NOTIVIDA, Año
XIX, Nº 1162, 15 de junio de 2019
Al cierre de su
IX° Congreso anual consecutivo, celebrado en la ciudad de Santiago del Estero
durante los días 15 y 16 de junio de 2019, la RED FEDERAL DE FAMILIAS reitera
la renovación de su compromiso en pos del reconocimiento, difusión y promoción
de la vigencia, en el orden social, de los siguientes principios no
negociables, constitutivos del Ideario y la finalidad de la Red: a) el respeto
y la protección de la vida humana en todas las etapas de su desarrollo, desde
la concepción y hasta la muerte natural; b) la estructura natural de la familia
fundada en el matrimonio de un varón y una mujer, abierto a la transmisión de
la vida; c) el derecho y deber originarios de los padres a educar a sus hijos
conforme a sus convicciones morales y religiosas; y d) la procura y promoción
del Bien Común como deber de gobernantes y gobernados.
Consideramos
necesario reiterar la afirmación de esos principios porque:
como ya dijimos
el año pasado, la situación relativa a su vigencia no sólo no ha mejorado, con
respecto a la denunciada en declaraciones de congresos anteriores, sino que ha
empeorado en todos sus aspectos;
el proceso de
elección de autoridades en todo el territorio del país obliga a remarcar dichos
principios para determinar cuál será el grado de apoyo -en relación con el
compromiso de respetarlos- que se otorgará a los candidatos que aspiren a
ocupar cargos públicos a nivel nacional, provincial y comunal.
Ante estas
circunstancias, la Red Federal de Familias se ve en la obligación de destacar
los siguientes acontecimientos, vinculados a la actividad que, en esa materia,
se ha desarrollado en el curso del lapso temporal corrido entre julio de 2018 y
el día de hoy.
1°) El rechazo
total, por parte del Senado de la Nación, el 8 de agosto de 2018, al proyecto
de despenalización, legalización e imposición del aborto, que contaba con media
sanción de la Cámara de Diputados y fuera elevado a su consideración.
Como exigimos en
la declaración de Jujuy del año pasado, la Cámara Alta eligió, sin
subterfugios, componendas, o planes alternativos, la única posibilidad para
quienes defienden la vida de todo ser humano inocente desde el instante de su
concepción.
Reclamamos que
se respete el resultado de esa decisión histórica y no se intente introducir,
por otra vía, lo que tan claramente fue votado entonces.
Y recordamos
que, frente a los problemas que admitimos pueden derivarse de situaciones de
vulnerabilidad, la Red Federal de Familias, mediante su proyecto de ley de
Protección Integral a los Derechos Humanos de la Mujer Embarazada y del Niño
por Nacer, viene proponiendo, desde el año 2010, una alternativa realmente
superadora que respeta, por igual, la dignidad del binomio madre e hijo.
Reafirmamos que, si se pretende encarar una solución a tales problemas, su
tratamiento es imperioso y así enfáticamente lo pedimos.
2°) Aquel
rechazo y, sobre todo, las manifestaciones públicas que lo concitaron y
precedieron, así como toda la posterior actividad de la llamada “ola celeste”,
consecuencia de la movilización a nivel nacional, son una muestra patente de la
reserva moral de nuestra Patria y de la firme decisión de que se respete la
vida humana desde la concepción hasta la muerte natural, decisión que sería aún
mayor si el pueblo argentino estuviera debidamente informado y fuera
debidamente consultado y representado. Nos alegramos y adherimos a tales
expresiones y movimientos, a la par que exhortamos a que, en la prosecución de
acciones tendientes a influir políticamente en el manejo de la cosa pública, se
dejen de lado cuestiones menores y rencillas personales y se tengan en cuenta
los principios superiores que las alentaron y convocan y la procura del bien
común de la Nación, que no sólo implica la solución a los problemas económicos
que ciertamente la afectan sino, y principalmente, la recuperación de su
dignidad y de la salud moral y espiritual de su pueblo y de sus instituciones.
3°) En este
sentido, nos vemos obligados, nuevamente y con mayor énfasis, a destacar la
particular gravedad del estado político y moral en que se encuentra la Nación,
dolorosa realidad que es necesario revertir con urgencia.
4°) Sin que sea
nuestra intención agotar el listado de los males que aquejan o acechan la salud
de nuestra Patria, nos parece necesario destacar algunos, relacionados con los
fines de esta Red Federal de Familias y cuya manifestación se ha publicado o
actualizado en este tiempo.
a) La revitalización del proyecto de reforma
del Código Penal de la Nación que implica la despenalización del aborto y la
consagración de la ideología de género, entre otros temas de gravedad que
exceden los términos de esta Declaración.
b) La imposición de la ideología de género en
todos los ámbitos del quehacer ciudadano, como lo muestra, en el campo de la
enseñanza escolar el dictamen que las comisiones de Educación y Familia
firmaron el 4 de septiembre ppdo. Dictamen que modifica la Ley nacional 26.150
de “Educación Sexual Integral” (ESI) proponiendo que se la convierta en una
“ley de orden público”, obligatoria en todos los niveles y modalidades para
colegios de gestión estatal o privada de cualquier jurisdicción. Ley que, según
esa moción , deberá ser respetuosa de la diversidad sexual y de género, estar
basada en conocimientos científicos y laicos, y ser congruente con los derechos
reconocidos en las leyes vigentes entre las que se destacan, expresamente, la
ley 26.618 de Matrimonio Igualitario y la ley 26.743 de Identidad de Género; y
que, al mejor estilo totalitario, suprime la posibilidad de que cada comunidad
educativa pueda dar cumplimento al Programa en el marco del respeto a su
ideario institucional y a las convicciones de sus miembros.
c) La masificación y banalización del uso del
misoprostol, mediante la autorización no sólo para su aplicación como abortivo
en los hospitales sino, lo que es mucho más grave, para su venta en farmacias,
lo que implica no sólo una variación en su accesibilidad, sino ante todo un
profundo cambio cultural, pues da a entender que el aborto es algo que la mujer
puede decidir, que corresponde a su esfera íntima y que no involucra a nadie
más; y que hacerse un aborto es “sencillo, seguro, cotidiano e irrelevante”;
así como facilita y promueve el “aborto en la casa”, restándole trascendencia a
algo tan grave como lo es el asesinato del niño por nacer.
d) La aprobación por unanimidad, en la Cámara
de Senadores, de la “ley Micaela” que prevé la “capacitación obligatoria en la
temática de género y violencia contra las mujeres” en todos los niveles y
poderes del Estado nacional, en concordancia con leyes ya sancionadas,
vinculadas con la materia, tales como la ley para erradicar la violencia contra
la mujer, la que incorporó en el Código Penal la figura del femicidio, la que
privó de la responsabilidad parental a los femicidas, la “ley Brisa” para los
hijos de víctimas de femicidio y la ley sobre abuso infantil, así como
proyectos, en los que se trabaja, sobre el “acoso callejero” y la existencia
del “Plan nacional contra la violencia de género”.
e) La insólita causa penal instruida ante un
tribunal de Río Negro contra el Dr. Leandro Rodríguez Lastra por no haber
eliminado a un niño por nacer; y el arbitrario veredicto de culpabilidad dado a
conocer el 21 de mayo de 2019, que sienta un gravísimo precedente pues no sólo
afecta al encausado sino, en general, a la dignidad profesional y personal del
hombre, al que pone en la situación de simple ejecutor de leyes inconstitucionales,
al margen de lo que dictan los principios superiores del orden natural y la
propia conciencia; y entraña una no disimulada amenaza para los profesionales
del arte de curar que, fieles a su juramento hipocrático, se opongan o no
cooperen –directa o indirectamente– con una práctica homicida contraria a los
principios fundantes de la Medicina.
Las aristas de
ilegalidad e injusticia de ese veredicto son repudiables en su conjunto y su
tratamiento excede también los límites de esta Declaración y ya han sido
analizadas por esta Red Federal en su comunicado del 23 de mayo ppdo. en el
cual se sostuvo, en contra de lo que dijo el juez de Río Negro en su dictamen,
que no es posible poner en igual rango la vida humana y los mal llamados
derechos sexuales y reproductivos, cualquiera sea el aspecto bajo el que éstos
se consideren, y mucho menos hacer prevalecer éstos sobre aquélla, puesto que
la vida humana es el supuesto de todo derecho subjetivo.
f) Las intervenciones médicas forzadas por
decisión arbitraria de los tribunales, de las cuales una de las precursoras fue
la cesárea que se ordenó llevar a cabo en la ciudad de San Salvador de Jujuy el
18 de enero de este año, a una niña de 12 años con un embarazo de seis meses,
con el fin de interrumpirlo por ese medio, ante la imposibilidad de practicar
un aborto debido al avanzado estado de la gestación. Tal procedimiento, violó
el deber legal de asistencia y cuidado, en la máxima medida posible, de la vida
tanto de la niña gestante, como de la niña en gestación, que falleció a las
pocas horas.
Sin
menospreciar, ni mucho menos, la ola de aire fresco y el renacimiento de la
esperanza que supuso la enérgica y numerosa movilización en defensa de la vida
y de los principios fundantes de nuestra Patria, así como el valor y
trascendencia de las acciones empeñadas y en curso, creemos que la situación en
que se encuentra hoy en día la Argentina es de suma gravedad y exige un máximo
esfuerzo para revertirla.
Los puntos
señalados precedentemente, son tan solo una muestra del estado de aturdimiento
y desvarío intelectual y de la postración moral y espiritual de una porción
importante de nuestros compatriotas y, principalmente, de su dirigencia, de los
aspirantes a ocupar cargos públicos después de las elecciones a realizarse en
los próximos meses y de la gran mayoría de los medios de comunicación masiva
que contribuyen a aumentar la confusión y a deformar la inteligencia y la
conciencia del ciudadano común.
Es urgente y
necesaria una reacción proporcionada y condigna por nuestra parte, a la que
debemos comprometernos nuevamente.
Invocamos el
auxilio de Dios nuestro Señor para que nos dé la determinación y las fuerzas
para obrar en consecuencia, a la par que pedimos ilumine a nuestros dirigentes
y a todo el pueblo argentino, a fin de que la Argentina pueda ponerse de pie y
cumplir el destino que su Divina Providencia le tiene asignado.
Santiago del
Estero, 16 de junio de 2019.