DON BOSCO

DON BOSCO
"BUENOS CRISTIANOS Y HONRADOS CIUDADANOS"

LA EUTANASIA

 


 próxima etapa de degradación

Después de la ley del aborto, y de la sutil legalización de la marihuana, ahora se prepara la ley Alfonso. Este proyecto que se está preparando en el Congreso,  pretende garantizar la ayuda necesaria para que el paciente pueda morir dignamente.

El nombre alude a Alfonso Oliva, un cordobés al que le diagnosticaron esclerósis lateral amiotrófica, que provoca parálisis musculares o la imposibilidad de dominar los movimientos. Este paciente falleció hace dos años.

Recordemos que ya está vigente la ley de muerte digna, que permite en ciertos casos, que se prive al enfermo de hidratación y alimentación, con lo cual se le quita la posibilidad de sobrevida, aún estando en funcionamiento los principales órganos, lo que constituye, según la bioética, causarle la muerte.

 

(Fuente: Perfil Córdoba, 28-3-21)

25 DE MARZO

 

 


DÍA DEL NIÑO POR NACER

NOTIVIDA, Año XXI, Nº 1241, 25 de marzo de 2021

 

Como cada año celebramos hoy el Día del Niño por Nacer. En esta vigésimo tercera celebración y tras la legalización del abominable crimen del aborto, urge recordar el valor inviolable de la vida humana y renovar el compromiso con su promoción y defensa.

 

El día de la fiesta de la Anunciación de la Virgen María, fue instituido oficialmente en Argentina como “Día del Niño por Nacer” el 7 de diciembre de 1998 (Dec. 1406/98). De ese modo el entonces presidente Carlos Menem, cumplía la promesa que, personalmente, le había hecho al Papa Juan Pablo II en Roma, en la Iglesia de la comunidad argentina.

 

La proclamación oficial fue realizada en Buenos Aires, el 25 de Marzo de 1999, mediante un acto que tuvo lugar en el Teatro Coliseo al que asistieron autoridades gubernamentales, miembros de la curia vaticana especialmente invitados y numerosos obispos argentinos. Al evento se unieron religiosos, embajadores, parlamentarios, militantes provida y representantes de distintos credos: ortodoxos, anglicanos, evangélicos y musulmanes.

 

En aquella oportunidad el cardenal norteamericano Bernard Law tras comentar la realidad del aborto en su país, denunció que: “millones y millones de dólares son gastados anualmente por gobiernos y fundaciones `filantrópicas` apoyando programas que no sólo presentan el aborto como aceptable, sino también como expresión de libertad”. A lo que agregó: “Las mentiras que se usan para justificar el aborto deben ser desenmascaradas. El privar la vida a un ser humano inocente ha sido siempre un monstruoso mal moral”.

 

S.S. Juan Pablo II envió un mensaje para la ocasión, en el que entre otras cosas recordaba: “La Iglesia Católica ve en los ataques a la vida humana una grave ofensa al Creador (Cf. Gaudium et Spes, 27). En este sentido, no he ahorrado esfuerzos para proclamar el valor y carácter inviolable de la misma.” “Últimamente, al dirigirme especialmente a ese amado continente en la exhortación apostólica ‘Ecclesia in America’ he querido reafirmar esta doctrina lanzando mi llamamiento, desde la basílica de Guadalupe, a desterrar para siempre todo ataque a la vida, augurando a la vez que, “el continente de la esperanza” sea también el continente de la vida…¡una vida digna para todos!”

 

El Santo Padre remataba su misiva con un párrafo que hoy hacemos propio: “que la celebración del ‘Día del Niño por Nacer’ favorezca una opción positiva en favor de la vida y del desarrollo de una cultura orientada en este sentido, que asegure la promoción de la dignidad humana en todas las situaciones”.

PÍO XII

 

 


y el buen uso de los bienes materiales

José María Ballester Esquivias

Fe y vida, 21 de Marzo de 2021

 

El 1 de junio de 1941 representó un hito en la comunicación pontificia: por primera vez un Papa elegía las ondas, en vez de una encíclica o una carta apostólica, para comunicar su magisterio, si bien ya había utilizado este medio –los radiomensajes terminarían siendo un rasgo distintivo del pontificado de Pacelli– para dirigirse a grupos particulares o a fieles de una nación determinada. Por ejemplo a los católicos españoles el 16 de abril de 1939, recién terminada la Guerra Civil y apenas un mes después de su accesión a la silla de Pedro. El motivo principal de esta innovación es, obviamente, el contexto bélico en que se produjo el quincuagésimo aniversario de la Rerum novarum, que Pío XII quería aprovechar para dar a conocer su pensamiento social: así podía «franquear con su palabra las barreras que la guerra, caliente y fría, oponía a la transmisión de documentos escritos», escribe Emile Guerry en su manual La Doctrina Social de la Iglesia, uno de los primeros clásicos sobre la materia.

 

Ese primer día de junio de 1941 coincidía asimismo con la solemnidad de Pentecostés. De ahí que el discurso pontificio haya pasado a la posteridad con el título italiano de La solennità. Pío XII empieza glosando los logros y recordando la plena validez de las enseñanzas de las encíclicas Rerum novarum y Quadragesimo anno antes de proyectar su perspectiva, muy influida, según recuerda el padre Arturo Bellocq, por el «solidarismo» del jesuita alemán Gustav Gundlach que, bajo la batuta de su compatriota y compañero de orden Oskar von Nell-Breuning, ya había asesorado a Pío XI. Así presenta Bellocq la visión de Gundlach: «El hombre podrá alcanzar su fin como persona en todas sus dimensiones en la medida en que el orden natural refleje ese orden natural querido por Dios para el mundo, condensado en las nociones de familia, propiedad privada y Estado», que Pío XII utiliza para determinar el buen uso de los bienes materiales. Y la herramienta que inspira al Papa para sentar las bases de su magisterio social es la ley natural.

 

Es más: una de las novedades de La solennità es la consideración de uso material de los bienes como derecho originario para «ofrecer a la persona humana base material segura y de suma importancia para elevarse al cumplimiento de sus deberes morales». Y por supuesto encaminados a l cumplimiento de los fines del orden natural, pues «solo así se podrá y deberá obtener que la propiedad y el uso de los bienes materiales traigan a la sociedad paz fecunda y consistencia vital y no engendren condiciones precarias, generadoras de luchas y celos y abandonadas a merced del despiadado capricho de la fuerza y de la debilidad». Una fuerza que puede ser, con frecuencia, usada de forma abusiva por la autoridad pública, léase el Estado. Pío XI, en reiteradas ocasiones, advirtió del peligro de la «estadolatría». Su sucesor corrobora la legitimidad del Estado, pero señala claramente los límites. El primero es que la participación del Estado en la consecución del bien común «no lleva consigo un poder tan extenso sobre los miembros de la comunidad que en virtud de él sea permitido a la autoridad pública disminuir el desenvolvimiento de la acción individual».

 

El segundo tiene que ver con la mismísima existencia del hombre, pues el Estado no es competente «para decidir directamente sobre el término de la vida humana» o determinar de propia iniciativa «el modo de su movimiento físico, espiritual religioso o moral en oposición con los deberes y derechos personales del hombre, y con tal intento abolir o quitar su eficacia al derecho natural de bienes materiales». Existe, sin embargo, una excepción: la «legítima pena», es decir la pena de muerte, que en 1941 seguía formando parte de la doctrina católica. En cambio, Pío XII legitima plenamente el derecho de todas las personas a emigrar para así poder buscar el buen uso de los bienes materiales en cualquiera de los confines de la Tierra. Hoy, muchos en Occidente no lo entenderían.

SAN JOSÉ, EL PADRE A IMITAR


Ermes Dovico

Brújula cotidiana, 19-03-2021

 

La Iglesia y el mundo necesitan padres, recordó Francisco en la carta apostólica Patris Corde. Esta necesidad se siente con mayor urgencia en la sociedad actual. Y tal vez algún día, incluso los historiadores reconocerán que los males de hoy están relacionados en gran medida con el debilitamiento y el rechazo de la figura paterna, causado por la cultura del individualismo, el 68 y las “conquistas” relacionadas (divorcio, aborto, inseminación artificial, liquidez sexual, etc.).

 

Pero hay un antídoto para tales males llamado San José, que es el mejor de los padres de todos los tiempos porque en cada uno de sus días terrenales junto a Jesús siguió un solo objetivo: hacer la voluntad del Padre celestial. Como explica san Pablo VI, la paternidad de san José se manifestó “en haber hecho de su vida un servicio, un sacrificio, al misterio de la Encarnación y a la misión redentora conjunta; en haber utilizado la potestad legal, que le correspondía sobre la Sagrada Familia, para hacer entrega total de sí mismo, de su vida, de su obra…”.

 

En la misma perspectiva, san Juan Pablo II quiso que la Redemptoris Custos  (Exhortación apostólica dedicada al padre de Jesús y que más que ningún otro documento pontificio se centra orgánicamente en la importancia de su paternidad) resalte en el título [1] su calidad de “custodio”. La idea era señalar que el verdadero padre es un verdadero custodio, es decir, un hombre que ejerce su paternidad como un servicio a alguien - el hijo - que no es de su propiedad sino de Dios. Y es, por tanto, a Dios a quien los hijos deben ser conducidos, siguiendo los planes que el Padre Eterno tiene para ellos.

 

La paternidad de san José no desciende de la generación, pero “posee plenamente la autenticidad de la paternidad humana y de la misión paterna en la familia” (RC, 21). Cabe recordar que sus derechos y deberes paternos hacia Jesús derivan del matrimonio con María, con quien José había compartido (haciéndolo él mismo) el voto absoluto de virginidad. “Lo que ha hecho el Espíritu Santo - explica san Agustín - lo ha hecho en ambos... El Espíritu Santo, apoyado en la justicia de los dos, les donó a ambos su hijo; operó en el sexo al que tocaba parirlo, pero de tal manera que también naciera para su marido”.

 

María y José, de hecho, habían sido pensados ​​juntos, desde la eternidad, en vista de la Encarnación del Hijo de Dios. Su matrimonio tuvo no sólo lo que Santo Tomás llama “primera perfección” (la unión indivisible de las almas) sino también la “segunda perfección”, en lo que respecta a la acogida y educación de la descendencia. Para estas tareas, junto con el cuidado materno de María, era necesaria, por tanto, la presencia de José, que tenía que ocuparse, como padre, de introducir a Jesús de forma ordenada en el mundo. José lo hizo cumpliendo con todos los deberes que se derivan de las leyes humanas y divinas (la imposición del nombre, la inscripción en la oficina de registro de Belén durante el censo de Augusto, la circuncisión, la presentación en el templo, etc.), protegiendo al Niño de peligros, proporcionándole alimento, enseñándole un oficio, educándolo en los largos años de su vida oculta.

 

El aspecto de la educación es evidentemente central y da una idea de la grandeza del papel de José (una grandeza que, entre las criaturas, solo es superada por la de María) en el plan de la Redención. Juan Pablo II afirma: “Se podría pensar que Jesús, al poseer en sí mismo la plenitud de la divinidad, no tenía necesidad de educadores. Pero el misterio de la Encarnación nos revela que el Hijo de Dios vino al mundo en una condición humana totalmente semejante a la nuestra, excepto en el pecado (cf. Hb 4, 15). Como acontece con todo ser humano, el crecimiento de Jesús, desde su infancia hasta su edad adulta (cf. Lc 2, 40), requirió la acción educativa de sus padres. [...] Además de la presencia materna de María, Jesús podía contar con la figura paterna de José, hombre justo (cf. Mt 1, 19), que garantizaba el necesario equilibrio de la acción educadora. Desempeñando la función de padre, José cooperó con su esposa para que la casa de Nazaret fuera un ambiente favorable al crecimiento y a la maduración personal del Salvador de la humanidad. [...]” (Audiencia general del 4 de diciembre de 1996).

 

Por su parte, el Salvador honró el cuarto mandamiento al más alto grado. Fue a través de su sumisión a María y José, “modelos de todos los educadores” (Wojtyla), que Jesús creció en sabiduría, edad y gracia (Lc 2, 52), santificando las relaciones familiares y preparándose para el fiat voluntas tua más difícil y grande, aquello del Huerto de los Olivos. Resulta evidente también aquí, como en un círculo, la admirabilidad de la obediencia: caracteriza todas las relaciones dentro de la Sagrada Familia (donde el jefe es José), tiene al Padre celestial como referencia última y, por tanto, para su finalidad la caridad, que consiste sobre todo en la salvación de las almas.

 

Así como es cierto que la caridad estuvo presente en todas las acciones paternas de José, es igualmente cierto que, en su base, antes y durante su matrimonio con María, hubo una profunda vida de oración. No es casualidad que los santos, sobre todo Teresa de Ávila, señalaron y asumieron al padre de Jesús como el maestro de la vida interior. Es de la relación personal y diaria con Dios que José recibió el don de la humildad y todas las gracias necesarias para llevar a cabo el noble ministerio de custodiar al Hijo eterno y a su Madre. El amor paterno que el Todopoderoso ha concedido a José, a través de esta relación, influyó en el perfecto crecimiento de Jesús quien, como escribió Wojtyla en el libro “Alzatevi, andiamo!” [(¡Levántate, vamos!) Mondadori, 2004), como verdadero Dios, “tuvo su propia experiencia de paternidad divina y de la filiación en el seno de la Santísima Trinidad”; y, como verdadero hombre, “experimentó la paternidad de Dios a través de su relación de filiación con San José”.

 

Incluso en la singularidad de toda la Sagrada Familia, queda por lo tanto un hecho: José llama a los padres de hoy al deber de educar a sus hijos en la fe, para guiarlos día a día con su ejemplo para custodiar a Jesús y María como los mayores tesoros. Y a rezar al Padre de las Misericordias, pidiéndole poder conocer y hacer su voluntad en cada acción. Esta es la única garantía, si se desea el bien eterno para los hijos.

 

[1] El título Redemptoris Custos fue elegido personalmente por Juan Pablo II, como explicó en varias ocasiones el padre Tarcisio Stramare (josefólogo que colaboró en la estructura teológica de esa exhortación apostólica y que en un principio hubiera preferido incluir el término “pater” en el título, convenciéndose luego de la oportunidad de la elección del Santo Padre) en sus propios libros y también en una entrevista concedida al Timone (n. 193, marzo de 2020) pocas semanas antes de su muerte


EL VATICANO DIJO NO

 


a la bendición de las uniones gay, pero hay un problema

Brújula cotidiana, 17-03-2021

 

La nota de la Congregación para la Doctrina de la Fe titulada “Responsum de la Congregación para la Doctrina de la Fe a un dubium sobre las bendiciones de las uniones de personas del mismo sexo” dice no a la bendición de las uniones homosexuales, como en cambio algunos obispos y en particular la mayoría en el Sínodo de la Iglesia alemana quisieran. Es decir, reafirma la doctrina católica sobre el tema.

 

Sin embargo, existe una frase en esta Nota que requiere una aclaración. La frase es la siguiente: “La presencia en tales relaciones de elementos positivos, que en sí mismos son de apreciar y de valorar, todavía no es capaz de justificarlos y hacerlos objeto lícito de una bendición eclesial”. Nos interesan las palabras de apertura: “La presencia en tales relaciones de elementos positivos, que en sí mismos son de apreciar y de valorar”. Esta afirmación habría merecido una mayor aclaratoria. Intentemos explicarnos.

 

¿Podría haber elementos positivos en una relación homosexual? Respuesta genérica que luego explicaremos mejor: si estos elementos están conectados a la relación homosexual no son positivos, si en cambio no están conectados, pueden ser positivos. Todo esto se explica a la luz de los criterios para determinar si una conducta o una condición es moralmente lícita o ilícita. Detengamos nuestra atención en las conductas. La moralidad de un acto viene dada por la naturaleza del acto, es decir, por su objeto, por su fin próximo. Tomemos algunos ejemplos a partir de esta situación: Fulano y Zutano son una pareja homosexual. Fulano le presta una suma de dinero a Zutano únicamente motivado por el hecho de que Zutano tiene deudas que debe saldar. El acto en sí es bueno y no tiene relación con la homosexualidad, relación que es solo el contexto (circunstancia) en el que se articula el acto, es decir, en el que se realiza el préstamo.

 

Otro ejemplo. Fulano le da a Zutano un libro como muestra de su afecto. En este caso, esta acción de donación es ilícita porque expresa “un cariño homosexual”, ese es su propósito. Dado que la homosexualidad, como enseña el Catecismo y como nos recuerda la reciente Respuesta de la Congregación para la Doctrina de la Fe, es una condición desordenada, es decir, una condición que no puede ser orientada/ordenada por la naturaleza del hombre, y por tanto no puede ordenarse a su auténtico bien ni en última instancia a Dios; por lo que se deduce que todo lo que emana de esta condición, incluidos los afectos, es en sí desordenado. En definitiva, si la homosexualidad es desorden, lo será también todo lo que sea adjetivo de esta condición: afecto homosexual, sentimientos homosexuales, relación homosexual, pareja homosexual, etc. “Elementos”, para usar el término elegido por la CDF, que no pueden ser positivos.

 

Tomemos otro ejemplo. Fulano, que es enfermero, le hace inyecciones a Zutano todos los días debido a una patología. Practica estas inyecciones con un doble propósito: para curar a Zutano y expresarle su afecto. En este caso, una sola acción material está conformada simultáneamente por dos propósitos. El primero es moralmente legítimo: el objetivo terapéutico. El segundo ilícito: expresar afecto homosexual.

 

Un ejemplo más. Fulano y Zutano se pelean por un daño que Fulano ha cometido contra su pareja. Fulano luego le da a Zutano una botella de vino para que lo perdone y así fortalecer su unión. En este caso, tenemos un fin inmediato moralmente legítimo: pedir disculpas por haber cometido un mal. Y un fin remoto, al que se orienta el fin próximo, ilícito: fortalecer la relación homosexual. La acción en su conjunto es ilícita porque es suficiente cualquier fin -ya sea cercano o lejano- que sea ilegítimo para hacer que toda la acción sea ilegítima (buena, en cambio si Fulano se hubiera disculpado y hubiera terminado la relación homosexual). Asimismo, todas aquellas acciones que consoliden la relación de pareja, aumentando la confianza mutua, la colaboración, el espíritu de pareja, etc., también son reprobables desde el punto de vista moral, precisamente porque la relación homosexual no beneficia a las personas implicadas en ella y, por lo tanto, querer que se consolide no es en sí mismo un bien. Por ejemplo, compartir los gastos de condominio y servicios públicos significa que la convivencia continúa y, por lo tanto, que continúa la misma relación. Así, junto a un buen fin, como pagar la cantidad adeudada por los gastos incurridos, puede existir un final reprochable: pagar para seguir viviendo con mi pareja. Si, por el contrario, Fulano deja a Zutano y paga sus atrasos de alquiler por un sentido de justicia, esta acción es en sí misma moralmente válida porque carece del segundo propósito: continuar la convivencia.

 

En definitiva, en la relación homosexual podemos distinguir acciones (“elementos”) que no pertenecen a la naturaleza homosexual de la relación y por tanto pueden ser moralmente válidas y otras que emanan de ella y por tanto son cuestionables. La frase “La presencia en tales relaciones de elementos positivos, que en sí mismos son de apreciar y de valorar” es, por tanto, muy problemática porque es ambigua. De hecho, no está claro si la CDF se refiere a conductas libres de cualquier connotación homosexual o a aquellas caracterizadas por el calificativo de “homosexual”. Esta ambigüedad es peligrosa porque podría implicar que el afecto, los lazos de solidaridad, la imaginación, los sentimientos, las emociones, etc. que representan los efectos directos de la relación homosexual son aceptables. Si este fuera el caso, los únicos actos moralmente criticables serían los actos carnales homosexuales. Pero esto sería ilógico: de hecho, la conducta sexual entre dos personas del mismo sexocensurable precisamente porque es una conducta homosexual. Por tanto, si esta es la razón, la misma razón debe aplicarse también a todos los demás actos no sexuales caracterizados por la homosexualidad, precisamente porque son impropios para dos personas del mismo sexo.

 

Por tanto, si una pareja homosexual no puede ser bendecida, tampoco pueden bendecirse (“apreciados / valorados” para citar los dos verbos usados ​​por la CDF) aquellos “elementos” que consolidan tal pareja o expresan la homosexualidad.

INTENTAN

 

 


QUE EL TRÁFICO DE ÓRGANOS NO INCENTIVE EL ABORTO

NOTIVIDA, Año XXI, Nº 1240, 15 de marzo de 2021

 

Piden una sanción agravada para la compraventa de tejidos de personas por nacer víctimas de un aborto provocado y que se prohíba su donación.

 

Presentan proyecto de ley (exp. 133/2021) que elevaría las penas mínimas previstas hoy en la Ley N° 27.447, de trasplantes, para el tráfico de órganos o tejidos y contempla una sanción agravada (el doble de la pena) para los tejidos de personas por nacer que se obtengan a partir de un aborto provocado. En el último caso las penas serían de 4 a 10 años de prisión más inhabilitación de 8 a 20 años si se tratase de profesionales y auxiliares de la salud. Quedaría también prohibida la donación de tejidos fetales.

Se busca evitar de este modo que el comercio de órganos o tejidos de niños por nacer se convierta en otro incentivo para la realización de abortos.

El proyecto es de la autoría del diputado Francisco Sánchez (PRO, Neuquén) y fue cofirmado por sus compañeros de bloque: Gustavo Hein (Entre Ríos), David Schlereth (Neuquén), Natalia Villa (BsAs), Juan Aicega (BsAs), Martin Grande (Salta) y Alberto Assef (BsAs). A los que se sumaron Vanesa Massetani (FdT, Sta.Fe), Alejandro “Topo” Rodríguez (Consenso Federal, BsAs) y Carolina Castets (CC, Sta.Fe).

Dice el expediente en sus fundamentos:

            “En julio del año 2015, el periodista de investigación estadounidense David Daleiden difundió unos videos en los que, simulando pertenecer a una empresa interesada en el tráfico de tejido fetal, mantenía reuniones con médicos, ejecutivos y personal de empresas de la industria del aborto -entre ellas, Planned Parenthood- y discutía distintos aspectos relativos a dicha actividad”.

“Los videos y otros documentos adquiridos por Daleiden desgranaban la relación existente entre las compañías de comercio de tejido fetal y diversas clínicas abortistas, y mostraban a ejecutivos de estos establecimientos admitiendo que los acuerdos de obtención de material fetal eran rentables para las clínicas abortistas, e incluso reconociendo haber cambiado en ocasiones el procedimiento a los fines de obtener un “espécimen más intacto” y haber utilizado para esto procedimientos ilegales de parto-aborto”.

“A raíz de estos hechos, el Congreso de los Estados Unidos realizó una serie de audiencias e inició diversas investigaciones sobre el tema, que luego fueron centralizadas en un grupo especial de investigación de la comisión de Energía y Comercio, creado por una resolución de la Cámara. El grupo especial de investigación tenía como misión indagar a fondo diversas aristas del entramado del negocio de venta de tejido fetal y comunicar los resultados a la Cámara, redactando un informe final en el que se expusieran las conclusiones y se elevaran recomendaciones. La tarea del grupo especial versó sobre el “modelo de negocios” de distintas compañías e instituciones ligadas a este negocio”.

“La investigación demostró la existencia de un entramado de compañías que obtenían tejido fetal de distintas clínicas abortistas y lo suministraban a demanda a investigadores de todo el mundo”.

(.)

“La experiencia de la investigación realizada por el Congreso de los Estados Unidos nos permite conocer en gran medida el funcionamiento del entramado del tráfico de tejido fetal, y proponer las medidas adecuadas para prevenirlo. Entre otros aspectos relevantes, demostró la utilización fraudulenta o simulada del instituto de la donación para encubrir lo que en realidad era una compraventa”.

“Es por eso que, a los fines de atacar el problema en su raíz, proponemos penalizar la donación de tejidos de personas por nacer fallecidas producto de un aborto inducido, prohibiendo la transmisión de sus restos mortales a título gratuito y oneroso, y resultando como única opción un entierro digno, acorde a su dignidad humana”.

CARLOS KESMAN

 


Fallece en Córdoba un católico destacado

AICA, 12 DE MARZO, 2021

 

La Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (Acde) lamentó el fallecimiento del expresidente de ACDE Córdoba, Carlos Vido Kesman Salomón, ocurrido a sus 80 años a causa del coronavirus.

Ante el fallecimiento del expresidente de ACDE Córdoba, doctor Carlos Vido Kesman Salomón, la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa lo recordó con un repaso de la vida de esta “figura prominente del pensamiento social católico”.

 

Nacido en Santiago del Estero el 7 de marzo de 1941, luego de terminar el bachillerato en su ciudad natal, ingresó en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Córdoba, donde se recibió de Contador Público y licenciado en Ciencias Económicas, para culminar su formación con la defensa de su tesis doctoral en 1970. 

 

Fue profesor de esa universidad y de la Universidad Católica de Córdoba en las materias de Estadística Metodológica, Introducción a la Economía II, Matemática II y III, Introducción a la Matemática, Métodos Estadísticos, Econometría y Estadística I. Participó activamente en la vida universitaria donde llegó a ser consejero estudiantil y luego decano normalizador de su casa de estudios. Fue investigador jefe en el Instituto de Estudios Económicos sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana de la Fundación Mediterránea (Ieeral) de 1977 a 1986, donde estuvo a cargo del área Comercio Internacional e Integración Económica, negociador argentino en los acuerdos del Mercosur y Subsecretario de Comercio Exterior de la Nación.

 

“Su amigo y compañero de claustro, el exministro de Economía Domingo F. Cavallo, así lo recordaba en un posteo: ‘Su dedicación a las actividades profesionales y a la función pública, nunca lo distrajeron de su vocación por entender y difundir la Doctrina Social de la Iglesia. Era un cuidadoso exégeta de las encíclicas papales y ayudaba no sólo a su difusión sino, sobre todo, a su correcta interpretación”. Escribió el libro «Justicia Distributiva para América Latina. Una propuesta desde la Doctrina Social de la Iglesia»’”. 

 

“Fue presidente de ACDE Córdoba y en ese papel, nuestro exconsejero, Juan Carlos Sagardoyburu, lo recordó con inmenso cariño: ‘Era una gran persona, un especialista en Doctrina Social de la Iglesia. Me dedicó su último libro: El escándalo de la pobreza y el desafío del desarrollo. De Pablo VI a Benedicto XVI y el papa Francisco’”.

 

“En 2015 había promovido la organización de un debate en el seno de la Universidad Católica de Córdoba entre los candidatos a gobernador, con la presencia del arzobispo monseñor Carlos José Ñáñez, un logro inédito para muchos dirigentes que eluden la confrontación civilizada y la rendición de cuentas”.

 

“Había colaborado con frecuencia con la revista "Empresa", de ACDE, y su último aporte lo realizó en diciembre del año pasado cuando se debatía en el Congreso la legalización del aborto. Su columna: Aborto y destino universal de los bienes, perfectamente puede tomarse como un legado para todas las personas que quieren conciliar el desarrollo humano con la Fe. No se trata de exacerbar los supuestos derechos individuales sin antes promover la solidaridad con los indefensos y preguntarnos para qué nos han puesto en nuestras manos los bienes de los cuales somos meros administradores”, recordaron, deseando que descanse en paz.+

P. JOSÉ CUESTA sdb

 

 

Al haberse cumplido el 11 de marzo, cinco años del fallecimiento de este destacado sacerdote salesiano, publicamos a modo de recuerdo y homenaje, una selección  de lo que se ha dicho y escrito sobre él.

 

Además del título de Maestro Normal Nacional y los itinerarios de estudios filosóficos y teológicos, fue profesor de Latín y Griego, y de Filosofía y Letras. En los años transcurridos en Tucumán, aprovechó para hacer la carrera de Psicólogo con Orientación Clínica, en la Universidad Nacional de Tucumán. De allí egresó en octubre de 1977. Su promedio  lo hizo graduarse “magna cum laude”.

 

El P. Cuesta poseía hábitos muy desarrollados de orden y concentración, lo que sumado a una natural curiosidad, lo conducía a informarse sobre los más diversos campos. Era una persona abierta a la cultura, a la vez que deseoso de dominar sólidamente todo lo que hacía a su vocación salesiana y específicamente al ministerio sacerdotal.

 

Gustaba de compartir todo el material  espiritualmente formativo. Así, enviaba textos a quienes integraban el Apostolado de la Oración y la Pastoral de la Salud, de la parroquia en La Paz, su tierra natal. En Mendoza difundió la Escuela para Padres. También difundía, de modo prolijo y constante, las enseñanzas de los Papas, bajo lo que él denominó, en la Parroquia María Auxiliadora,  Cátedra Juan Pablo Magno, para trasmitir la doctrina social de la Iglesia.

 

Podemos resumir las cualidades que lo definieron:

1) Defensa y difusión de la fe: se destacó por la intensa tarea de comunicar y enseñar el Magisterio.  Se hicieron célebres sus boletines con la transcripción del Ángelus semanal, y los principales documentos pontificios. Para ello, utilizaba sus conocimientos informáticos para diseñar en su computadora los boletines, que luego hacía imprimir y repartía profusamente.

 

2) Sacerdote: fiel a su ministerio, estuvo siempre disponible para recibir las confesiones, visitar a los enfermos, asesorar a quienes lo consultaban.

 

3) Participación en actividades temporales: su inquietud por estudiar lo llevó a lograr conocimientos de Enología, al punto de conducir la escuela respectiva en su provincia natal, Mendoza; a mantenerse informado sobre los acontecimientos nacionales y mundiales; a comprar películas y libros que luego comentaba.

 

En el camino de la vida

 

El P. Cuesta vivió intensamente la época del entusiasmo, en la que prevalece la acción, marcada por un fuerte protagonismo y con el logro de muchos resultados, desplegando numerosas cualidades.

 

Con el paso de los años, el conocedor de tantos temas, de a poco fue dejando más espacio al silencio y a la oración; y ante la dura prueba de una enfermedad que asomó repentina y  abrupta, no lo vimos rebelarse, sino por el contrario, aceptar con docilidad el límite, el dolor. La vida toda del P. José, en esos últimos meses, se concentró en la Misa que ofrecía con humildad.

 

Cuando ya no podía recibir visitas,  le pidió a su médico que nos hiciera llegar el mensaje de concretar su proyecto de impulsar una asociación para la difusión del pesebrismo, un medio de propagar la fe a la que consagró su vida.

Quienes tuvimos la suerte de colaborar con don José en la Parroquia María Auxiliadora, de Córdoba, desarrollando una intensa actividad con la Cátedra Juan Pablo Magno, siempre lo recordaremos, lamentando que su iniciativa no tuviese continuadores. Permanece (desactivado) el blog respectivo, con el archivo de lo realizado durante cinco años.

 

Don José, que su ejemplo nos sirva de guía.


Mario Meneghini, 13-3-2021

ABORTO

 

 


EL GOBIERNO BONAERENSE DIO A CONOCER LAS CIFRAS DEL 2020

 

En el segundo semestre el número de abortos se incrementó en un 85%, se hicieron 5.028 abortos en el primero y 9.302 en el segundo.

NOTIVIDA, Año XXI, Nº 1239, 8 de marzo de 2021

 

A comienzos del 2020 la provincia de Buenos Aires adoptó el Protocolo de aborto elaborado por el Ministerio de Salud de la Nación, al que adhirió con la Resolución Nº 1/2020. El informe dado a conocer por el Ministerio de Salud provincial destaca que por primera vez se hicieron compras centralizadas de misoprostol 200 mcg. que se distribuyeron a los equipos de salud.

 

El Gobierno de la provincia le compró 25.347 “tratamientos” abortivos (de 12 comprimidos c/u) al Laboratorio Industrial Farmacéutico (LIF) de Sta Fe. Además, los hospitales provinciales adquirieron por medio del SIPACH (Sistema Informático para Adquisiciones y Compras Hospitalarias) fármacos para realizar 2.936 abortos.  Por otra parte, el Ministerio de Salud de la Nación les proveyó comprimidos para 6.430 abortos.

 

De esta manera la provincia se hizo de medicamentos para practicar 34.713 abortos, los correspondientes a 19.305 abortos se distribuyeron y quedó un stock para realizar más de 15.000 en 2021 lo “que garantiza la continuidad de la disponibilidad del insumo en los establecimientos de salud de toda la provincia hasta la próxima compra”.

 

¿Aborto inducido o inducidas a abortar?

 

En 2020, 14.428 mujeres realizaron consultas vinculadas al aborto procurado, de ellas 14.330 decidieron abortar y sólo 98 seguir adelante con el embarazo. Dicho de otro modo, de cada 150 mujeres que cursan un embarazo en situación de vulnerabilidad y llegan a la consulta sólo una continúa con su embarazo, el resto aborta. No podemos dejar de preguntarnos: qué alternativas les brinda el estado provincial a esas mujeres para que la inmensa mayoría vea al aborto como la única salida.

INTELECTUALES

 

 fe y compromiso ante las ideologías

Religión digital, 04.03.2021

 

Últimamente han surgido cuestiones sobre los intelectuales inspirados por la fe e iglesia que, parece, se echan en falta. Ya San Pablo VI nos comunicaba que, “si es verdad que el mundo se encuentra en un lamentable vacío de ideas, Nos hacemos un llamamiento a los pensadores y a los sabios, católicos, cristianos, adoradores de Dios, ávidos de absoluto, de justicia y de verdad: todos los hombres de buena voluntad. A ejemplo de Cristo, Nos nos atrevemos a rogaros con insistencia «buscad y encontraréis» (Lc 11, 9); emprended los caminos que conducen, a través de la colaboración, de la profundización del saber, de la amplitud del corazón, a una vida más fraternal en una comunidad humana verdaderamente universal” (PP 85).

 

Acogiendo estas enseñanzas de San Pablo VI y los otros Papas, como Francisco, es esencial pues que esta fe con su humanismo ético e integral, tal como nos transmite la doctrina social de la iglesia (DSI), oriente la cultura, la vida pública, política y económica. Y es que como nos sigue mostrando San Pablo VI, la ruptura entre Evangelio y cultura es, “sin duda alguna, el drama de nuestro tiempo" (EN 20). Ello debido en muy buena medida, prosigue el Papa, a que se han puesto las ideologías por encima de la fe y la ética con sus valores o principios. Es, por tanto, un pensamiento e inteligencia que guiados por la fe con su ética humanista y la DSI: lleva al compromiso por el Reino de Dios que nos trae la vida, la dignidad, la paz, la fraternidad solidaria y la justicia liberadora con los pobres de la tierra.

 

En la historia de la fe e iglesia, los denominados como Santos Padres y Doctores de la iglesia- como por ejemplo San Agustín o Santo Tomás de Aquino-, u otros sabios e intelectuales contemporáneos, han desarrollado una inteligencia y cultura que buscan la verdad, la belleza y el bien más universal. Más allá de academicismos y honores mundanos con sesgos intelectuales “de escritorio” o de salón, como nos transmite Francisco, se trata de posibilitar un pensamiento con una síntesis vital y cualificada, dotado de perspectiva humanista e interdisciplinar, que lleve a la responsabilidad por una sociedad-mundo según este Reino, que nos trae su salvación liberadora e integral.

 

Es una cultura ética y espiritualidad atravesada por la com-pasión, ese principio de la misericordia que acoge en el corazón solidariamente el sufrimiento, mal e injusticia que padecen los otros, los pobres y las víctimas. Frente a las ideologías e ideologizaciones o colonizaciones culturales, guiados por este humanismo moral y la DSI, la fe nos llama a promover un desarrollo humano y ecología integral en esa armonía y comunión fraterna con Dios, con los otros y con toda la creación. Una conversión espiritual, humanista y ecológica integral que escucha el grito de los pobres junto a las víctimas de la historia, promoviendo la justicia social y el cuidado de la vida en todas sus fases o dimensiones (formas), que acoge el clamor de la tierra impulsando la justicia socioambiental.

 

En oposición a estas colonizaciones ideológicas, esta ecología integral y bioética global cuida de toda vida y familia, alentando el amor fiel del hombre con la mujer abierto a esa vida con los hijos, la misión, la solidaridad, el bien común y el compromiso por la justicia con las familias empobrecidas. Es una iglesia y familia pobre con los pobres en la solidaridad de vida, de bienes y acción por la justicia frente a la cultura y familia burguesa e idolatrías de la riqueza-ser rico, del poder y la violencia.

 

En contra del asistencialismo y elitismo paternalistas, se trata de desarrollar una cultura e inteligencia que posibilite el protagonismo de las personas, de los pueblos y los pobres como sujetos de su promoción liberadora e integral, como gestores de la vida pública, política, económica y cultural.  Un pensamiento político guiado por el principio del bien común, esas condiciones sociales y de todo tipo que aseguran todos los derechos humanos, propiciando el desarrollo humano e integral de las personas.

 

Una economía que tiene como clave de la cuestión social: el principio del trabajo, la dignidad del trabajador con sus derechos como es un salario justo, antes que el capital; el principio del destino universal de los bienes, la equidad en la distribución de los recursos, que tiene la prioridad sobre la propiedad. La economía ética para regular el mercado y la propiedad que no es un derecho absoluto e intocable sino que, ejerciendo su intrínseco carácter solidario y social, siempre está subordinada a dicho principio de los bienes comunes para toda la humanidad. La cultura y pastoral obrera han de desarrollarse, para llevar así el Evangelio al mundo del trabajo, con esa vida solidaria y autogestión de los trabajadores en esta economía social (cooperativa), que haga de la empresa una verdadera comunidad humana.

 

Una ética comercial, un comercio justo, y financiera con la banca ética que erradique la especulación y usura con todos esos créditos e intereses abusivos, injustos y usureros que dominan. En esta dirección, es clave la participación y el protagonismo de los movimientos populares, todos estos trabajadores, campesinos, indígenas... que reclaman las 3 “T”, tierra, techo y trabajo para todos. Ese estado social de derechos con un trabajo decente y un sistema fiscal justo donde quien más tiene, como el capital o las grandes empresas u operaciones financieras-bancarias, más contribuye al bien común. Junto a la políticas públicas y sociales que aseguren esos derechos con la universalidad y calidad de la educación, sanidad, vivienda, alimentación, agua, salarios y rentas básicas incondicionales, sostenibilidad y la paz frente a toda guerra o violencia.

 

Por todo ello, se hace necesario e imprescindible impulsar escuelas de formación humana y social, en especial para los laicos, que animen la vocación y misión al servicio de todo ese inherente amor social, civil y la constitutiva caridad política que busca este bien común más universal y la civilización del amor. Y, de esta forma, ir a las raíces y causas de los problemas, de los males, desigualdades e injusticia de todo tipo; que nos vayamos liberando integralmente de todo mal y pecado personal, social, institucional y estructural, esas estructuras sociohistóricas de pecado que generan más maldad e inequidad.

 

Tal como se puede comprobar, frente a todas esas ideologías, la fe con su humanismo ético y DSI puede aportar verdad, belleza y bien a la cultura, al pensamiento e inteligencia. Una espiritualidad y compromiso moral que, siguiendo a Jesús, otorga a la existencia un sentido, humanización, felicidad, realización, trascendencia y vida plena-eterna.