FUENTE: RADIO HUESCA
17/02/2015
Como dijo el Secretario
General de Naciones Unidas: “La justicia social es un principio fundamental
para la coexistencia pacífica y próspera, tanto dentro de las naciones como
entre ellas. Lamentablemente, la justicia social sigue siendo un sueño difícil
de alcanzar para la abrumadora mayoría de la humanidad. La pobreza extrema, el
hambre, la discriminación y la negación de los derechos humanos siguen marcando
nuestro panorama moral. La estabilidad y prosperidad mundiales dependen de que
las personas disfruten efectivamente de unos niveles aceptables de bienestar e
igualdad de oportunidades. La falta de justicia social universal debería
constituir una afrenta para todos nosotros. La experiencia muestra que el
crecimiento económico en sí mismo no es suficiente. Debemos hacer más para
empoderar a las personas mediante el trabajo digno, brindarles apoyo a través
de la protección social, y velar por que se escuchen las voces de los pobres y
los marginados”.
Cáritas Diocesana de
Huesca se une a esta celebración, reclamando la realización de la justicia
social por parte de todos y especialmente por las Administraciones públicas, al
constatar, en su quehacer diario, las dolorosas consecuencias que las
injusticias sociales causan a importantes sectores de población. La misión de Cáritas
es precisamente la consecución de la justicia social, al estar volcada su
actividad en corregir las consecuencias que causan las injusticias sociales en
muchas personas, a las que trata de ayudar en sus necesidades y especialmente
acompañar en sus procesos de superación de situaciones de pobreza y exclusión
social, mediante la promoción personal, la formación y la inserción laboral.
Pero Cáritas no sólo promueve programas de ayuda para sectores marginados de la
población, sino que además quiere dar voz a los pobres y excluidos para
denunciar las situaciones de injusticia social existentes, como las crecientes
desigualdades sociales, la extensión de la pobreza, la falta de igualdad de
oportunidades, los trabajos precarios, las dificultades de acceso a la vivienda
y a la sanidad o la igualdad de derechos entre sexos, etnias y culturas.
La vocación de
Cáritas Diocesana de Huesca por la justicia social viene impuesta por el
principio fundamental de amor preferencial por los pobres, que preside toda su
actividad, pero también por su misma identificación con la Iglesia , de la que forma
parte integrante, en la que la justicia social constituye el núcleo esencial de
todo el magisterio eclesiástico sobre la realidad socioeconómica, que integra
su llamada Doctrina Social.