abre otra grieta de valores en el Congreso
Por Mauricio
Cantando
La Política on
line, 4/08/2022
El 10 de agosto,
los asesores de la Comisión de Salud de la Cámara de Diputados se reunieron
para evaluar los proyectos de ley que proponen autorizar la eutanasia, como se
conoce al derecho de un paciente a pedir asistencia para morir.
Está vigente en
Argentina de forma pasiva, que habilita a un paciente a negarse a recibir una
medicación indicada, práctica conocida como "muerte digna".
El temario de
asesores evaluó dos proyectos presentados el año pasado para ampliarlo en forma
"activa", o sea, la posibilidad de solicitar y recibir ayuda médica
para morirse.
Uno lo presentó la
oficialista Gabriela Estévez y otro de la radical Jimena Latorre, que también
firman su correligionario Alfredo Cornejo (ahora senador) y Alejandro Cacace,
de Evolución radical.
En cualquier otro
asunto, este escenario vaticinaría una rápida sanción de un texto unificado.
Pero no será el caso, porque la eutanasia es otro tema que divide
transversalmente a las fuerzas políticas y amenaza con una grieta de valores,
de esas que no se saben bien cuando y cómo terminan.
La más recordada
es la que suscitó el debate por la ley aborto, sancionada en diciembre de 2020.
La eutanasia, que rige en Colombia desde 2015 y se debate en la mayoría de los
países de América Latina, plantea un escenario similar: hay una postura a favor
que levanta la bandera de las libertades individuales y otra que se opone por
considerar que se altera el derecho a la vida, consagrado en la Constitución.
Entre estos
últimos aparecen lobbys religiosos de los más variados cleros, que defienden la
vida humana desde la concepción hasta la muerte natural, sin chances de alterar
ninguno de esos procesos.
Son los que
durante el debate del aborto se agruparon en Unidad "ProVida" y se
identificaban con pañuelos celestes. Rivalizaban con las organizaciones a favor
de aquella ley ya sancionada, referenciadas atuendos verdes.
La comisión de
salud tuvo una reunión de asesores para tratar dos proyectos sobre eutanasia:
uno de la oficialista Gabriela Estévez y otro de la radical Jimena Latorre. Una
diputada del PRO los acusó de buscar el descarte humano.
La comisión de
Salud la preside la socialista Mónica Fein, quien debió reunir a los asesores
por un pedido de Latorre, pero por ahora no tiene en agenda la eutanasia para
un plenario de los diputados.
Ocasionaría una
grieta transversal e incómoda en tiempos de crisis económica y cercanos a una
elección presidencial. Ya hubo indicios de esa disputa. En abril, el diputado
del interbloque federal Alejandro "Topo" Rodríguez, cruzó a Cornejo
cuando presentó en el Senado el proyecto de eutanasia, que denominó ley
"para una buena muerte".
"Estoy
totalmente en contra y voy a trabajar para que en Argentina no rija una ley
así", anunció el "Topo" en twitter. La semana pasada, en la
misma red social, la diputada del PRO Dina Rezinovsky, cercana a las iglesias
evangélicas, repudió la reunión de asesores en la comisión de Salud.
"Tratar en el
Congreso la eutanasia mientras miles de argentinos caen cada día bajo la línea
de la pobreza (incluso aquellos con trabajo en blanco), cuando la inflación y
dólar suben todos los días y los jubilados la pasan mal, es de un cinismo total
por parte de TODA la política", posteó, sin hacer diferencias partidarias.
Y sostuvo que ley
de cuidados paliativos, sancionada por unanimidad hace un mes, hace innecesario
legislar sobre eutanasia. Fue impulsada en el Senado por el radical Mario Fiad,
quien como presidente de la comisión de Salud lideró el rechazo al aborto en
2018 y 2020.
"La ley de
cuidados paliativos fue pensada para acompañar aquellas personas que atraviesan
diagnósticos terminales y/o crónicos. No hay urgencia ni motivos para tratar
una ley de eliminación de humanos. La cultura del descarte lo está volviendo a
hacer", agregó Rezinovsky.
Pero Estévez y
Latorre no piensan así y ya buscan voluntades en sus bloques para alcanzar una
mayoría. "Hay que entender que la eutanasia no rivaliza con la medicina
curativa ni paliativa. Aparece cuando las dos fracasaron", respondió la
mendocina, en una entrevista radial.
Los proyectos son
muy parecidos: contemplan la opción de solicitar y recibir "la prestación
de ayuda para morir" ante enfermedades graves e incurables o un
padecimiento crónico e imposibilitaste, en alusión a personas que tengan
limitaciones sobre su autonomía física.
Ambos crean una
comisión médica encargada de evaluar si se cumplen esas condiciones, con plazos
de entre 10 y 15 días. Pero Latorre propone que la integren profesionales de
las provincias, que tienen a cargo brindar el servicio de salud; y Estévez
diseña una estructura nacional nueva.
La cordobesa
bautizó su proyecto "ley Alfonso", en homenaje a Alfonso Oliva, quien
murió en 2019 víctima Esclerosis lateral amiotrófica (ELA), la enfermedad que
padece el ex senador del PRO Esteban Bullrich. La familia de Oliva contó que
Alfonso decía que hubiera preferido elegir el momento de su muerte y la
diputada convirtió ese deseo en una iniciativa de ley.
Otra diferencia es
la edad permitida para elegir morir: Estévez la ubica en los mayores de edad y
Latorre toma los parámetros de autonomía del Código Civil, que habilita a
decidir sobre su cuerpo a personas de 16 y la chance de que a los13 se preste
consentimiento a sus progenitores.
Esta variante
también fue tomada para la redacción original de proyectos sobre la
interrupción voluntaria del embarazo, pero luego se eliminó para tener más
votos.
Otra coincidencia
es que se contempla la objeción de conciencia individual e institucional, para
que los médicos que no quieran practicar la eutanasia puedan ser reemplazados
y los dueños de las clínicas vinculadas
a las iglesias la prohíba.
Fue la concesión
legislativa clave de los verdes en 2020 para lograr que el aborto sea legal.
Latorre confía en que la ley de eutanasia también conseguirá una mayoría
parlamentaria.
"Después del
divorcio vincular, el matrimonio igualitario y el derecho a la interrupción
voluntaria del embarazo, no debería discutirse la autonomía de la voluntad. Una
interpretación armónica de la Constitución hace que el final de la vida sea
regido por este derecho", sostuvo.
Consideró que no
hace falta un debate extenso ni esperar un momento político óptimo, porque
"cada día que pasa hay un paciente que sufre". Por ahora, el
tratamiento de las leyes que habilitan la eutanasia no tiene fecha de inicio. Y
ya abrió una nueva grieta.