcétera”.
La norma cordobesa es
mucho más amplia que la nacional: el artículo 177 de Ley de Contrato de Trabajo
que rige en el resto del país otorga a las embarazadas una licencia de sólo 90
días con goce de sueldo (en el caso de una pareja de lesbianas, es la cónyuge
embarazada la que tiene ese derecho).
Las autoridades
policiales dijeron que el tema se decidirá una vez que Karina presente los
trámites de la licencia.
Cuando comenzaron los
tratamientos hormonales, Karina envió una nota a la cúpula policial. Allí
notificó que había iniciado dichos tratamientos, solicitó los beneficios de la
licencia por maternidad, y pidió una ayuda especial para costear esta etapa. Tuvieron
que pelear con la obra social para autorizar cada prestación y pagar 17 mil
pesos para la inseminación. Ambas viven con el sueldo de Karina, en un hogar
humilde y, ahora, con muchos gastos.
Karina valora mucho
la respuesta y el apoyo de sus jefes. Ahora espera que le permitan hablar con
el gobernador José Manuel de la Sota, y que le comuniquen qué decisión se
tomará.
La Voz del Interior,
26-6-13