Sí, pero en casa
Doctora y
especialista en sexualidad afirma que son los padres quienes deben establecer
un vínculo de confianza con los niños para hablar de estos temas. Cuando eso
falta, se genera un vacío en el que “ha prendido como lumbre la ideología de
género”
Claudia Peiró
Infobae, 30 Sep,
2023
La doctora Rosario
Laris prefiere hablar de “educación afectivo-sexual” y no de ESI, una materia
cuyos contenidos adquieren ribetes francamente increíbles. Por caso, comenta
que en su país, México, libros destinados a niños de 11 años proponen como
ejercicio didáctico la realización de una maqueta para simular la erección y la
eyaculación...
En Argentina,
todos los materiales ofrecidos oficialmente a los docentes y a los alumnos en
lo que concierne a la Educación Sexual Integral (ESI) están inspirados en
teorías que no tienen sustento científico. Por caso, se pretende enseñar a
niños desde el jardín que el binarismo sexual es una construcción. Textualmente:
“Se nos asigna un género”. O bien: “La identificación sexual es un proceso
de construcción que no deriva de la naturaleza ni de la anatomía genital sino
que implica una construcción en el marco de una cultura”.
Esto se combina
con una deslegitimación del rol de los padres y el absurdo de que el niño es
una persona de pleno derecho a cuya autopercepción identitaria los adultos
deben plegarse.
Por eso es
interesante escuchar a la doctora Rosario Laris, cirujana, especialista en
Salud Pública, en sexualidad humana y en educación afectivo sexual, quien pone
el acento en la importancia del vínculo parental en el desarrollo de los niños.
Doctora en Bioética, conferencista y autora de varios libros sobre sexualidad,
hace 12 años creó y dirige la Asociación Civil Sexo Seguro, desde la cual hace
divulgación y asesoramiento.
En esta charla con
Infobae, explica cómo construir ese vínculo de confianza con los niños y
subraya la necesidad de que los padres se capaciten. Existen libros en
abundancia y hasta debería ser una política pública, dice Laris. En cambio, en
este momento, muchos gobiernos, entre ellos el argentino y el mexicano,
promueven una ideología minoritaria y acientífica, y desconocen la autoridad de
los padres que en la mayoría de los casos ignoran los contenidos que se están
poniendo a disposición de sus hijos, y desde la más temprana edad.
— En Argentina hay
debate en torno a la ESI, la Educación Sexual Integral, que está muy de moda.
Hay un fervor por imponerla en todos los niveles educativos y con contenidos
francamente extraños. Por otro lado me sorprende esta idea de que hay que
empezar educación sexual desde preescolar, o jardín de infantes, a los 3, 4, 5
años. Entiendo que eso también está sucediendo en México. Como especialista,
¿qué pensás de eso, qué consecuencias puede tener esta idea de empezar
educación sexual a una edad tan temprana?
— Primero quisiera
explicar qué es la educación afectivo-sexual porque a veces no se lo tiene muy
claro. Es cómo los padres de familia, que deben ser los primeros responsables
de este tema, van formando a sus hijos en lo que hace al conocimiento del
cuerpo, al valor que tiene, al tema del respeto, del cuidado, del pudor,
enseñarles a nombrar las partes de su cuerpo, a generar una vinculación
emocional gracias a este tema, a cómo un niño desde la primera infancia logra
fortalecer su masculinidad gracias a la presencia de su padre, lo mismo una
niña su feminidad gracias a la presencia de su madre. Entonces si a mí me
preguntas ¿educación afectivo-sexual debe darse desde los primeros años de la
vida?, yo te diría claro que sí. Pero es un tema que se debe dar en casa.
Porque desde que el niño nace y recibe cariño de su mamá, cariño de los
hermanos, de la familia, del papá, ahí empieza la educación afectivo-sexual.
Van pasando los
meses y se va sintiendo querido, amado, cuidado, alimentado, abrazado,
arrullado, todo eso va formando el tema afectivo-sexual del niño. Y el primer
paso importante te diría que es cuando deja el pañal. En ese momento el papá y
la mamá tienen que enseñarle a nombrar los genitales. El pene del niño se llama
pene. La vulva se llama vulva. No otros nombres, ni que te avergüences, no.
Pero esta es una parte privada que nadie puede tocar. Como papá tienes que
enseñarle a tu niño a ir al baño, que aprenda cómo los hombres hacen pipí, el
niño empieza a darse cuenta que es diferente a su madre y tiene que generar
esta vinculación emocional con su padre. Y lo mismo la niña. Por lo tanto la
educación afectivo-sexual se tiene que dar desde los primeros años de la vida
de una persona, claro que sí, pero no en el colegio. No como un tema de
adoctrinamiento, con una normativa y con lineamientos totalmente fuera de la
realidad y que exponen a los niños y que los híper sexualizan desde la primera
infancia. Entonces, la respuesta es sí, educación afectivo-sexual desde los
primeros años de la vida, pero en casa. ¿A quiénes deberíamos estar
capacitando? A los padres de familia.
— Lo que realmente
están tratando de enseñar con el título de ESI es una ideología que podemos
llamar queer o transgénero. Esta idea de que la identidad es algo totalmente
independiente del sexo biológico. Porque ese es el contenido que se está
metiendo a través de la ESI. La ley existe acá desde 2006, pero en 2018, cuando
se rechaza el proyecto de legalización del aborto, se volcaron sobre la ESI con
toda esa bajada de línea, de ideología de género. Pero creo que los padres en
Argentina no están enterados de esos contenidos. Bastaría con que entren a la
página del Ministerio de Educación y vean los materiales que se presentan para
docentes y niños. Básicamente, se les explica a los chicos que el sexo es
asignado al nacer, no se sabe bien cómo, que ellos tienen derecho a definir su
propia identidad, que eso no tiene nada que ver con la naturaleza ni con el
sexo biológico. ¿Qué efecto puede tener eso en niños de 6, 7, 8 años?
— El punto sería
que eso no es educación afectivo-sexual. Es adoctrinamiento, punto. Pura
ideología buscando adoctrinar niños desde la primera infancia. Me parece
gravísimo. En cada una de las células de nuestro cuerpo está la impronta, el
código, está en el núcleo, en los genes, si somos hombre o mujer, XY, hombre,
XX, mujer. En los miles de millones de células que conforman nuestro cuerpo
está la identificación de si somos hombres o mujeres. Esta identificación está
desde el primer momento de la fecundación. Y toda nuestra formación anatómica,
corporal, si tenemos genitales de hombre o de mujer, se empieza a conformar
desde la etapa embrionaria. Se ha visto que el cerebro de un niño recién nacido
y de una niña recién nacida no son iguales. La parte fisiológica, la producción
de hormonas de un niño o de una niña, es diferente. La parte genética, pues ni
se diga, XX o XY. La parte emocional es muy clara: un niño y una niña se
comportan de manera diferente ante las mismas circunstancias. Un hombre y una
mujer responden de manera diferente ante las mismas circunstancias y hay una
manera femenina de abordar el mundo y una manera masculina de abordar el mundo.
Entonces que nos
quieran hacer creer que la parte genética, la parte anatómica o de conformación
del cuerpo, la parte fisiológica de producción de hormonas, no tienen nada que
ver en que uno se considere hombre o mujer a mí me parece un tema perverso. Sobre
todo en niños pequeños. Porque, al contrario, lo que necesita un niño de 4, 5,
6 años, es la vinculación con su padre para poder reafirmar la masculinidad.
Necesita la conformación y la presencia de su padre. Es decir, ¿el niño es
niño? Sí. Desde el punto de vista genético, anatómico, hormonal, emocional,
pero sí necesita esta reafirmación de la presencia del papá. Es decir, ese niño
tiene que romper con su madre que lo cuidó, lo cargó, lo alimentó generalmente
los primeros dos años y en ese momento necesita vincularse con su papá. Ahora
mi papá se tiene que volver la persona más importante del mundo, quien me da
cariño, quien me da seguridad pero a la vez me alienta a tomar retos desde que
soy pequeño. Y esta conformación es la que poco a poco va haciendo que yo vaya
adquiriendo, reafirmando esa masculinidad. Por lo tanto un tipo de educación,
que es no educación, es ideología, de este tipo de contenidos en escuelas de
kinder donde muchas veces no hay en la casa un contrapeso, únicamente confunden
a estos chicos y podemos ver las consecuencias actualmente que son terribles.
Las confusiones sexuales en la adolescencia. La determinación de querer mutilar
partes del cuerpo porque se consideran ajenos al tener un pene o al tener
senos, o al tener un útero. Entonces es gravísimo.
Su último libro
contiene consejos para los padres sobre cómo — Sí, en Europa se habla de una
epidemia transgénero entre adolescentes, sobre todo chicas, pero resulta que
también en Argentina es un fenómeno extendido, provocado por esta bajada de
línea. Por caso, un párrafo de los textos sobre ESI en la página del Ministerio
de Educación, cita a la filósofa Judith Butler, que dice: “Esta lógica, el
binarismo, la idea de que en el mundo hay hombres y mujeres, se basa en dos
principios reguladores: la reproducción biológica y la presunción -subrayo,
presunción- de heterosexualidad obligatoria”. Es decir que la reproducción y la
heterosexualidad son elementos dañinos, negativos. Luego, un texto dirigido a
los chicos dice: “Se nos asigna un género y vamos aprendiendo casi sin darnos
cuenta las pautas sociales que se desprenden de esta manera de clasificarnos”.
Es decir, el sexo es arbitrario. Es lo que les están enseñando a los chicos y
lo que les están diciendo a los docentes que deben enseñar. Otra frase: “La
identificación sexual es un proceso de construcción que no deriva de la
naturaleza ni de la anatomía genital sino que implica una construcción en el
marco de una cultura”. Sorprende que no haya más reacción de los padres.
— Lamentablemente
en nuestro país, como en toda América Latina, lo que está pasando es que hemos
soltado mucho el tema formativo a las escuelas. A los padres de familia nos ha
costado aplicarlo en casa. Es la verdad. Yo pienso cómo se daba la educación
afectivo-sexual hace 40, 50 años, pues como se iba pudiendo. Por lo que
escuchabas. Por lo que veías en el hermano mayor o te contaban los primos. Era
poca la conciencia que había de los padres de familia sobre este tema. Y al
haber dejado este espacio poco a poco llegaron las ideologías, porque lo que
está diciendo la filósofa (Butler) es como si yo dijera que el Sol gira
alrededor de la Tierra. ¿Por qué? Porque es mi filosofía y no puedes decir que
estás en contra. No tiene ningún sentido lo que está diciendo. Estamos totalmente
determinados por nuestros genes: anatomía, fisiología, hormonas. Y lo que
necesitan las niñas es que se reafirme en ellas su feminidad y en los niños su
masculinidad. Entonces lo que ha pasado es que dejamos este espacio. Poco a
poco empezaron a llegar ideologías. Lamentablemente los padres no revisamos los
contenidos de los libros de texto. Muchas veces pasamos poco tiempo con
nuestros hijos. Si el papá trabaja, la mamá en la mayoría de los casos también,
¿quién cuida al niño? Pues quien va pudiendo, la escuela un poco en la tarde o
la guardería. O las abuelas, o algún vecino o vecina. Y al final llega a veces
la noche y apenas hay contacto de los papás con el niño, con la niña, poco
tiempo para platicar, para sentarse en esas comidas familiares que había hace
algunos años, cómo te fue en el colegio, qué estás estudiando. Entonces había
confianza del niño para platicar. El día de hoy cada vez hemos perdido más eso
y por eso ante la confusión que existe y también la falta de cariño físico a
los niños, esto es bien importante.
Se sabe la
necesidad de un niño desde que es bebé de ser abrazado, besado y arropado por
sus padres. Pero empieza a caminar y ya lo dejamos y nos vamos cada quien a
trabajar, y el niño necesita cariño físico. Esta falta de cariño físico en la
primera infancia se tiende a híper sexualizarse en la adolescencia. Como no me
pusieron atención, en la adolescencia voy tomando lo que puedo del cariño de
quien puedo. De un hombre, de una mujer o de quién sea pero necesito cariño
físico. Como hubo ausencia en mi casa, ese cariño lo recibo de quien pueda.
Esto suma a las confusiones sexuales que estamos viviendo el día de hoy.
Entonces la labor es en casa. Los padres de familia tienen que estar presentes
con sus hijos, dedicarles tiempo, cariño, abrazos, que el regaño sea “te ayudo
a ser mejor”, no el maltrato, hablarles mal, gritarles, humillarlos. Esos niños
no logran fortalecer su masculinidad de la manera correcta. Sobre todo si esa
falta de identificación se da con el papá. Y en el caso de las niñas tampoco
logran afianzar esa feminidad propia que tienen pero que necesitan que vaya
madurando. Y por eso tenemos las confusiones de hoy. Hemos permitido que se
abra toda esta locura, porque es totalmente ir en contra de lo que estamos
determinados a ser.
— Este tema de la
autopercepción…
— Yo lo digo así.
Si una niña llega a mi consulta, mide 1.60, pesa 40 o 45 kilos y me dice que se
ve obesa ¿qué tipo de tratamiento le doy? Le digo pues no comas porque
efectivamente tú te auto percibes con obesidad; mejor ya no comas. No, esa niña
tiene un riesgo. Puede perder su salud, puede perder la vida. ¿Qué hago? Hablo
con los papás, le doy apoyo psicológico, se la atiende. Porque como
especialista me doy cuenta de que esa niña tiene un problema de anorexia. Ella
no lo logra identificar. No lo logra ver. No se auto percibe como una persona
delgada, sino como una persona obesa. ¿Tendría que yo respetar esa
autopercepción o como médico decir de qué manera te ayudo para que te des
cuenta de que no estás bien? ¿Que tienes un problema y lo vamos trabajando, en
la familia, en casa, en la comunidad? Es un tratamiento amplio que dura mucho
tiempo, que necesita mucha presencia de los padres. Así es como los médicos y
los especialistas en temas de salud deberíamos estar tratando a los pacientes
que traen cualquier tipo de confusión.
— O sea, ¿lo mismo
valdría para una chica que de repente, a los 13, 14 años, dice me siento varón,
soy un varón encerrado en el cuerpo de mujer?
— Habría que
preguntar qué ha pasado para que ella esté concluyendo eso. No darle por su
lado. No.¿ Qué está sucediendo? Porque yo no digo que no lo sienta, es muy
posible que ella sí lo sienta, pero ¿por qué lo está sintiendo? Eso tendríamos
que ir a averiguar, qué ha pasado a lo largo de su vida, en su infancia, cómo
podemos ayudarla. Pero al final si cada quien se auto percibe como quiere pues
yo puedo auto percibirme como una persona de 10 años y que se me trate de esa
manera. O como una persona de 65 años y exigir que se me pensione porque así me
auto percibo. Es decir, es tan subjetivo.
— Sí, va a generar
una gran perturbación identitaria. Este discurso va acompañado de una
desvalorización del rol de los padres y una negación de la infancia. Se habla
de la autodeterminación identitaria de los menores. Por ejemplo, cito a la
Defensora de la Niñez de Chile: “Los niños, niñas y adolescentes no deben
seguir siendo tratados como meros objetos de protección sino como las personas
que son tan dignas e iguales que los adultos”. Una consecuencia de esto es que
los niños tienen derecho a la autodeterminación identitaria y los padres no
tienen más remedio que plegarse. Si el chico ya es una persona plena con los
mismos derechos que un adulto estamos directamente eliminando los derechos
parentales y negando la infancia.
— Todo este tema
de los derechos de los niños, niñas y adolescentes, del derecho a yo decidir
sobre mi cuerpo, a que nadie tiene que decirme lo que tengo que hacer… Lo vimos
muy en los contenidos de los libros de texto y está muy vinculado al tema del
abuso sexual infantil. “Nadie puede tocar a un niño en sus partes privadas sin
su consentimiento”, dicen. Ah, entonces, ¿con su consentimiento sí? Es decir,
un niño de 5 años que se vincula con su agresor… porque los agresores no llegan
y abusan de ellos en un minuto, no, generan primero un vínculo de confianza con
un niño que está necesitado de cariño afectivo, que tiene inseguridades, con
poco vínculo con sus padres, y en este contexto es que el abusador abusa, en el
85% de los casos sin violencia. Es decir, si el niño estuvo “de acuerdo”,
porque él “tiene sus derechos”, porque él “puede autodeterminarse”, porque… Él
puede decidir sobre su propio cuerpo a los 6 años. No, no puede decidir sobre
su propio cuerpo. Ningún menor de edad tiene la capacidad para decidir sobre un
tema así. No pueden consentirlo. Un menor de edad no lo puede consentir. Y lo
hemos visto en el caso de actrices que han salido en televisión denunciando que
tenían 14 años cuando tuvieron relaciones sexuales con alguien de 30 y que
aunque ellas pensaban que sí estaban de acuerdo en ese momento al llegar a la
edad adulta se dan cuenta que no, que fueron claramente abusadas. Que habían
puesto su confianza en una persona, que les falló. Que ellas no sabían cómo
decir que no, que no sabían desvincular esta necesidad afectiva con el tema de
que había sexo a la par. ¡En qué confusión metemos a los menores de edad! Si tú
me preguntas ¿un menor debe tener relaciones sexuales? La respuesta es no.
Los menores de 18
no debería permitirse que tengan relaciones sexuales. Se debería implementar
una política pública para evitarlo. Porque aunque crean que es su derecho, que
pueden, que sí quieren, al paso de los años se dan cuenta que no fue así. ¿Por
qué tuve relaciones sexuales a los 15 años cuando yo no estaba segura? ¿Están
preparados para asumir un tema como son las relaciones sexuales en esa etapa de
su vida? No. Y un niño bajo ninguna circunstancia. Eso es un delito. Entonces
este tipo de políticas que buscan desvincular a los padres de los hijos, que
los padres vayan perdiendo la patria potestad, hacerle creer al niño que él
puede autodeterminarse, decidir sobre su cuerpo, solamente llevan a este tipo
de confusiones que generan espacios para el abuso sexual infantil y juvenil.
Como sociedad deberíamos estar legislando y cuidando a nuestros niños y
adolescentes de situaciones que los marcan de por vida.
— Todo esto surge
a partir de la reivindicación de los derechos de los grupos LGBT, del reclamo
de que se respete su orientación sexual. Pero pasamos de eso, de respetar a
esas minorías, a la imposición de una ideología a todo el mundo. Esta
separación del sexo biológico de la identidad viene de ahí. Ahora bien, ¿qué
respuesta se da cuando el chico manifiesta curiosidad por ese tema o tiene él
mismo alguna confusión o tendencia en este sentido?
— Bueno, lo
primero sería ¿se tiene que tocar este tema abiertamente en un salón de clases
con niños de 5, 6 años? La respuesta es no. Porque hay niños de esa misma edad
que no tienen ningún cuestionamiento, ninguna duda, entonces ¿por qué estás
abordando un tema que no les toca en esa etapa de su vida ni saber ni entender,
cuando ellos no tienen la curiosidad? Ahora, si un niño de 6 años tiene
curiosidad por este tema, se le debe dar respuesta. Siempre se les puede
responder. Se les debe responder. Pero en casa. Que estos temas se traten
abiertamente en un salón de clases cuando lo único que generas es morbo, o que
no saben ni de qué se les está hablando, y no me refiero solamente a este tema,
me refiero en general a las relaciones sexuales. Que en nuestros contenidos de
libros de texto en México tenemos dinámicas en 5to de primaria, niños de 11
años, que tienen que hacer una maqueta de la erección y la eyaculación…
Si el niño tiene
dudas, debería evacuarlas en casa con sus papás. ¿Es válido que un chico de 7
años tenga dudas sobre la relación sexual? Claro. ¿Se le debe responder?
Siempre. Pero los padres y en casa. Porque solo ellos saben lo que el niño
necesita, lo que sabe, qué entiende sobre el tema. El papá y la mamá pueden
darle una respuesta corta, que lo deje tranquilo, y que vaya a reflexionar y
vuelva en un día, una semana o en un año con otras preguntas. Pero el poder
responder a cualquier pregunta de sexualidad en casa genera el vínculo de confianza
entre el papá y el hijo. Se debe dar una respuesta sobre cualquier pregunta que
tenga un niño, pero no abierto en un salón de clases lo que solo genera
confusión.
— Sí, porque la
maduración sexual es muy diferente según el individuo. Ahora bien, en la
escuela no darías ningún tipo de información en ningún momento? ¿O sí a partir
de cierta edad o en biología, por ejemplo?
— ¿Qué creo yo que
se debería abordar? Bueno, retomo el punto de que lo más importante es formar a
los padres, para que ellos sean los primeros responsables, los primeros actores
de este tema con sus hijos. Ahora, en 4° o 5° de primaria, hablarles en la
clase de biología como se les habla del corazón que tiene tantas cavidades ¿no?.
De la misma manera tú explicas el aparato reproductor masculino, el femenino,
se conforma de tantas partes, que la unión de la célula de la mujer que es el
óvulo con la célula del hombre que es el espermatozoide genera una nueva vida
humana, una persona. Puedes hablar de la gestación, de la importancia de los
cuidados en el embarazo por la salud de ella y de su bebé. No hay ideología
alrededor, es simplemente un hecho biológico. Y si un niño te pregunta, en 5°
de primaria, ¿y cómo se da la unión de las células? Ah, pues el pene del hombre
se pone dentro de la vagina de la mujer y ya. Ahí no hay ningún tipo ni de
ideología ni de morbo, simplemente estás explicando un hecho biológico, como la
digestión. ¿Se les debería explicar a las niñas el tema de la fertilidad?
Claro. Por el valor que tiene y para cuidar la fertilidad. Me llama la atención
que hoy cada vez disminuye la importancia de la fertilidad. Por un lado. Porque
por el otro tenemos un problema de infertilidad que genera todo tipo de
técnicas para que de manera poco digna se busque tener hijos. Pero por este
lado nos hacen ver la fertilidad como lo peor que te puede pasar. En los libros
de texto actuales es hablar de anticonceptivos desde 5° de primaria. ¿Qué
necesidad de hablar de anticonceptivos en 5° de primaria cuando un
anticonceptivo es una sustancia externa que si tu cuerpo no la necesita, es
decir, si ovulas regularmente, no tienes por qué tomar hormonas. Es decir, a un
niño ya le estás haciendo ver que una función normal del cuerpo que es la
ovulación ahora es dañina.
Desde ahora tienes
que tratar de eliminarla. Lo peor es ser fértil porque, cuidado, te puedes
embarazar. Esa no es la lógica que se le debe enseñar a una niña de 10 u 11
años sobre el valor de su cuerpo, de la feminidad. La fertilidad es un gran
regalo de la vida que algún día te va a permitir ser madre. El hecho de que
ovules indica también que tu cuerpo está creciendo de manera correcta. Es un
cambio natural y normal de una mujer. Lo mismo en el hombre, la producción de
espermatozoides. Al final eso nos está indicando que estamos creciendo y nos
estamos desarrollando de la manera correcta.
— Esto viene
acompañado con un discurso antinatalista también.
— Hay nuevamente
una visión ideológica que te quiere hacer creer, desde 4° de primaria, que lo
peor que le puede pasar a una mujer es ser fértil. Que tienes que hacer lo que
sea con tal de eliminar la ovulación. Veamos la promoción de la píldora del día
siguiente o píldora de emergencia en niñas desde los 12 años. Yo les digo oigan,
la píldora es una bomba de hormonas. Es en dos pequeñas pastillas tomarte todo
un mes de anticonceptivos. Como en México se vende sin receta a menores de
edad, tenemos casos de chicas que a los 16 años han tomado quince veces la
píldora de emergencia. Por toda esta ideología en contra de la feminidad, del
cuidado de la mujer, del valor que tiene nuestra fertilidad, se va lastimando
la vida de estas chicas. Que al final a quienes promueven toda esta ideología
no les importa. Son muy buenos para promover, para adoctrinar, pero las
consecuencias, los efectos adversos, ¿quién los ve? Nadie.
— En Argentina el
Ministerio de Salud hizo hace poco una campaña en redes para promover la
vasectomía y la ligadura de trompas a partir de los 16 años. Todo el tiempo se
publicitan estos métodos diciendo que es algo muy fácil, sencillo, que no tiene
riesgos. No aclara mucho que es irreversible. Eso está en la letra chica.
Promueven en adolescentes métodos anticonceptivos irreversibles. Pero, quería
preguntarte, cómo se educa a los padres. Es importante porque uno de los
argumentos de los promotores de la ESI es que muchos padres no dan educación
sexual a sus hijos. No dan respuestas o no saben darlas. Y vos decís algo muy
importante: que si uno una vez no responde es muy probable que el chico no
vuelva a preguntar porque los chicos tienen una percepción impresionante y se
dan cuenta de que el tema incomoda a los padres y no les preguntan más.
— Existen al día
de hoy muchos contenidos, muchos libros. En el caso de nuestra Fundación yo
tengo varios libros electrónicos. El último está enfocado en la educación
afectivo-sexual para padres de familia. Si fuera un tema de política pública,
por medio de la educación pública podrían llegar los contenidos a los padres y
éstos formarse. No es algo muy complicado, es que los padres tengan los puntos
claros de qué hacer, qué contestar, y lo demás fluye. Lo que pasa es que tal
vez los padres no se hayan esquematizado de una manera sencilla lo que podrían
contestar. Sí debo responder, porque si no respondo no va a regresar conmigo. Y
el tener los conceptos de una manera clara, concisa y corta hace que el padre
pueda llevar a cabo este rol tan importante que debe tener. Y si no sabes qué
responder dile “oye, no sé ahorita qué contestarte pero lo voy a averiguar y te
voy a contestar”. Y eso ya hace que el niño se sienta tranquilo, se sienta
importante para sus papás, mi papá que está tan ocupado, mi mamá que está tan
ocupada, me va a dedicar el tiempo que yo necesito. Así es como los niños ven a
los padres. El que mi papá me dedique tiempo es que yo soy más importante que
toda la vida de mi papá. Porque ¿qué sucede si no respondemos, si no dedicamos
tiempo? Llegan las ideologías a querer desvincularlos de nosotros.
Cuando hay vacío
siempre la tendencia es que se llene con algo. Hasta los 10, 12 años, el
vínculo más importante de un niño es con su papá y con su mamá. No necesita
vincularse con nadie más. La política pública debería estar enfocada en cómo
logro generar ese adecuado vínculo entre padres e hijos para tener familias más
fuertes, sociedades más fuertes, gente más clara en sí misma que se logra
identificar como hijo de, hija de, pertenezco a este mundo, pertenezco a esta
casa, me da seguridad, es un tema bien importante la seguridad. Cuando uno está
bien vinculado como niño con sus padres es un niño seguro. En el tema del abuso
sexual infantil se ha visto que se da en niños que tienen problemas en casa
porque hay mucha inseguridad. Entonces esta vinculación con los padres genera
seguridad, le cierra la puerta a las ideologías. Niños mucho más felices. Con
muchas más ganas de aprender. De crecer. Como padres de familia tenemos que
buscar contenidos que nos ayuden a entender de manera clara y concisa cómo ir
afirmando a los hijos de este lado. Y lo más importante es iniciar con el
cariño físico, el abrazo, te quiero, te acepto, eso es muy importante para el
niño y para el adolescente, sentir que son aceptados como estén, como sean. Si
es que hoy te traen problemas, confusiones, no importa. Yo te abrazo, te quiero
y te acepto. Es tan importante esa vinculación del te abrazo, te quiero, te
acepto, quiero estar contigo. Me gusta pasar tiempo contigo. El día de hoy como
adultos no queremos estar con los niños. Queremos hacer nuestras cosas. Estar
en la televisión o en nuestro trabajo, en el teléfono. Pero qué poco tiempo me
siento a dedicarte a ti, a preguntarte cómo estás, a platicar contigo. A decir
juguemos algo. Son pequeños tips de cómo podemos ir generando esta vinculación
emocional. Cuando hay una adecuada vinculación emocional de los niños con sus
padres no hay confusiones sexuales en la adolescencia. Eso ya se ha demostrado.
— La ESI tal como
está planteada contradice un principio básico de darle a cada chico lo que a su
edad puede entender. Sobre todo en este tema que tiene tanto que ver con la
intimidad, con la formación de la propia identidad, con la maduración. Es
adelantarse y darle respuestas que el chico no está pidiendo.
— Así es. La
respuesta clara y corta. Si hoy me pregunta “mamá, cómo nace un bebé”, yo no
tengo que explicarle qué es una relación sexual, no. Cómo nace un bebé, bueno,
está en la panza de la mamá y de ahí sale, por parto o por cesárea. Ah, ¿qué es
el parto mamá? Ah bueno, pues sale por la vagina de la mujer. Ah. Ya. Y luego
irá pensando poco a poco, ¿pero antes era más pequeño? Sí. ¿Y cómo era antes?
¿Y cómo entró? ¿Me explico? Respuestas cortitas. Entonces uno no está afectando
la inocencia del niño o no te estás adelantando a preguntas o dudas que el niño
no tiene. Pero por eso es importante la vinculación con los papás para que el
niño se acerque a preguntar. Oye mamá, yo escuché esto. Ah, sí, voy a tratar de
darte una respuesta. Oye mamá, yo oí que con un beso uno se puede embarazar.
No, y le explico sencillamente por qué. Y lo dejo que poco a poco vaya
reflexionando. Somos quienes les ayudamos a descubrir el mundo. ¿Con nuestra
visión, con nuestras creencias, con lo que nosotros tenemos en el corazón? Sí,
así es. Por eso son nuestros hijos. Cada quien va a formando conforme lo que
hay en casa. Así es. Tratando siempre de dar lo mejor, de prepararse. Entonces
¿en este tipo de temas hay que soltar toda la información abierta? No. ¿Pero
hay que darlo desde la primera infancia? Sí. También lo digo mucho, no se trata
de platicar esto a todos los hermanos. No, esto es tan íntimo y tan personal
que se platica de a uno por uno, en soledad, conforme el niño va teniendo
preguntas.
— ¿Algún último
consejo?
— Prevengamos.
Prevención. Se hace generando este vínculo de confianza, este cariño afectivo.
Los invito, si quieren, a descargar en nuestra página (www.sexoseguro.org) el libro digital gratuito
“Abrazo de amor, el privilegio de educar en una sana sexualidad”. Tiene muchos
tips, información de cómo ir hablando de este tema con los hijos desde la
primera infancia. Si se logra esto no hay confusiones sexuales. El problema es
que hay tanta falta de esto que por eso ha prendido como lumbre la ideología de
género.