y expertos ignoran las decisiones de la
Asamblea General
By Rebecca Oas,
Ph.D.
30 de Septiembre
2022 (C-Fam)
La agencia de ONU Mujeres publicó
recientemente un informe denunciando las restricciones legales al aborto como
un obstáculo para lograr los Objetivos de Desarollo Sostenible (SDGs). Esta
semana, un grupo de expertos en derechos humanos de la ONU publicó una
afirmación declarando que el “aborto seguro” sea un derecho.
En ambos casos,
los burócratas de la ONU y los expertos han ignorado e incluso contradicho los
resultados acordados de las negociaciones entre los países miembros de la ONU,
quienes nunca han acordado un derecho a abortar.
Los SDGs, el
documento rector del sistema de la ONU, fueron el producto de meses de meticulosas
negociaciones, incluyendo la involucración directa de jefes de estado. En el
texto final, las referencias a “salud sexual y reproductiva” y “derechos
reproductivos” fueron aceptados definidos explícitamente como no inclusivos de
un derecho al aborto. Lo que es más, las leyes respecto al aborto se dejaron
por determinar al nivel nacional.
Uno de los
copresidentes del grupo de trabajo supervisando las negociaciones de SDG fue
Csaba Kőrösi, un diplomático húngaro quien está actualmente sirviendo como el
presidente de la Asamblea General de la ONU. Queda por ver si plantea lo que
ahora es una contradicción flagrante entre las declaraciones de ONU Mujeres y
los Estados Miembros de las Naciones Unidas.
El lenguaje de
“salud reproductiva” estuvo entre lo último acordado durante la maratoniana
sesión final de las negociaciones, la cual se extendió a lo largo de la noche y
la tarde del día siguiente.
Desde 2019, ONU
Mujeres ha publicado una “instantánea de género” siguiendo el progreso del
logro de los objetivos SDG relacionados con mujeres y muchachas. La nueva
publicación se refiere a “sorprendentes carencias” en el acceso de las mujeres
a la salud sexual y reproductiva, incluyendo “restricciones legales, incluyendo
la criminalización del aborto”.
Las ”instantáneas
de género” previas se han enfocado en otros aspectos de la salud, incluyendo
las tasas de mortalidad maternas, la presencia de personal cualificado durante
el nacimiento y el acceso a la planificación familiar, los cuales son
consistentes con los objetivos acordados y los indicadores oficiales de los
SDGs. El aborto, y específicamente su estatus legal, caen fuera de ámbito de
los SDGs, como se negoció por los Estados Miembros de la ONU.
También cae fuera
del mandato de los expertos en derechos humanos de la ONU y comités, y los
tratados de derechos humanos cuyos textos fueron también el resultado de largas
y detalladas negociaciones por gobiernos nacionales. No obstante, un grupo de
encargados de derechos humanos de la ONU emitieron una declaración esta semana
commemorando el Día Mundial de la Contracepción y el Día Internacional del
Aborto Seguro, conmemorados el 26 y 28 de Septiembre, respectivamente.
La declaración
comienza refiriéndose a los “reveses al derecho a la salud sexual y reproductiva,
incluyendo el derecho a un aborto seguro”. También cita a la Organización
Mundial de la Salud en referencia a las muertes debidas al aborto “inseguro”
como “causadas por el fallo en proporcionar aborto seguro”.
Este supuesto de
que el aborto es inevitable y puede solamente ser “seguro” o “inseguro”
contradice el acuerdo en ICPD, el cual afirma que a las mujeres se les deben
proporcionar alternativas al aborto.
La declaración de
los expertos avanza más allá en asuntos que han fracasado repetidamente en ser
acordados por consenso insistiendo en que las “estrategias de salud sexual y
reproductiva” sean adaptadas a las necesidades de “mujeres lesbianas y
bisexuales, hombres trans, y todo género diverso de personas para quienes son
relevantes”.
Queda por ver si
la Asamblea General—y su presidente—tomarán acción para clarificar el estado
del consenso internacional sobre estos controvertidos asuntos e intenten crear
alguna responsabilidad para los expertos y burócratas que exceden sus mandatos.