El Centro de Estudios Cívicos adhiere a este manifiesto
Yo, ciudadano
argentino con derecho al voto, votaré en las elecciones de 2019 al partido y al
candidato que se comprometa de una forma más completa a implementar estas políticas
en defensa de la vida, la familia y la libertad:
1. Defensa y
protección de la vida desde la concepción hasta la muerte natural. Implica
adoptar una postura activa para impedir y/o limitar cualquier iniciativa,
política, social, económica, educativa o de cualquier otra índole, contraria a
estos principios. También el no votar y/o vetar si llegase a presentarse el
caso, cualquier ley que atente contra el derecho a la vida desde la concepción,
incluyendo el aborto en cualquier de sus etapas, la manipulación de embriones,
la eutanasia, etc.
2. Derogar y
hacer derogar los protocolos para la mal llamada interrupción “legal” del
embarazo.
3. Elaborar
políticas públicas transversales de ayuda y acompañamiento a la mujer
embarazada y a la maternidad, con especial foco en aquellas que se encuentran
con un embarazo inesperado y en condiciones socioeconómicas adversas y/o de
vulnerabilidad.
4. Garantizar la
protección a la niñez. Trabajar por erradicar la pobreza, la desnutrición, el
trabajo infantil, y todo tipo de manipulación ideológica de la niñez durante su
educación, salvaguardando el derecho y deber primario de los padres en la
educación de sus hijos.
5. Garantizar
por ley una educación libre de ideología y/o perspectiva de género. Que se
respete el derecho a los padres a educar a sus hijos según sus valores y se
garantice que los colegios eduquen de acuerdo a su ideario institucional.
6. Garantizar
por ley que se prohiba la entrada en los colegios e institutos, sin la
autorización expresa de los padres, de grupos, asociaciones y profesionales
ajenos a la comunidad educativa que impartan contenidos en materia de valores,
ideología y contenidos afectivo-sexuales contrarios a los principios morales de
las familias y al Ideario institucional del centro educativo.
7. Coadyuvar al
desarrollo de la familia formada por el matrimonio entre hombre y mujer, como
célula básica de la sociedad. Derogando las leyes que igualan otras uniones al
matrimonio entre hombre y mujer.
8. Crear un
Ministerio de la Familia anclado en los principios antedichos, y de aquellos
que le dieron ser a nuestra Nación.
9. Derogar todas
aquellas leyes que atentan contra los principios ya señalados, y que hayan sido
impulsadas con objetivos ideológicos, cualquiera sea su origen, tales como: violencia
de género, identidad de género, promoción de “derechos LGTB”, educación sexual,
reivindicación del terrorismo nacional e internacional, entre otras, que
conculcan los derechos de las personas que no se someten a sus dictados y
adoctrinan a los niños en un “relato oficial” ajeno a la verdad histórica.
10. Incentivar
la promulgación de leyes que suplanten las derogadas, y que busquen dar una
respuesta concreta a los problemas reales que afectan a la Nación.
11. Suprimir las
subvenciones a organizaciones abortistas, “feministas” y “LGTB” dirigidas a
difundir o adoctrinar en favor del aborto, de la ideología de género, de la
dictadura del relativismo y de la “cultura de la muerte” en general. Adoptar,
además, una postura activa de restricción respecto a organizaciones que, con
sede en la Argentina, reciben subvenciones del extranjero, con la finalidad de
implementar políticas abortistas, del feminismo ideológico y promoción de la
ideología de género.
12. Defender y
promover los valores tradicionales y fundacionales de la Patria así como
también la Ley Natural, cuyo origen está en Dios, fuente de toda razón y
justicia, y que nunca pueden quedar sometida a la voluntad de mayorías
populares, parlamentarias o de otro tipo. Los valores de carácter absoluto que
hacen a la dignidad de la persona y al bien común no pueden estar sujetos al
debate y al voto, pues son inmutables y ningún poder humano tiene facultad para
conculcarlos. El régimen republicano de gobierno no consagra una democracia
relativista o individualista sino precisamente un gobierno de la ley, sea la
misma de orden natural o positivo.
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