Mientras Perfil.com
muestra las bondades de fumar marihuana en familia bajo la pluma de Gisela
Nicosia, la realidad presenta una cara demoledoramente destructiva del consumo
de cannabis en familia. Indicó el presidente de la Asociación Antidrogas
de la República
Argentina , Claudio Izaguirre.
Editorial Perfil en
un esfuerzo mayúsculo por preparar a la población para el consumo libre de
marihuana en Argentina, muestra a adultos que en familias han iniciado en el
consumo a sus hijos, como si fuera una maravillosa respuesta contrapuesta al
caos que produce el consumo de sustancias en el ser humano.
La marihuana por más
contexto familiar que desee ponerse, sigue siendo creadora de paranoicos,
psicóticos y esquizofrénicos, condición inevitable a la que arriban los
consumidores de este producto nocivo, categorizado como elemento tóxico por la
medicina. La medicina estudia tres grandes categorías los alimentos, los
medicamentos y los tóxicos y el cannabis entra dentro de esta última, aunque
algunas corrientes pretenda ubicar éste elemento en las anteriores.
Los que se iniciaron
con sus padres
Quienes tuvieron la
desgracia de iniciarse en el consumo de drogas con sus padres, difícilmente
puedan entrar en recuperación cuando la busquen. A lo largo de 30 años de experiencia
no he conocido personas que hayan podido recuperarse o que hayan permanecido
demasiado tiempo sin recurrir a la sustancia y en todos los casos que conozco,
el fracaso económico, afectivo y social ha sido la característica saliente.
Sucede, que al ser
iniciado en el consumo por sus padres, y teniendo en cuenta la enorme
producción de dopamina que genera ésta droga, el individuo queda extasiado
perpetuamente. Es más, el recuerdo que queda luego del fallecimiento de los
padres es el consumo de marihuana, poniendo éste hecho como conexión espiritual
con quienes ya no están.
Durante la primera
etapa de encantamiento no se alcanza a comprender los alcances de la decisión
de los progenitores, pero la condena perpetua en la que han sumido a sus hijos
podrá verse a lo largo de los primeros años, la que se acrecentará con el
correr del tiempo.
Concluyendo
Brindar a los hijos
la posibilidad de consumir sustancias en el seno familiar, no evitará los daños
psicológicos y psiquiátricos, pero asegura a perpetuidad estadíos de cólera,
depresión y autodestrucción que Perfil.com ha preferido soslayar.
Claudio Izaguirre
Presidente
Asociación Antidrogas
de la República
Argentina
(publicado en Informador Público, 3-2-15)