con los abortos
reducidos a la mitad
Tommaso
Scandroglio
Brújula cotidiana,
17-11-2021
Se llama “Impacto
inicial de la Ley núm. 8 del Senado de Texas sobre los abortos y en las
instalaciones fuera del Estado” y es una investigación desarrollada por el
Texas Policy Evaluation Project (Proyecto de Evaluación de Políticas de Texas)
de la Universidad de Austin. La investigación nos informa que en septiembre de
2021 los abortos se han reducido a la mitad en comparación con septiembre de
2020.
El 1º de
septiembre de 2021 entró en vigor la ley n° 8 de Texas (SB8) que prohíbe el
aborto tras la detección de actividad cardíaca embrionaria que puede estar
presente desde la sexta semana de embarazo. La ley permite denunciar a las autoridades a todas
aquellas personas que “ayuden y animen” a abortar después de este plazo. La
mujer, en cambio, está exenta de sanción. Como es bien sabido, la Corte Suprema
se había negado a bloquear la ley como lo solicitó la administración de Biden.
Otro doble recurso está pendiente en el mismo Tribunal.
Volviendo a la
investigación, el estudio nos informa que “en total, se realizaron 2.164
abortos en septiembre de 2021 y 4.313 en septiembre de 2020, una disminución
del 49,8%”. Cabe señalar que en cambio hubo un aumento del 28% en agosto de
este año en comparación con el año anterior porque, sabiendo que la ley
entraría en vigor pronto, las mujeres se apresuraron a abortar antes.
Es interesante
evidenciar que la disminución actual supera a las registradas por leyes
similares aprobadas también en Texas. El porcentaje del 50%, por ejemplo, es
superior al de 2013 cuando otra ley de Texas estipulaba que, para realizar un
aborto, la clínica no debía estar demasiado lejos de un hospital para que, en
caso de complicaciones para la madre, se pudiese intervenir con prontitud.
Luego, más de la mitad de las clínicas de aborto cerraron y cayeron un 13%.
También el año pasado hubo una disminución sustancial de los abortos, cuando un
decreto ejecutivo de marzo de 2020 prohibió la práctica por un período de 30
días desde el inicio de la pandemia de Coronavirus. La caída entonces fue del
38%.
El estudio también
señala que muchas mujeres texanas que quieren abortar se verán obligadas a
viajar a los estados vecinos, como Arkansas, Luisiana, Nuevo México y Oklahoma.
Sin embargo, “hay un número limitado de instalaciones que brindan servicios de
aborto en los estados vecinos, lo que podría dificultar que estas instalaciones
satisfagan la creciente demanda de los pacientes”, indica el documento. De
hecho, los investigadores destacaron un aumento de los tiempos de espera en
estas clínicas, señal de que la concurrencia solo en el mes de septiembre ya
había experimentado un aumento.
Un provida podría
objetar comprensiblemente: esta ley es inútil ya que las mujeres de todos modos
irán a abortar a otros lugares. En decir, el problema solo se mueve un poco más
allá.
Respuesta.
Primero, es bueno que al menos Texas esté comenzando a eliminar las manchas de
sangre causadas por el aborto, a pesar de que la práctica aún no está prohibida
por completo. Si no puede limpiar toda la acera, al menos preocúpese por la
pieza que está frente a su casa.
En segundo lugar,
se envía un importante mensaje educativo y cultural: el aborto es un delito. Un
mensaje que también podría ser bien recibido por otros estados.
En tercer lugar, a
veces, incluso si uno no logra prevenir el mal, es bueno obstaculizarlo. Entonces
es bueno obligar a las mujeres a ir a otros estados, es bueno dificultar los
abortos.
Por último, no se puede descartar que obligar
a las mujeres a trasladarse a otros estados, en donde los tiempos de espera son
lo suficientemente largos, puede provocar una disminución en el número de
abortos. De hecho, el tiempo de espera juega a favor de la vida: la mujer tiene
más tiempo para reflexionar y no se puede descartar que alguna lo piense mejor.