por la Vida, la Libertad y la Dignidad
manifiesta su rotundo rechazo a la nueva ley del aborto
(InfoCatólica)
11-01-23
Jaime Mayor Oreja,
impulsor de NEOS, ha abierto el acto en el que estaban representadas más de un
centenar de asociaciones, recordando que «la defensa de la vida es la piedra
angular, el fundamento de cualquier alternativa cultural basada en los fundamentos
cristianos, de la misma manera que el aborto, su legalización y legitimación,
han sido el arranque de este actual e implacable desorden social».
Josep Miró,
coordinador de la Asamblea por la Vida, la Libertad y la Dignidad ha tomado
después la palabra para leer el manifiesto «Por la vida contra las malas leyes»
adjunto a esta nota de prensa. En él, Miró ha subrayado que en España «está más
protegida la cría del urogallo que la del ser humano. Está más controlado por
la Administración, una tala de árboles que un aborto. En nuestras calles cada
vez se ven más perros con abrigo y menos niños». A este respecto, el
coordinador de la Asamblea de Asociaciones por la Vida se preguntaba «¿Qué
sociedad estamos construyendo, qué valores estamos viviendo como ciudadanos,
padres y madres?» llamando a rechazar las malas leyes como la que se quiere
aprobar sobre el aborto.
Por su parte,
Luisa María González, vicepresidenta del Colegio de Médicos de Madrid, ha
puesto en valor la importancia del encuentro paciente – médico para descubrir
las obligaciones de los médicos, con primacía singular del deber de preservar
la vida. González insistía en esa especial relación que «es el escenario de
nuestro mayor compromiso con la persona, que pone su vida en nuestras manos,
con la confianza en que será protegida y cuidada con ciencia y humanidad. Los
médicos somos los defensores de los pacientes, por encargo de la sociedad». La
vicepresidenta del Colegio de Médicos ha subrayado que «los médicos sabemos que
hay cosas que no debemos hacer. La garantía de nuestra identidad profesional
más auténtica es actuar siempre con ciencia y con conciencia, en beneficio de
cada ser humano.»
El encuentro ha
reunido además a distintas personalidades de la sociedad civil que han querido
acompañar a los ponentes como Carmen Fernández de la Cigoña, directora del
Instituto CEU de Estudios de la Familia y miembro de la ACdP, Alicia Latorre,
presidenta de Cada Vida Importa, María San Gil, miembro de NEOS, Ana del Pino,
coordinadora ejecutiva de la Federación Europea One of Us e Ignacio García
Juliá, presidente del Foro de la Familia, entre otros.
Las organizaciones
participantes en el acto de hoy asumen el compromiso de continuar trabajando de
manera unida y conjunta para la defensa de la dignidad de cada vida humana y de
la libertad de todos. Esta unión y compromiso firmes se mantendrán vivos y
activos hasta conseguir revertir estas leyes perversas que atentan contra todos
los españoles y abandonan a la mujer en su maternidad, acaban con la vida de
sus hijos y atacan a la familia.
Manifiesto
Por la vida contra
las malas leyes
A todas las
personas de buena voluntad y a sus familias, a la sociedad española, a sus
instituciones y asociaciones, a los partidos y las instituciones políticas, a
los gobiernos autonómicos y al gobierno de España. ¡Escuchad y obrad en
consecuencia!:
La vida es el
primero y más fundamental de los derechos por la sencilla razón de que sin ella
ningún derecho humano es posible. Pero la vida está cada vez más gravemente
amenazada en España. Porque se impide violentamente el nacimiento del ser
humano engendrado que, a pesar de su existencia real y tangible, no tiene
ningún reconocimiento por parte de la ley; de las malas leyes.
Tiene derecho a la
herencia, pero al mismo tiempo carece de toda protección para poder nacer. Más
de 90.000 niños han sido muertos en el 2021 por la vía del aborto, y esto a
pesar de que en España y en aquel mismo año, solo han nacido poco más de
300.000.
Es una masacre y a
la vez un suicidio demográfico, que carece de toda explicación racional. Está
más protegida la cría del urogallo que la del ser humano. Está más controlado
por la Administración una tala de árboles que un aborto. En nuestras calles
cada vez se ven más perros con abrigo y menos niños.
¿Qué sociedad
estamos construyendo, qué valores estamos viviendo como ciudadanos, padres y
madres? No podemos seguir por este camino. No podemos aceptar malas leyes como
la que quieren aprobar sobre el aborto, que encima profundiza todos los males
anteriores.
Pretenden que el
aborto sea un derecho, pero no existe tal condición para un acto dirigido a
poner fin a la vida humana. Existe el derecho a la vida, y no el derecho a
suprimirla.
No hay ayudas para
las madres embarazadas, pero el aborto en clínicas privadas está subvencionado
al 100%. Y no solo eso. La nueva ley, niega todo periodo de reflexión y el
facilitar información de posibles alternativas a la mujer que considera
abortar.
Como viene siendo
común en las leyes de este gobierno, se ataca a la patria potestad impidiendo
toda autoridad de los padres hacia sus hijos mayores de 14 años. Necesitan
permiso paterno para salir de excursión con la escuela, pero no para abortar.
¿Qué persona razonable puede entender todo esto?
La ley vulnera
derechos constitucionales; no les importa. También lo hacía la ley precedente,
pero el recurso de inconstitucionalidad que lo planteaba ha dormido once años
en el Tribunal Constitucional sin llegar a resolverse. Por eso no les importa.
Es una evidencia más de cómo el atentado sistemático contra la vida humana
obliga a atacar otras libertades, derechos y garantías constitucionales para
poder mantenerse.
Pero siendo la más
grave, el aborto no es la única amenaza a la vida. En plena pandemia se cometió
la atrocidad de aprobar una ley sobre la eutanasia, negando al mismo tiempo el
dotar de los recursos necesarios para los cuidados paliativos a fin de que todo
el mundo pueda ser atendido. ¿Qué hipócrita libertad es esta que da a escoger
entre morir sufriendo o que vengan y te maten? Exigimos la derogación de esta
ley, y que los cuidados paliativos alcancen a toda la población sin diferencias
sociales ni de ingresos.
Y reclamamos el
ejercicio efectivo del derecho a la libertad de conciencia, para que los
médicos que realmente cumplen con el juramento hipocrático, no se vean
señalados y discriminados por los poderes públicos.
A pesar de que los
suicidios se han convertido en un problema grave, este gobierno ha legalizado
el suicidio asistido, en una demostración que su ideología pesa más que el
derecho a la vida.
Todo esto engendra
violencia porque el menosprecio a la vida humana siempre la engendra. ¿Quién se
puede extrañar entonces que violencias de todo tipo crezcan en nuestra
sociedad?
Rechazamos este
estado de cosas. Alzamos la voz sin miedo para señalar y declarar la indignidad
de quienes contribuyen a todo ello, y también para recordar que los tibios
serán vomitados por su tibieza.
Nos comprometemos
firmemente a trabajar por la vida y su dignidad, e igualmente por la libertad,
que siempre va aparejada al respeto por la vida.
Porque los que van
contra la vida, como se está viendo, tienen al mismo tiempo que cercenar otras
libertades, como la de conciencia, la de reunión, y la de expresión.
Nos comprometemos
a actuar conjuntamente por encima de otras diferencias que nos separen de
creencia, de razón política, o de interés. Actuar conjuntamente para
organizarnos a fin de terminar con este estado de cosas.
Vamos a construir
la sociedad de la vida digna, dónde esta sea celebrada y no proscrita, acogida
y no rechazada, cuidada y no abandonada a su suerte. Una vida digna para todos,
con independencia de cuál sea su estado y su grado de dependencia, de manera
que todos aquellos que para vivir necesitan de la ayuda y de los medios
adecuados, reciban de acuerdo con sus necesidades. Comenzando por el ser humano
engendrado.
La alternativa al
aborto, a la eutanasia, al suicidio asistido, es la de la sociedad donde toda
vida puede ser vivida en su plenitud de acuerdo con la dignidad inherente a
todo ser humano.
Por la vida, su
dignidad y la libertad. En Madrid, a 10 de enero del 2023