Creció de 1.080.000 a 1.200.000, entre 2007 y 2008, el número de niños que pasan hambre en el país, según la Encuesta de la Deuda Social Argentina (EDSA) de la Universidad Católica Argentina (UCA).
"En 2007 se estima que un 9% de la infancia urbana experimentó episodios de hambre", advierte el informe, basado en las respuestas de padres de más de mil hogares de las diez ciudades más grandes de la Argentina.
En la Argentina viven 12 millones de niños y adolescentes de entre 0 y 17 años. En 2007, el 60,77% vivía en hogares vulnerables en términos socioeconómicos en cuanto al clima educativo y las condiciones materiales del entorno más próximo.
El derecho a una vivienda y un medio ambiente adecuado para la vida y el desarrollo de la infancia también se vieron vulnerados en el 53% de los chicos (6.360.000): 2.500.000 chicos hacinados (más de tres por pieza), y 1.680.000 con saneamiento inadecuado (hogares sin baño, agua potable e inodoro con descarga).
Según el Boletín del Barómetro de la Deuda Social de la Infancia, hay niños que pasan hambre, viven hacinados, sin agua potable, con diferencias de crianza abismales con sus pares ricos.
"En 2007, la mitad de los niños y adolescentes no contaba con los recursos necesarios y adecuados para su desarrollo e integración social. Las condiciones deficitarias de habitabilidad, las restricciones en el acceso a la alimentación y la vestimenta, más las dificultades en el acceso a la atención de la salud, configuraron contextos de vida empobrecidos, evidenciados en otros indicadores significativos al desarrollo humano de la infancia, como los estímulos emocionales e intelectuales en la socialización y formación", explica Ianina Tuñón, coordinadora del Barómetro del Observatorio de la Deuda Social Argentina y Fundación Arcor.
El 86% de los niños del 10% de los hogares más pobres tiene problemas de habitabilidad, número siete veces mayor que el 10% más rico. Los infantes del 10% de los hogares más pobres tienen tres veces más chances de no ir al jardín de infantes. Los adolescentes pobres registraron 9 y 25 veces más posibilidades de abandonar o atrasarse en los primeros años de EGB y los últimos del Polimodal.
"Los estudios del Barómetro evidencian que estos déficit y desigualdades tienden a profundizarse en Argentina y revelan violaciones a derechos exigibles. Esperamos que estos datos interpelen a los actores e instituciones encargados de velar por su cumplimiento", concluyó Tuñón.
Informes: www.uca.edu.ar/observatorio