CON EL SUICIDIO ASISTIDO.
Por Carlos Alvarez Cozzi
Hace algunos años, al
principio de este siglo, todo comenzó con la legalización de la eutanasia para
mayores de edad que padecieran enfermedades graves o tuvieran sufimientos
intolerables.
Luego le siguió la
legalización del suicidio asistido para menores de edad, un verdadero horror, en
determinadas situaciones y con autorización de los padres si se trataba de
menores de 16 años, y sin él para los que fueran mayores de esa edad.
Cuando escribimos de
ello afirmamos que esto no terminaría en ese punto. Y los hechos
lamentablemente nos están dando la razón. Porque como siempre sucede con la
legislación antivida, es insaciable. Ahora van por más y el Gobierno de Holanda
pretende expandir la asistencia al suicidio para incluir a aquellas “personas que sientan que su vida llegó a
su fin y deseen morir”, incluso si no están enfermas, han informado los
ministros de Sanidad y Justicia de ese país en nota al Parlamento holandés.
“Las personas que estén convencidas de que su vida terminó
deberían poder ponerle fin de una forma digna, de acuerdo a unos criterios estrictos
y cautos”, han escrito ambos ministros en un comunicado.
Dado que el sentimiento
de “vida realizada se presenta principalmente en las personas de edad”, el
nuevo sistema les estará reservado, afirmaron los dos ministros, sin precisar
no obstante una edad específica. La ley holandesa de eutanasia de 2002
actualmente sólo permite la muerte voluntaria si el paciente padece una
enfermedad incurable, sufre dolores insoportables y expresó claramente que
desea morir.
El Gobierno de coalición
holandés solicitó en 2014 un informe a un comité de especialistas, que se
encargó de valorar la viabilidad legal y los dilemas sociales que supondría
despenalizar el suicidio asistido a personas que piensan que “su vida está
completa”, informaba Efe
No se sabe cuándo se
redactará el borrador de la nueva ley ni cuando se someterá a votación, indicó
la misma agencia. Actualmente, un paciente debe cumplir ciertos requisitos para
solicitar la eutanasia, entre los que se encuentra que al menos dos médicos
confirmen que el enfermo padece de un sufrimiento inaguantable y sin
perspectivas de mejora.
La propuesta de suicidio
asistido libre será analizada por el Parlamento el próximo año, pero en marzo
se han celebran elecciones en Holanda, de forma que estará en las manos del
nuevo Ejecutivo aprobarla o rechazarla.
Es el relativismo en
toda su expresión. La cultura de la huida y del descarte institucionalizada y
entronizada parece reinar en el Reino de Holanda, agravando aun mas la grave
crisis demográfica del continente europeo.
Es el hombre
autorreferencial, que pretende disponer de su vida como de algo que se consume
en la sociedad capitalista. En este caso el producto de consumo es la propia
muerte!!!
Cuando no se reconoce
el valor de la vida, la dignidad suprema de ésta y que se trata de un don
recibido y no de algo a disponer como si fuera una cosa, suceden este tipo de
fenómenos.
Estamos convencidos
que sólo volviendo la legislación al respeto del Bioderecho personalista es que
podrá ponerse fin al desvarío que comentamos.