en el Comunicado Final
By Rebecca Oas, Ph.D. | August 30, 2019
(C-Fam). Los líderes del G7, compuesto por los
países económicamente más poderosos del mundo, rechazaron la recomendación de
un comité asesor de que el lenguaje del aborto se incluya entre los comunicados
finales del grupo.
Este es el segundo año consecutivo
en que los gobiernos rechazan el lenguaje del aborto del Consejo Consultivo de
Género del G7.
El Consejo Consultivo hizo
un llamamiento a la acción exigiendo que los gobiernos garanticen “el ejercicio
de la salud y los derechos sexuales y reproductivos, incluido el acceso a la
anticoncepción moderna y a la información y los servicios de aborto
seguro”. En un conjunto más detallado de
recomendaciones, el Consejo describió el acceso al aborto “seguro” como “un
derecho fundamental”, y elogió las leyes de Canadá por no tener límites
gestacionales. Citaron esto como acorde
con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud de tratar el
aborto “como cualquier otro procedimiento médico y no como un proceso legal”.
El Consejo también instó a
las naciones a seguir el ejemplo de Francia y promulgar leyes contra la
“desinformación sobre el aborto seguro” que se ofrece en Internet. Tales leyes pueden ser utilizadas para atacar
a los centros para embarazos en crisis y otros sitios pro-vida que advierten
contra los daños del aborto.
El Consejo fue establecido
el año pasado durante la presidencia canadiense del G7, y continuó bajo la
presidencia francesa, y está compuesto por un grupo de activistas
independientes, académicos y expertos. Sus recomendaciones se publicaron como
anexo a los documentos oficiales de la cumbre del G7. Aunque entre sus miembros se encuentran
algunos funcionarios del gobierno, entre ellos el embajador de Estados Unidos
en Francia, la presentación de sus recomendaciones incluía una cláusula de
exención de responsabilidad en el sentido de que no debía considerarse como “un
documento de recomendaciones aprobadas por los gobiernos”.
Sin embargo, los defensores
del aborto se sintieron frustrados una vez más al quedar al margen de los
resultados oficiales. Antes del inicio
de la cumbre, el grupo feminista W7 publicó un editorial quejándose de que
“ninguna asociación feminista se sentará a la mesa de negociaciones con los
líderes del G7”. En su lugar, publicaron
una “declaración de género alternativo” insistiendo en que “todos los
compromisos” deberían incluir “la salud y los derechos sexuales y
reproductivos”.
Cuando terminó la cumbre, el
W7 no quedó impresionado: “Francia no ha incorporado una diplomacia feminista
dentro de este G7 y varias cuestiones clave de igualdad de género no han sido
incluidas en la agenda de los líderes del G7”.
Francia no es la única
nación que se enfrenta a las críticas feministas. Antes de la cumbre, el
director del Grupo de Investigación del G7 en la Universidad de Toronto predijo
que aunque en declaraciones anteriores del G7 se hubiera incluido un lenguaje
sobre “derechos sexuales y reproductivos”, “parece poco probable que se haga lo
mismo en Biarritz, estando Trump en la mesa de la cumbre y dadas las políticas
regresivas de su administración sobre el tema”.
Katja Iversen, dos veces
miembro del Consejo Asesor de Género y presidente de la organización pro-abortoWomen
Deliver,reconoció la exactitud de esa afirmación. “¡No se incluirá!”, dijo en Twitter.
Otro miembro del consejo fue
Phumzile Mlambo-Ngcuka, directora ejecutiva de ONU Mujeres. En anteriores comentarios realizados en el
G7, hizo un llamamiento a los gobiernos para que “garanticen la salud para
todos, incluyendo la salud y los derechos sexuales y reproductivos”. Mlambo-Ngcuka e Iversen también fueron
coautores de un artículo de opinión publicado en el diario The Guardian,donde
denunciaron leyes recientes que “niegan los derechos sexuales y reproductivos”.
A modo de explicación, los autores enlazaron esta publicación con otro artículo
de The Guardiansobre C-Fam.
Estados Unidos asumirá en
2020 la presidencia del G7, encabezada por el presidente Trump.