Milenko Bernadic
Infocatólica, 3.03.12
¿Es
el estado el que controla el dinero o hay algo más? ¿Tiene que ver algo con la
Doctrina Social de la Iglesia? ¿Cuál es la doctrina del Crédito Social? De esto
y mucho más reflexionamos en este artículo.
Lo
hiciste poco inferior a los ángeles,
lo
coronaste de gloria y esplendor;
le
diste dominio sobre la obra de tus manos,
todo
lo pusiste bajo sus pies; Sal 8, 6-7
¿QUÉ ES EL CRÉDITO SOCIAL?
UN POCO DE HISTORIA
Clifford Hugh Douglas
(1879-1952), un oficial (mayor) del ejército británico, ingeniero mecánico e
industrial, fue pionero del movimiento por el crédito social y la democracia
económica. Llego a ser Ingeniero Jefe de la empresa postal británica (a cargo
de su sistema subterráneo de transportes) y Asistente Jefe Superintendente en
una de las fabricas de aviones militares de la RAF durante la Primera Guerra
Mundial.
Mientras estaba
reorganizando esa fábrica aérea Douglas notó que el “ingreso” o coste semanal
total de los bienes producidos era mayor que los montos pagados como sueldos y
salarios, costos de material y dividendos o intereses. Esto parecía contradecir
la teoría propuesta por Adam Smith y el resto de los pensadores las escuelas
clásicas que tales ingresos son redistribuidos inmediatamente, constituyendo así
la base del poder de compra.
Intrigado por esta aparente
desconexión entre lo que había aprendido y la realidad, Douglas decidió
investigar a través de la aplicación de los métodos de la ingeniería al sistema
económico.
Coleccionó datos e
información de sobre cien grandes empresas británicas y descubrió que —a
excepción de empresas que más tarde llegaron a la quiebra— todas mostraban ese
mismo efecto: las sumas pagadas como gasto total eran siempre menores que las
ventas totales por bienes y servicios. Esto es teóricamente imposible: el poder
de compra de la población en su conjunto solo puede venir de (igualar) la suma
total de lo que se vende.
Dando cuenta de esta curiosa
situación en un artículo que escribió en la revista English Review Douglas
dice: “Estamos viviendo bajo un sistema de contabilidad que transforma la entrega
de bienes y servicios por la nación a si misma en una imposibilidad
técnica". Posteriormente —entre 1916 y 1920— escribió dos libros —Economic
Democracy y Credit-Power and Democracy— ahondando en el tema y sus
consecuencias.
De acuerdo a la Ley de los
Mercados, cuando se produce un bien o servicio X se ha gastado lo necesario
(comprando otros bienes o servicios) como para producir el dinero necesario
para vender ese bien X. A nivel general, no hay otra fuente de ingresos y por
lo tanto no hay dinero que exceda al generado por los gastos de producción. En
otras palabras, hay un equilibrio monetario exacto entre lo que se vende y lo
que se puede comprar y compra.
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Texto completo (39 pág.):