SIGUE AMENAZADA DE DESCOMPOSICIÓN DESDE DENTRO.
Por
Carlos Alvarez Cozzi (Uruguay)
Una pareja de Tierra del Fuego, en la República
Argentina, compuesta por un hombre y una mujer “trans” se casó este sábado
por iglesia durante una ceremonia religiosa que tuvo todos los componentes
tradicionales del culto católico y que constituyó la primera de su tipo en la
historia de la provincia, y una de las primeras en el país, informaron fuentes
oficiales.
La boda que, de todos modos, no fue inscripta
como un matrimonio en los documentos eclesiásticos porque las normas del
derecho canónico todavía lo impiden, se llevó a cabo a partir de las 18.40 en la Parroquia Nuestra Señora de la
Merced, ubicada en el centro de la ciudad de Ushuaia y perteneciente a la
comunidad salesiana.
Los contrayentes fueron Victoria Castro, una
mujer “trans” de 46 años, y Pablo López Silva de 54, una pareja de creyentes
católicos, padres de tres hijos adoptados, que contrajo matrimonio civil en
2011 pero que, desde entonces, deseaba reafirmar la unión a través del culto
religioso.
La novia ingresó a la
iglesia con la marcha nupcial, y, durante el acto religioso oficiado por el
cura párroco Fabián Colman, con acuerdo
del obispado regional, se leyó el Evangelio, se realizó la promesa de
fidelidad de los cónyuges, se rezó el Padre Nuestro y el Ave María, y
comulgaron los novios y varios de los 60 feligreses presentes.
El primer antecedente de una
boda trans en el país tuvo lugar en 2014 en Santiago del Estero, cuando el cura
párroco Sergio Lamberti, de la Parroquia del Espíritu Santo, bendijo la pareja
conformada por José Leonardo Coria y Luisa Lucía Paz, dirigente de la
Asociación de Travestis, Transexuales y Transgéneros de la Argentina (ATTTA)
que llevaban 29 años de convivencia.
Ya en
1969 el entonces Padre Josph Ratzinger, luego Papa Benedicto XVI, nos anunciaba
una gran crisis de purificación en la Iglesia y que ésta pasaría a ser una gran
minoría en la sociedad. Aquella compuesta por los verdaderos fieles que aman al
Señor en Espíritu y en Verdad.
Sólo
puede afirmarse, como lamentablemente hacen algunos. que la Iglesia debe
“aggiornarse”, cuando no se cree que Jesús es la encarnación de la segunda
persona de la Trinidad Santa. Sus enseñanzas son eternas, no pueden cambiar.
Mientras
tanto, el cisma contemporáneo de hecho que vive la Iglesia desde hace sesenta
años sigue agravándose. Y si no vean estos falsos matrimonios que se están
produciendo en algunos lugares con la bendición de la misma cuando es claro que
el matrimonio es un sacramento entre bautizados “mujer” y varón”. Y los
cromosomas no pueden cambiarse. Son inmutables en el ser humano. Esta zaga
lamentablemente continuará. Que el Señor salve a su Iglesia…