Mal llamados “Basureros”
Finlandia se propone crear el primer depósito subterráneo profundo y permanente en el mundo, para resguardo de residuos nucleares generados en su país por la actividad nuclear, los que se mantendrán protegidos en una estimación de 100.000 años.
En el 2012, iniciaría el desarrollo de dichas instalaciones en profundidad en base a estudios y proyectos efectuados por profesionales y científicos de dicho país.
Un proyecto similar se propuso hace algunos años para la Argentina, cuyo emplazamiento, dada las características geológicas y de seguridad, era en la Sierra del Medio cercano a la localidad de Gastre, en Chubut, proyecto que quedó paralizado en su momento, dado a la fuerte oposición de ecologistas y activistas que, influyendo en la población y autoridades locales, logran frenar este proyecto de interés y necesidad nacional para resguardo de los residuos de alta actividad generados por nuestras centrales nucleares en operación y las futuras a instalar.
Respecto a este tema, se ha “tejido mucha lana” pero, como en toda actividad humana y teniendo en cuenta la seguridad en la gestión de residuos que se producen en todos los ámbitos en que el hombre actúa, y en proyección de futuro para seguridad de las generaciones venideras, este tipo de instalaciones se deben ejecutar y para ello debe existir un consenso de seriedad entre los organismos intervinientes, en especial los de investigación y desarrollo, autoridades gubernamentales y población en general. Por desgracia, existen en el mundo y en especial en nuestro medio, organismos y “personajes” que salen a lo que se da por llamar, “Caza de Brujas”, como bien describe Alvin M. Weinberg para la revista CIENCIA HOY publicado en Oct/97 donde manifiesta lo sig:
“La sociedad occidental ya se agotó una vez en estériles arremetidas contra quijotescos molinos de viento. La caza de brujas durante los siglos XIV al XVII donde tanto el público como las autoridades dieron por seguro que los accidentes, las epidemias y las malas cosechas eran causados por brujas. Para evitar tales calamidades, se debía destruir a las brujas que las provocaban, por lo que fueron quemadas en la hoguera millones de personas inocentes acusadas de brujería. Finalmente, en 1610, el inquisidor Antonio Salazar Frías, se dio cuenta de que nunca se había probado la conexión causal entre brujas y catástrofes. Aunque no impidió que las primeras fueran quemadas en la hoguera, prohíbe el uso de la tortura para arrancarles una confesión. Con ello, la caza de brujas y los tormentos en la hoguera declinaron rápidamente”.
Esta historia captura la esencia del dilema, la conexión causal entre lo que sería la exposición a bajas dosis de radiación y sus efectos sobre la salud, por algún supuesto tipo de desprendimiento de dicha radiación de un repositorio a instalar, lo que es quizá tan difícil de probar , como la relación entre brujas y cosechas fallidas. Que se haya permitido (como en el caso de Gastre) que esta cuestión genere tensiones sociales desmesuradas podría ser tan aberrante en estas épocas contando con los adelantos científicos actuales, como lo fue la caza de brujas en la Edad Media.
“El oscurantismo se esfumó de la sociedad occidental después de varias centurias. Es de esperar que la moderna sociedad democrática recupere el sentido de la proporción más rápidamente y pueda manejar apropiadamente sus múltiples problemas en lugar de malgastar energía en cuestiones intrínsecamente insolubles.” y con ello me refiero a la construcción de los Repositorios Nucleares, mal llamados “Basureros”.
La actitud de las personas ante un riesgo determinado varía de una a otra y entre grupos sociales o naciones. Muchos factores influyen en la evaluación de los riesgos, así como lo hacen en la de los beneficios por cuya obtención se puede aceptar correr tales riesgos. Algunos dependen del individuo, sus antecedentes, conocimientos y emociones; otros son menos subjetivos, como el grado de control ejercido sobre el peligro y los efectos de este sobre la calidad de vida. El riesgo que percibe determinada persona depende de sus características individuales y de su posición social, así como de su evaluación de la probabilidad de que ocurra un acontecimiento adverso y de las consecuencias probables de este. Muchas veces, en los debates sobre riesgos están en juego posiciones económicas o políticas más amplias, y las percepciones del riesgo se usan como un argumento poderoso en la discusión. Es interesante comparar los riesgos de muerte que podría ocasionar un repositorio nuclear como el que se cita en esta oportunidad, con respecto a los generados por la naturaleza, hábitos humanos y accidentes. El concepto de riesgo incluye la noción de perjuicio, como el caso de la caza de brujas y la de azar o probabilidad. La idea de azar es crucial: lo inevitable puede ser ciertamente desagradable, pero al no tener carácter probabilístico no constituye un riesgo. El estar expuesto a riesgos no es, necesariamente, algo para evitar a toda costa. Los logros y adelantos de la vida moderna implican la exposición a varias fuentes de riesgo; el progreso de la humanidad no hubiera sido posible sin los riesgos incurridos por nuestros antepasados.
De acuerdo a estadísticas tanto actuales como históricas, el riesgo medio anual de muerte debido a eventos naturales, hábitos humanos o accidentes antropogénicos está dado de acuerdo a la sig. Tabla:
CAUSA PROBABILIDAD DE MUERTE
Fumar 20 cigarrillos por día ----------- 1 entre 200 personas
Gripe----------1/5.000
Viajar en Transporte Público---------1/10.000
Concurrir a un Estadio de Fútbol------------1/25.000
Practicar Alpinismo-----------------------1/25.000
Tomar Píldoras Anticonceptivas-----------1/50.000
Terremotos (para California en EE.UU.)-------1/600.000
Transporte Aéreo---------------1/10.000.000
Centrales Nucleares---- ------- 1/10.000.000
Repositorios de Residuos
Rad. de Alta Actividad: -------1/100.000.000.000.000
Como conclusión de este artículo, podemos indicar los siguientes datos a tener en cuenta en la evaluación del manejo que se tiene de la Energía Nuclear en Argentina y en el Mundo actual.
Los elementos combustibles de las centrales nucleares de Atucha y Embalse, una vez agotada su capacidad energética en el reactor y convertidos en residuos, pueden mantenerse almacenados sumergidos en piletas con agua por períodos de hasta 50 años. Luego hay que darles un destino definitivo.
El almacenamiento de estos residuos –acondicionados en forma sólida- en formaciones geológicas profundas de características adecuadas (caso Sierra del Medio), no ocasiona ni ocasionará en el futuro riesgos mayores que los aceptados normalmente en la vida diaria. El estado actual de conocimiento resulta suficiente para demostrar que pueden ser eliminados en forma Segura con la opción de reutilización como combustible del Plutonio y otros elementos que acompañan a estos residuos, lo que además, bajaría su potencial radiactivo.
Como conclusión de este artículo, podemos indicar los siguientes datos a tener en cuenta en la evaluación del manejo que se tiene de la Energía Nuclear en Argentina y en el Mundo actual.
Los elementos combustibles de las centrales nucleares de Atucha y Embalse, una vez agotada su capacidad energética en el reactor y convertidos en residuos, pueden mantenerse almacenados sumergidos en piletas con agua por períodos de hasta 50 años. Luego hay que darles un destino definitivo.
El almacenamiento de estos residuos –acondicionados en forma sólida- en formaciones geológicas profundas de características adecuadas (caso Sierra del Medio), no ocasiona ni ocasionará en el futuro riesgos mayores que los aceptados normalmente en la vida diaria. El estado actual de conocimiento resulta suficiente para demostrar que pueden ser eliminados en forma Segura con la opción de reutilización como combustible del Plutonio y otros elementos que acompañan a estos residuos, lo que además, bajaría su potencial radiactivo.
Las investigaciones realizadas en la Sierra del Medio fueron alentadoras y permiten inferir que el lugar es apto para la instalación de un repositorio de residuos radiactivos de alta actividad porque:
La Sierra del Medio se aloja en una faja de la corteza terrestre que fue inestable durante el Jurásico y Cretácico, (entre 65 y 195 millones de años atrás). Desde entonces, se ha comportado como un bloque rígido.
En su interior no se ha registrado actividad volcánica o ígnea desde hace 215 millones de años.
Estudios de riesgo sísmico en el área de Gastre demostraron que la probabilidad de que ocurra un sismo con consecuencias significativas para el repositorio es extremadamente baja: para un terremoto de grado 7 en la escala de Mercalli, uno en 100.000; para uno de grado 8, no alcanza a uno en 1.000.000.
Seleccionando materiales adecuados, un contenedor puede mantener aislados los residuos durante 1000 años y garantizar los requerimientos de protección radiológica durante su transporte y almacenamiento final.
Para la inclusión de residuos en vidrio del tipo borosilicato (vitrificación), se dispone de una tecnología bien conocida, de la que se tienen suficientes datos experimentales como para asegurar que el material no será disuelto por agua (suponiendo que este se encuentre en contacto con ella), en menos de 10.000 años.
Las hipótesis más pesimistas sobre el comportamiento de las barreras geológicas permiten asegurar que impedirán la llegada de los residuos a la biósfera o superficie terrestre, por lo menos en 100.000 años. La consecuencia radiológica de que al cabo de ese lapso se disemine la radiactividad del combustible agotado de las centrales nucleares, será equivalente a la radiación natural que recibe la población mundial a diario , ya proveniente del espacio exterior como de minerales, materiales de construcción, radiación solar, alimentacion etc, en un lapso de 30 minutos.
Desde hace más de 30 años se estudia la forma de reducir los volúmenes de residuos de alta actividad. En el estado actual de la tecnología, si bien se puede disminuir la cantidad de elementos radiactivos de larga vida, no es posible destruirlos por completo, por lo que, de todas maneras, continúa siendo necesario eliminarlos en repositorios geológicos.
Los “Cazadores de Brujas” en nuestro País, ponen como argumento negativo a la construcción de un Reservorio Nuclear profundo, la posibilidad de permitir el almacenamiento de residuos ingresados del extranjero. Al respecto se debe mencionar que, el artículo 41 de la Constitución Nacional, prohíbe justamente el ingreso de cualquier tipo de residuos de origen extranjero, especialmente los “Radiactivos” lo que garantiza su solo uso en gestión de los generados por nuestras centrales únicamente.
(Este artículo es una adaptación de la publicación efectuada en su momento por Norberto R. Ciallella en la revista de divulgación científica y tecnológica CIENCIA HOY Vol.7-Nº 42- Oct./97 y de la revista TENDENCIAS DE LA INGENIERÍA del 16/11/2011. ).
Por: Raúl Roldán
Técnico Sup. en Minería
estrucplan.com.ar, 2-12-11