El artículo del jesuita Rafael Velasco, publicada en el Suplemento de LA VOZ DEL INTERIOR -con motivo de la beatificación de Juan Pablo II-, me merece los siguientes comentarios:
Si Velasco conociera el derecho canónico sabría que, previo a la beatificación de una persona, es preciso comprobar un milagro debido a su intercesión.
Si Velasco tuviera la fe de los católicos, sabría que a los milagros los hace únicamente Dios.
Si Velasco supiera medicina, sabría que el mal de Parkinson en una enfermedad incurable, crónica y progresiva.
Si Velasco pudiera ver, habría comprobado el milagro con sus propios ojos, pues la monja vestida de blanco que acercó al altar la reliquia de Juan Pablo II, tenía un parkinson avanzado del cual está completamente curada.
Si Velasco pudiera razonar, se habría dado cuenta que Dios hizo el milagro, en el momento en que consideró oportuna la beatificación de Juan Pablo II.
Si Velasco tuviera sentido común, comprendería que entre la opinión de Dios y la suya, ésta última además de errada resulta irrelevante.
¿Quo vadis Rafael Velasco?
Jorge Scala
D.N.I. 12.888.517
9 de Julio 53, 3° Piso, Dpto. 11
5.000 – Córdoba
