a veinte años de su muerte
Roma (AsiaNews)
16-9-2022
Hace veinte años -
el 16 de septiembre de 2002 - falleció el Card. François-Xavier Nguyễn Văn Thuận, arzobispo vietnamita, quien pasó 13
años de su vida en la cárcel tras la caída de Saigón y dejó
un extraordinario testimonio de fe en medio de la persecución, alimentado por
una profunda espiritualidad.
Cuando recuperó la libertad, Van Thuan fue
llamado al Vaticano por Juan Pablo II como presidente del entonces Pontificio
Consejo Justicia y Paz. Su testimonio y su figura fueron recordados en Roma con
una serie de actos que organizó el Dicasterio para el Desarrollo Humano
Integral (heredero del cuerpo que durante mucho tiempo presidió el cardenal
vietnamita) y por la postulación de la causa de beatificación del cardenal Van
Thuan, cuyas virtudes heroicas fueron reconocidas en 2017. En el salón Pío IV
del Palacio San Calixto se llevó a cabo ayer un simposio internacional titulado
“Van Thuan. Vida, santidad y misión”, con los testimonios de fray Ambrogio Van
Sy, miembro de la comisión histórica de la causa, que fue ordenado diácono en
Vietnam por el mismo Van Thuan, del vicepostulador, padre Marco Da Silva Luis,
y de Mons. Bernard Munono, quien acompañó al cardenal en sus viajes por África
y trabajó con él en la redacción del Compendio de la Doctrina Social de la
Iglesia (las ponencias se pueden escuchar en este enlace).
También asistieron al simposio numerosos
peregrinos de la diáspora vietnamita que viajaron especialmente desde los
Estados Unidos, Canadá y España, así como los pertenecientes a la gran
comunidad vietnamita de Roma. Los cantos y la fe de esta comunidad católica
animaron también los otros dos momentos de las celebraciones en Roma de este
vigésimo aniversario: la adoración eucarística, ayer por la tarde en la iglesia
de Santa Maria della Scala, donde está sepultado el Card. Van Thuan, y la misa
por el aniversario de su fallecimiento, que tuvo lugar esta mañana en la
iglesia de Santa Maria di Trastevere.
“Agradecemos al Señor por habernos donado la
persona del Card. Van Thuan”, dijo el cardenal Michael Czerny, prefecto del
Dicasterio para el Desarrollo Integral, en la inauguración de las
celebraciones. Czerny recordó “su testimonio de fe inquebrantable, de mansedumbre
más allá de todos los límites, de amor incondicional al prójimo e incluso por
sus carceleros”. Durante los largos años que pasó en una celda sin luz ni
ventanas, estaba “en soledad, pero cerca del Señor a quien encontraba en la
Eucaristía y en los otros presos, y en ese encuentro recibía la fuerza para
superar las pruebas. Y no puedo dejar de pensar -añadió- en tantos cristianos
perseguidos y asesinados a causa de su fe en el mundo de hoy”.
“El testimonio de vida y de fe del card. Van
Thuan - dijo el Card. Czerny - es motivo de esperanza para todos nosotros.
Espero que también sea fuente de inspiración para muchos jóvenes que hoy están
viviendo momentos de desorientación en estos tiempos tan difíciles, marcados
por las consecuencias de la pandemia y las guerras, en Ucrania y en muchas
otras partes del mundo. La santidad es posible para cada uno de nosotros,
cuando la vida se alimenta de la Palabra de Dios y del encuentro con Cristo en
la Eucaristía y en el prójimo”.
El simposio fue también una oportunidad para
actualizar el proceso de la causa de beatificación del Card. Van Thuan. El
postulador Waldery Hilgeman explicó que todavía se está estudiando un milagro
que ocurrió por su intercesión. “Siguen llegando informes de gracias
concedidas; recientemente, por ejemplo, sobre la curación de una persona en el
mismo Vietnam. Con toda la complejidad lingüística que supone, ya se completó
la traducción de las historias clínicas para evaluar el caso. Pero lo más
importante que se debe tener en cuenta es que hay vida detrás de esta causa. La
gente sigue rezándole a Van Thuan y también haciéndonos llegar historias
sencillas: dificultades superadas en la familia, experiencias cotidianas
difíciles vividas en su compañía... Como postulador puedo decir que no es en
absoluto una causa inactiva, porque es el pueblo el que mantiene viva su
memoria”.