DON BOSCO

DON BOSCO
"BUENOS CRISTIANOS Y HONRADOS CIUDADANOS"

EL CASO DE LAS ASOCIACIONES CON "UNA DISCIPLINA NO CONFORME CON EL NOMBRE CRISTIANO NI CON LA SALUD PÚBLICA" (RN, 37)


Observaciones sobre un elemento "menor" de Rerum novarum

SE Mons. Giampaolo Crepaldi
Observatorio Internacional Cardenal Van Thuan, 17-6-2016


No siempre es fácil distinguir entre los elementos menores y mayores de un texto. Con el tiempo cambia la perspectiva y lo que antes era considerado mayor puede ser visto posteriormente como menor, y viceversa. En ocasión de este 125 aniversario (1891-1916) de la importante encíclica de León XIII, me gustaría detenerme sobre un aspecto que, en mi opinión, ha sido considerato menor y precisamente por esto se ha descuidado u olvidado. 

Hay muchos aspectos olvidados de la encíclica leonina. No son tan claros como muchos otros, son más humildes o sumisos y por lo tanto corren el riesgo de ser arrinconados. Es más: a veces son arrinconados porque son poco "correctos" respecto al pensamiento de muchos intérpretes que hoy están de moda. Aspectos considerados menores porque son incómodos en otros aspectos. Como sucede tal vez con el que voy a tratar, intentando atraer la atención sobre él.



El asociacionismo obrero y católico en particular 

Uno de estos aspectos menores es la propuesta de León XIII a los obreros, y a los obreros católicos en concreto, de organizarse para defenderse de las "cosas nuevas" ( Res novae ) que la sociedad industrial y las ideologías que la animan han traído consigo. Rerum novarum dedica a esto los párrafos finales.

Ante todo, se dice que el derecho de asociación es natural y que las asociaciones entre ciudadanos preceden al estado. Tienen carácter privado si sus fines son privados y público si su fin es el bien común. También las asociaciones de la Iglesia tienen que gozar de este derecho, pero a veces el estado de la época confiscaba sus bienes y las privaba de personalidad jurídica, actitudes que Rerum novarum crítica con firmeza. El derecho de la Iglesia se funda, por lo tanto, también en el derecho natural y no en un privilegio eclesiástico.

Quisiera hacer observar, de pasada, dos aspectos interesantes respecto a este punto. La distinción entre asociaciones privadas, cuyo fin es el bien de los socios, y sociales, dirigidas al bien común y, por consiguiente, con valor público, tiene actualmente gran importancia. En la confusión actual entre derecho privado y derecho público [1] , el confín ya no está tan claro. 

La familia, por ejemplo, debería ser considerada una sociedad natural (y, por lo tanto, originaria y estructuralmente ordenada al bien común y necesitada de protección política en cuanto tal), pero a menudo es considerada una agregación social privada y, por consiguiente, desvinculada de cualquier referencia al bien común por lo que no es merecedora de reconocimiento jurídico y de protección pública. 
Aquí tiene su origen, también, la legislación que prevé el reconocimiento jurídico de las parejas homosexuales en cuanto "agregación social" (artículo 2 de la actual Constitución italiana), y no en cuanto "sociedad natural"(artículo 29). León XIII hacía esta distinción sobre la base del concepto "fin": un fin público o un fin privado, pero la concepción de fin a la que está vinculada la noción de derecho hoy ha sido abandonada y sustituida con la de derecho individual y subjetivo, independientemente del fin que, valiéndose de estos derechos, se quiere alcanzar [2]. 

Al centrarse en los derechos y no en el fin es imposible distinguir entre público y privado y, por lo tanto, entre asociaciones cuyo fin es el bien común y asociaciones cuyo fin es el bien individual de sus socios.

El segundo aspecto notable de este pasaje de Rerum novarum es que los derechos de las asociaciones católicas y, por lo tanto, de la propia Iglesia ante el estado dependen del derecho natural de asociación. La Iglesia pertenece a la sociedad civil que, dice la encíclica, precede al estado. Sin duda el estado puede prohibir el ejercicio de estos derechos que lo preceden cuando éstos ponen en peligro otros bienes públicos como la justicia o la paz, pero no puede intervenir arbitrariamente conculcando el derecho natural de asociación de las personas, de las familias y de los grupos sociales intermedios. 
También hoy la Iglesia reivindica en muchas partes del mundo esta libertad, fundada sobre el derecho natural y se opone a la violencia, a la discriminación ya las tropelías de los poderes políticos respecto a sus asociaciones. Sin embargo, esta justa perspectiva no debe confundirnos e inducirnos a equiparar los derechos de la Iglesia católica hacia el estado con los de cualquier otra asociación o confesión religiosa. Sería una reducción de la justa pretensión de la Iglesia católica que, de hecho, no sólo tiene el derecho de ser respetada por el estado en el ámbito de la sociedad civil, sino que tiene también el derecho de orientar el estado hacia el verdadero bien de la sociedad, al ser ella la depositaria y la conservadora del propio derecho natural, al que apela para defender las propias asociaciones de la injerencia del estado.

  

Sin embargo, con todo esto no hemos llegado aún al aspecto "menor" que nos interesa. El asociacionismo, sigue Rerum novarum , se ha difundido mucho también entre los obreros, algo legítimo y deseable. Pero León XIII advierte de un peligro: a veces estas asociaciones están "dirigidas por jefes ocultos, los cuales imponen una disciplina no conforme con el nombre cristiano ni con la salud pública". 

He aquí la propuesta del Papa: "En este estado de cosas, los obreros cristianos se ven ante la alternativa o de inscribirse en asociaciones de las que cabe temer peligros para la religión, o constituir entre sí sus propias sociedades, aunando de este modo sus energías para liberarse valientemente de esa injusta e insoportable opresión. ¿Qué duda cabe de que cuantos no quieran exponer a un peligro cierto el supremo bien del hombre habrán de optar sin vacilaciones por esta segunda postura?" (37).

Tras haber examinado las características que las asociaciones obreras deben tener para poder funcionar y alcanzar sus objetivos, León XIII vuelve al tema de las asociaciones "católicas" en el párrafo 40 y sostiene que, entre sus fines, además de resolver los problemas concretos de los obreros está también la evangelización: "De lo que se seguirá, además, otra ventaja: que se dará una esperanza y una oportunidad de enmienda no pequeña a aquellos obreros que viven en el más completo abandono de la fe cristiana o siguiendo unas costumbres ajenas a la profesión de la misma".

He aquí dos aspectos llamados menores que nos interesan de manera particular.

El primero dice que los católicos, cuando se asocian y se comprometen en la sociedad, no pueden colaborar con todos, contrariamente a lo que en general se sostiene hoy en día. De hecho, actualmente prevalece la idea de que el católico debe abrirse a la colaboración general, mientras que según León XIII, en cambio, así corre el riesgo de colaborar en la realización de objetivos equivocados, negativos tanto para el hombre como para la religión católica (y normalmente sabemos que las dos cosas van juntas). No basta que una asociación tenga unas finalidades buenas junto a otras malas para merecer la colaboración de los católicos. No se puede perseguir el bien haciendo el mal: por eso el católico, al no poder separar los fines buenos de los malos, no puede adherirse.

Me gustaría poner algunos ejemplos prácticos. En el campo de la asistencia internacional las ONG católicas acaban, a veces, colaborando con otras ONG o con organismos y agencias internacionales que no comparten la misma antropología. El compromiso con los derechos humanos tal como lo entienden estas ONG, extensible también a la denominada salud reproductiva, prevé la esterilización forzada y el aborto. La ONU ha asociado el Consenso del Cairo, que incluye precisamente la salud reproductiva así entendida y la extiende a la ideología de género, a la renovación de los objetivos del Milenio para el periodo 2016-2030 [3] . Esto significa que el compromiso por los derechos humanos (el acceso al agua potable o el acceso de las mujeres a la educación…) estará institucionalmente vinculado a la promoción del aborto, también químico. Es evidente que en estos casos se plantea el problema indicado más arriba: las ONG católicas, ¿pueden colaborar?

El problema se plantea aquí, en nuestras sociedades. El católico está convencido de que es necesario promover la igualdad entre hombre y mujer, pero no puede colaborar con asociaciones que deforman este discurso mediante un feminismo ideológico o la ideología de género. El católico sabe que tiene que comprometerse en la lucha contra el SIDA, pero no ayudando a asociaciones que lo hacen distribuyendo anticonceptivos –incluidos los llamados de emergencia que pueden ser abortivos– apoyando así a los grandes grupos farmacéuticos. La antropología cristiana no se lo permite. Sin duda, para una asociación católica es posible gestionar un proyecto de intervención social en colaboración con un Ayuntamiento, pero si esto implica apoyar una junta municipal que con sus políticas destruye a la familia la cosa pasa a ser ilícita.

Como puede verse, la advertencia de León XIII, si bien hoy es ampliamente ignorada, sigue siendo de gran importancia. Sólo aparentemente se trata de un aspecto menor. Creo que el cambio de perspectiva es debido sobre todo al cambio de la relación Iglesia-Mundo propugnado por algunas corrientes teológicas. Este no es el lugar adecuado para profundizar este aspecto, por lo que bastará dar alguna noción. Para algunos teólogos que no hacen referencia a los presupuestos filosóficos y teológicos de León XIII, el mundo es el lugar en el que Dios se revela en el camino de la historia de la humanidad al que también pertenece la Iglesia. 

Ésta, por consiguiente, debe estar plenamente en el mundo, aprender del mundo, caminar con todos sabiendo que en esta historia no nos es concedido nunca ver plenamente la verdad. Por este motivo desaparece la necesidad misma expresada por León XIII de tener asociaciones católicas que defiendan la perspectiva católica considerada en su conjunto. A esto se añade otro elemento, la atención a la persona. Visto que cada persona es una realidad muy compleja y que ninguna es completamente santa o pecadora, blanca o negra, buena o mala, nos debemos acompañar con todos, discerniendo mediante el diálogo los caminos que hay que seguir y las cosas que hay que hacer. Creo que es debido a estos dos motivos, aquí muy resumidos, por lo que hay católicos comprometidos en colaborar con asociaciones de tipo radical, que por un lado luchan por la justicia en las cárceles y por la otra por el derecho al aborto, sin entender la ilicitud de esta colaboración, es más, presentándola incluso como algo que el Evangelio requiere.

A todo cuanto dicho hasta ahora se puede añadir otro aspecto, hoy especialmente evidente. Los cristianos colaboran con muchas iniciativas de solidaridad y de humanismo horizontal sin contribuir a que éstas se eleven al nivel vertical y transcendente. Es el caso de la militancia católica en favor del ambiente o de la paz, que llevan a cabo también en colaboración con otras organizaciones que dan una versión naturalista del ambiente y una versión sociologica, pero no espiritual, de la paz. 

¿Los católicos no deben colaborar? Es necesario decir que en ciertos casos el compromiso en favor del ambiente y de la paz está talmente lleno de significados partidistas de tipo panteísta, naturalista, político e ideológico que una colaboración resulta muy difícil. Es posible en algunos casos, a condición de que los católicos no se olviden de aportar su especificidad. Para la ecología esta especificidad consiste en hablar no de la naturaleza, sino de la creación; para la paz, esta especificidad consiste en decir que el mundo no puede conseguir la paz por sí mismo.

La evangelización como fin último

El segundo elemento del pasaje de Rerum novarum mencionado antes es su finalidad evangelizadora. En este pasaje León XIII presenta la Doctrina Social de la Iglesia y la acción social y política por ella inspirada como "instrumento de evangelización", como dirá posteriormente Juan Pablo II [4] . Ciertamente, no se trata de hacer proselitismo, es decir, intercambiar la solidaridad social, que hay que dar a todos, con la adhesión a la religión católica, sino de dar testimonio y de anunciar, también dentro de la acción social y económica, la fe católica en todas sus exigencias. 

Es interesante el hecho de que aquí el Papa habla tanto del arrepentimiento moral como del arrepentimiento religioso que los obreros católicos podrían inducir en sus compañeros de trabajo, manteniendo por lo tanto unidas ambas cosas. Hoy, después del llamado "cambio antropológico", ya no se dice esto porque daría la impresión de que la fe religiosa es algo que emplea para su propio uso las dimensiones humanas de la existencia, a partir de las cuales se debe pensar después la fe cristiana, y no lo contrario. Sin embargo, ésta no era la idea de León XIII.

Es necesario entonces que profundicemos brevemente la alusión hecha acerca del proselitismo. Trabajar en la sociedad sólo para los católicos, dar asistencia sólo a los católicos e inducir a hacerse católico para usufruir de ayudas y beneficios sería una forma inaceptable de proselitismo. Si una asociación católica que distribuye comidas a las personas sin hogar lo hiciera sólo para quien se declarara católico sería proselitismo. La caridad cristiana no se hace sólo a los "asociados" o a los "inscritos". Esto es verdad, pero con dos aclaraciones.

Abrirse a la caridad para todos no quiere decir autocensurar la propia identidad católica. La asociación que distribuye comida a los necesitados no debe esconder que es católica y tampoco el hecho de que lo hace porque es católica; no debe quitar de las paredes los símbolos católicos y, una vez haya establecido una relación humana con los beneficiarios, no debe evitar hacerles la propuesta católica, no como condición para beneficiarse de los servicios, sino como fruto y desarrollo de un encuentro.

La segunda aclaración desarrolla lo que he dicho hasta ahora. Pensar en influir sobre las costumbres y las leyes de una sociedad, sobre los procedimiento y las elecciones políticas es interpretado, a menudo, como bajo proselitismo, como intento de coger partes del poder "católico", como voluntad de poner la propia bandera en un ámbito de la sociedad, como conquista más que como servicio. El proselitismo, en estos casos –así se dice a menudo–, transforma la fe en ideología.

De manera más general, y volviendo a cuanto dicho más arriba sobre la relación entre la Iglesia y el Mundo, se piensa que cualquier pretensión de la Iglesia de llevar una luz al mundo que no nazca del propio mundo es un macro-proselitismo hacia el mundo, no es un anuncio sino una conquista.

Sabemos, sin embargo, que no es así porque se trata, en cambio, de una liberación. En el mundo hay muchas cosas buenas, fruto de la creación, de la ley natural que orienta todas las conciencias que se dejan conducir por ella, de las "semillas" que el Verbo, en su sabiduría, ha sembrado en todo el género humano, también fuera de los límites del registro de la Iglesia. Pero el mundo está también en manos del "Príncipe de este mundo" y como tal necesita la salvación, pues no es capaz de dársela a sí mismo y de darla. Difundir el anuncio de la liberación de Cristo en el mundo no es, entonces, índice de proselitismo, sino de evangelización, de la que la Doctrina Social de la Iglesia es instrumento y expresión [5] .
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[1] Francesco Gentile, Intelligenza politica e ragion di Stato , Giuffré, Milano 1083, pp. 7-14.

[2] Sigue siendo fundamental la obra de Carl Schmitt sobre la disolución del Jus publicum europaeum, resultado del proceso de secularización: Carl Schmitt. Il nomos della terra , Adelphi, Milano 1991; Id., Ex captivitate salus , Traducción de Carlo Mainoldi. Con un ensayo de Francesco Mercadante, Adelphi, Milano 1987.

[3] Marguerite Peeters, La piattaforma e la strategia post 2015 degli attori del Diritto alla salute sessuale e riproduttiva , “Bollettino di Dottrina sociale della Chiesa”, X (2014) 3, pp. 68-73; Id., Vent'anni di diritto alla salute sessuale e riproduttiva in Africa. Risultati ottenuti dagli attori transnazionali nelle istituzioni politiche dopo il Cairo. Sfide per la Chiesa , “Bollettino di Dottrina sociale della Chiesa”, X (2014) 3, pp. 68-73; Id., Il gender. Una questione politica e culturale , San Paolo, Cinisello Balsamo 2014.

[4] Juan Pablo II, Carta encíclica Centesimus annus (1991), nn. 5, 55; Id., Carta encíclica Sollicitudo rei socialis (1987) n. 41.

[5] Consejo Pontificio "Justicia y Paz", Compendio de la Doctrina Social de la Iglesia , Ciudad del Vaticano 2004, pp. 32.36 (nn. 60-71).


Observatorio Internacional Cardenal Van Thuan, 17-6-2016

NEGAR EL ACCESO AL ABORTO VIOLA LA CONVENCIÓN DE LA TORTURA, SEGÚN UN PROYECTO



Por Provida Latam · Washington, Estados Unidos · 08/06/2016

El Consejo de Derechos Humanos de la ONU con sede en Ginebra debatirá este mes de junio el Informe del Grupo de Trabajo sobre discriminación de la mujer fechado en abril de 2016.

Aunque el documento apela a eliminar la mutilación femenina, tratar adecuadamente la menopausia y el envejecimiento femenino, combatir la feminización de la pobreza y asegura un correcto tratamiento en el parto y post-parto, también propone la legalización de la prostitución.

Pero sobretodo, se centra en el aborto: legalizar el aborto, permitir el acceso sin control a la anticoncepción (también de emergencia) y a la educación y formación en derechos sexuales y reproductivos.

Lo contrario –señala el documento- es propio de una cultura “patriarcal”, viola la dignidad de la mujer, pone en riesgo su salud y su vida y es calificado de “tortura”.

“Negar el acceso a la terminación del embarazo afecta a la salud y a la vida de las mujeres (…) La prohibición civil, penal o administrativa de la terminación del embarazo (…) es una forma injustificada de control estatal. (…) Genera estigmas, discrimina, atenta contra la dignidad de la mujer y viola los derechos humanos de las mujeres. (…) Viola la Convención contra la Tortura. (…) Criminalizar la terminación del embarazo es una de las más dañinas formas de instrumentalizar y politizar el cuerpo y la vida de la mujer (…) Permitan a las adolescentes terminar con sus embarazos no deseados”.

Por si no ha quedado claro, proponen eliminar todo tipo de “restricciones” al aborto: penas para los que las practican, prohibición al acceso a la información, la objeción de conciencia sin alternativas, requerimientos de terceras personas (marido, padres, juez, etc), períodos de reflexión obligatorios y ausencia de cobertura en el seguro público.

O sea, pretenden aborto sin control y gratuíto (es decir, pagado por todos)

Proponen educación sexual y reproductiva. Obligatoria, esta sí. Basada en ciencia –dicen- y alejada de tabúes y estereotipos religioso…

Eso sí, reconocen que ningún anticonceptivo es 100% seguro, por lo que es necesario legalizar el aborto “para que las mujeres tengan control sobre su propio cuerpo”

Además, lamentan que el 40% de los países mantengan legislaciones proteccionistas con la vida y consideran que “la contestación política a los derechos de salud sexual y reproductiva son un reto global”.

Insisten en las falsas estadísticas de abortos clandestinos: 22  millones de abortos clandestinos que producen “según las estimaciones” (sin citar fuente) 47.000 muertes anuales.

Y ya puestos, dedican varias propuestas a evitar la “humillación” que sufren lesbianas, transexuales y “las expresiones de género no convencionales” (sic).

¿De verdad que el grupo de trabajo no ha sido capaz de más?, ¿por qué no han consultado a las mujeres reales cuáles son los problemas de salud que les preocupan?


Por cierto, muy llamativo que prácticamente no se cite el término “aborto”, sino su eufemismo: “la terminación del embarazo”.

CONTINÚA LA LEGISLACIÓN RELATIVISTA EN CANADÁ


Suicidio asistido y ahora zoofilia legal

Por Carlos Alvarez Cozzi


Las agencias de noticias nos informan que en Canadá se podrá tener sexo con animales siempre que no haya penetración. Así lo ha determinado el Tribunal Supremo del país este viernes al legalizar los actos sexuales entre animales y personas.

Las autoridades han explicado que las leyes canadienses no definen claramente el término zoofilia y que únicamente está prohibido que un humano penetre a un animal o viceversa. El tribunal falló por una mayoría de 7-1 que será necesaria la penetración para que pueda considerarse zoofilia.

Según ha informado el periódico británico The Independent, esta normativa ha surgido tras el caso de un hombre condenado por 13 delitos de agresión sexual a sus hijastras. El acusado grababa en vídeo a su perro lamiendo los genitales de sus víctimas que había untado previamente en mantequilla.

Los documentos judiciales revelan que el acusado, condenado a 16 años de prisión, intentó que el can realizara el coito con su hijastra, que finalmente fracasó.
Varios representantes de partidos animalistas se han manifestado para pedir un cambio de leyes que consideran obsoletas y que no protegen a los animales del país.

A partir de hoy, la ley canadiense da luz verde a los abusadores para usar a los animales para su propia satisfacción sexual”, ha denunciado el director ejecutivo de Justicia Animal, Camille Labchuk. “Esto es totalmente inaceptable, en contra de las expectativas sociales, y no se puede permitir que continúe”, ha añadido.

La noticia, en verdad, ya no nos extraña. Canadá y otros países, en forma lamentable, vienen rápidamente deslizándose en la pendiente relativista, con el suicidio asistido libre a la cabeza, desde hace un buen tiempo. Es que cuando se pierden las referencias acerca de la naturaleza y dignidad humanas parece que todo vale. 

La vida humana parece que en Canadá no tiene la relevancia para ser protegida, cualquiera, aunque incluso no esté enfermo, puede pedir que lo maten y el Estado tiene la obligación de “asistirlo”, aunque lo que esté necesitando es precisamente que lo curen, porque en realidad sí que está enfermo, de la siquis y en su afectividad. El relativismo moral se concreta en relativismo jurídico, sin solución de continuidad.

Y cuando ese mismo relativismo se aplica a la afectividad y sexualidad humanas, también parece que en Canadá debe valer todo. Si un humano quiere satisfacer sus fantasías sexuales, la luz verde le marca adelante!!! Todo o casi todo vale!!! La limitación puesta por el tribunal canadiense resulta risible. Que cambia que haya o no penetración, nos preguntamos. 
Si la depravación es ya la que está consumada?                                                                                                                            No se trata que solamente los defensores de los animales se quejen ante este fallo, se trata de ir más allá y preguntarse que le está pasando a la sociedad posmoderna. Y la respuesta es siempre la misma: que está enferma de hedonismo, de individualismo, es la “sociedad desvinculada” de la que nos habla Josep Miró.

Sólo la vuelta a las virtudes, a los valores, puede salvar a la humanidad de esta deriva autodestructiva que a esta altura parece no tener fin.

DOCTRINA SOCIAL DE LA IGLESIA

 tiene una respuesta ante las injusticias, asegura Arzobispo

Por María Ximena Rondón
           
Aci,  05 Jun. 16

El Arzobispo de Los Ángeles en Estados Unidos, Mons. José Gómez explicó el papel que tiene la Iglesia Católica a partir de la Doctrina Social frente a las injusticias e indignidades que sufre el ser humano en la actualidad.

En su más reciente columna semanal, titulada “El mundo tal y cómo debería ser”, Mons. Gómez indicó que la Doctrina Social “refleja la sabiduría que la Iglesia universal ha ganado durante más de 2,000 años de estar al servicio de la gente en muchas naciones diferentes, en muchas realidades culturales, en muchos sistemas de gobierno y en muchos sistemas económicos”.

Actualmente la Iglesia en Estados Unidos se enfrenta a una “sociedad altamente secularizada y étnicamente diversificada, modelada por las fuerzas económicas de la globalización, por una mentalidad tecnocrática y por un estilo de vida consumista”.


Sobre todo existe una “globalización de la indiferencia”- citando al Papa Francisco- frente a “injusticias e indignidades” como el aborto, la eutanasia, la discriminación racial, la restricción de la libertad religiosa, la pobreza, la contaminación del medio ambiente, la pena de muerte, las condiciones inhumanas en las cárceles, la inmigración, entre otras.

Mons. Gómez señaló que los católicos deben responder a esta situación a partir de las enseñanzas de la Doctrina Social de la Iglesia porque propone una reforma social desde una “perspectiva católica y espiritual, no política”.

Esta implica construir el “Reino de Dios” para “corregir las injusticias y para buscar un mundo que refleje los deseos de Dios para sus hijos”. El Arzobispo de Los Ángeles añadió que la reforma social, la verdadera justicia y la paz duradera sólo pueden conseguirse a través de la “conversión del corazón y la renovación de la mente”.


“Nuestros principios nos llevan a trabajar por la justicia y por el bien común, a proteger a los vulnerables y levantar a los débiles, a promover la libertad y la dignidad humana y a preferir remedios que sean personales, locales y en pequeña escala; principio que la Iglesia llama ‘subsidiariedad’”, concluyó.

CARITAS ADVIRTIÓ QUE LA SITUACIÓN DE LOS POBRES ES COMPLICADA Y COMPLEJA HACE MUCHOS AÑOS


Aica,  6 Jun 2016

El director nacional de Cáritas Argentina, Horacio Cristiani, advirtió hoy que la situación social de los sectores más pobres “es complicada y compleja desde hace muchos años”, al convocar a la colecta anual de la entidad caritativa de la Iglesia que se realizará los días 11 y 12 de junio en todos los templos del país con el lema "Si das lo mejor de vos el mundo será distinto", la frase del papa Francisco a los jóvenes cubanos.

“Las necesidades de los pobres son muy importantes y son urgentes, el costo de vida y los aumentos (de tarifas) hacen que las necesidades de las donaciones sean más importantes y más grandes”, aseveró en una rueda de prensa en la sede de la institución.

El dirigente laico sostuvo que “la situación es difícil, la situación social viene siendo difícil desde hace bastante tiempo” y recordó que Cáritas atiende “más de 1.500 comedores, merenderos y desayunadores, donde realiza una tarea muy importante para nuestros hermanos más pobres”.

Asimismo, destacó el trabajo en centros de asistencia educativa, donde se “da una merienda reforzada a 15 mil niños” y la atención de las “nuevas pobrezas, sobre todo de las adicciones, que hacen a los jóvenes pobres, más pobres”.

Cristiani reconoció que los aumentos de luz, gas y agua “complicó” el trabajo de Cáritas en todo el país, pero afirmó que esos incrementos “no impiden seguir desarrollando la tarea, son un desafío más”.

El dirigente laico aseguró que la colecta es “un gran movimiento misionero para poner el foco en los más pobres del país y sus necesidades” y llamó a contribuir con generosidad en esta campaña solidaria.

Ana Campoli, de la Comisión Directiva, afirmó que “la ayuda inmediata se visibilidad más rápido, pero la realidad de la pobreza es compleja e implica muchos factores”.

En tanto, el sacerdote Alan Sosa Tello, también de la Comisión Directiva, dijo que el lema de la colecta “anima a la fraternidad, a que el hermano salga adelante y tenga esperanza en estos momentos que la está pasando mal”.

La tarea integral de Cáritas
La acción de Cáritas Argentina está colmada de historias solidarias en las que alrededor de 32.000 voluntarios dan lo mejor que tienen en más de 3.500 parroquias, capillas, sedes y centros misionales parroquiales, asegurando su presencia en realidades muy difíciles y el contacto directo con los más desfavorecidos.

En la campaña 2015 se recaudaron 52.139.540 de pesos, que se destinaron a programas de ayuda inmediata y de promoción humana que Cáritas desarrolla y sostiene durante el año, relacionados con micro-emprendimientos productivos y de autoconsumo, capacitación laboral, planes de inclusión educativa, formación en ciudadanía, centros comunitarios de atención integral, jardines maternales, entre otros.


Asimismo, la entidad caritativa asume tareas en prevención y atención de emergencias climáticas, trabaja con personas en situación de calle, y realiza otras acciones de tipo asistencial, conforme a necesidades y lugares específicos. 

ANTE EL POSIBLE ABORTO DE UN NIÑO ANENCEFÁLICO


Aica, 3 Jun 2016

Una niña wichí, discapacitada, fue atacada por un grupo de hombres en tierras ancestrales de las comunidades Lhaka Honhat. Tiene un embarazo de seis meses y el feto es anencefálico. Las autoridades hospitalarias decidieron practicarle un aborto.

Ante esta decisión, el Instituto de la Familia y la Vida “Juan Pablo II” de la Universidad Católica de Salta, cuya directora es Rosa Zanca, hizo público hoy un comunicado en el que fija su posición moral.

El comunicado está precedido por un texto del doctor René Favaloro: “En cada acto médico debe estar presente el respeto por el paciente y los conceptos éticos y morales; entonces la ciencia y la conciencia estarán siempre del mismo lado, del lado de la humanidad”.

El comunicado

El Instituto de la Familia y la Vida de la Universidad Católica de Salta ante el conocimiento del caso de la niña de la comunidad Wichi que se encuentra cursando un embarazo de un niño anencefálico, expresa su cercanía y dolor ante este lamentable diagnóstico y al mismo tiempo hace pública su opinión al respecto.

Un niño con anencefalia, debido a su innegable condición humana, merece ser tratado con respeto y dignidad, como cualquier otro hombre. “El hecho de su grave patología no le quita dignidad ni lo convierte en despreciable; por el contrario, lo transforma en un ser humano sumamente frágil y digno de protección”.

Por su severa patología y su corta expectativa de vida, es una criatura frágil e indefensa a la que hay que cuidar, y no por ello aplicar tratamiento, hasta que devenga su inevitable muerte. Ante la insignificancia de cualquier procedimiento médico, se impone la necesidad de proporcionarle calor y cuidados básicos, sin incurrir en tratamientos desproporcionados. Por lo demás, el pronóstico fatal de una criatura anencefálica jamás justifica el aborto.

Al mismo tiempo, resulta fundamental informar, acompañar y brindar sostén médico y psicológico a toda la familia, para poder superar la muerte del niño.

En efecto, particularmente la mamá, necesita contención y apoyo del personal de salud, proporcionando atención psicológica profesional desde el primer momento, pues se trata de una madre con un hijo gravemente enfermo.

Tener una actitud empática mejorará la sensación de soledad y dolor, contribuyendo a la aceptación del pronóstico lamentable del niño, preparando a todos para salir adelante tras la angustia y el dolor.

En este sentido, cabría aplicar y completar el viejo aforismo médico: “Si puedes curar, cura; si no puedes curar, alivia; si no puedes aliviar, consuela”, y si no puedes siquiera consolar, acompaña.


Salta, 3 de junio de 2016. Rosa Zacca, directora.+ 

CUANDO LA IDEOLOGÍA PRETENDE ELIMINAR OTRA VEZ A LA REALIDAD


El tema de los baños públicos

Por Carlos Alvarez Cozzi


En estos tiempos del posmodernismo, si bien no es un fenómeno exclusivo del mismo, un hecho lamentablemente muy presente, es de la pretensión de eliminar la realidad que no gusta, es decir, hacer como si ella no existiera.
Nos referimos entre tantos hechos a la pretensión de los ideólogos del género, -y que hacen mucho “lobby”-,  de que el sexo biológico no existe, o en todo caso hay que prescindir de él. Y como una de sus lógicas consecuencias, a de los mismos de eliminar los baños para hombres y mujeres con el falso argumento que tal distinción es discriminatoria, incluso extendiendo el proyecto para los baños en escuelas y colegios. El gobierno Obama está en ese tema ante la resistencia de buena parte de la sociedad estadounidense.

Se argumenta que la diferenciación de los baños afecta a personas transexuales, por ejemplo, que tienen el conflicto de a que baño entrar. Unos proponen que se sustituyan los baños actuales por otros unisex y otros que cualquier persona puede elegir a que baño de los actuales entrar con independencia de su sexo.

En Uruguay, en un frustrado instructivo sobre “educación sexual” que el Ministerio de Desarrollo Social llevó adelante, y que las autoridades de la Enseñanza desecharon, entre otras cosas, se planteó ésta, de los baños. Se establecía en el mismo que en las escuelas y colegios, públicos y privados, se eliminaría la identificación sexual de los gabinetes higiénicos. La respuesta de una gran parte de los padres no se hizo esperar y dicho instructivo, que además reemplazaba conceptos verdaderos de educación sexual por una simple guía de anatomía y anticoncepción, que violaba el derecho de los padres a educar a sus hijos también en el tema de la afectivicadad para el amor, no fue aplicado por las autoridades de la Enseñanza en Uruguay.

Estamos convencidos que estas cuestiones más que una preocupación de las personas, es un tema de ciertas organizaciones para llevar adelante su agenda relativista a como dé lugar. Porque honestamente, en el tema de los baños, nos preguntamos, si el tema fueran los transexuales, no sería más lógico que, además de los baños actuales, identificados como de caballeros y de damas, se habilitara una tercera clase de baños para que las personas que no se identifiquen con los otros puedan usar los mismos, con la aclaración en sus puertas de esa categoría especial? Nos parece que sí, que nadie puede verse lesionado con ello y que satisfacería a todas las personas. Claro, salvo que la intención de los que plantearon el tema sea efectivamente otra, como venimos de decir.

No es un tema menor el de los baños. Sabido es que en muchos lugares son centros de distribución de drogas o de promiscuidad sexual, de manera que, en especial en los colegios, donde los menores de edad son la gran mayoría de los usuarios, pasa a ser una cuestión educativa y preventiva fundamental.

Entonces, lo del título. Hay personas interesadas que hacen mucho “lobby” en tervigersar o negar directamente la realidad al servicio de una ideología falsa y de nefastas consecuencias y entonces, como para ellos el fin justifica los medios, van ahora por el tema de los baños públicos como antes fueron por tantos otros que bien conocemos. La respuesta deber ser, nos parece, ser una sola: firmeza en la defensa de lo natural y lógico y negativa a ser “políticamente correctos” a cualquier precio, incluso al de la propia salud.