Fue un político tanzano, presidente de la Tanganica independiente (1962-1964), y después de la federación de Tanzania (1964-1985). Tras finalizar sus estudios en Edimburgo, volvió a Tanganica en 1952 y después de dimitir de su puesto de profesor se dedicó a la política en la Unión Nacional Africana de Tanganica (TANU) para defender así la doctrina de la emancipación.
Julius Nyerere ha sido uno de los grandes líderes del África Negra, que pasará a la historia como el padre del socialismo "a la africana". A diferencia de otros jefes de estado, nacidos con la descolonización, no quiso calcar el modelo de desarrollo tomado de la civilización occidental ni ser deudor del comunismo; trató de sustraer a su pueblo del círculo vicioso de la determinación extranjera y la dependencia.
Apodado popularmente como "Mwalimu" (maestro en lengua Kiswahili) condujo a su país a la independencia en 1961 y fue proclamado primer presidente de la República de Tanganika en 1962, que pasó a denominarse Tanzania dos años después tras unirse a Zanzibar. Mucho antes de que Robert McNamara hablara sobre la importancia del desarrollo rural, el presidente Nyerere lo convirtió en la parte medular de la estrategia de Tanzania, en la declaración de Arusha de 1967. Con la creación de los "Ujamaa" o comunidades voluntarias y democráticas de campesinos para cultivar colectivamente la tierra, sentó las bases del socialismo "a la africana". El resto de los sectores económicos : comercio, industria, transporte y banca fueron nacionalizados . Su prioridad económica era alcanzar la autosuficiencia.
Su política no evitó que Tanzania fuese uno de los países más pobres del planeta pero sirvió para cimentar la unidad de una nación dividida por antiguas querellas tribales mediante el desarrollo de la educación y la sanidad . Nyerere es para los tanzanos el " padre de la patria", el símbolo de la unidad que es ejemplo de convivencia entre religiones y etnias diferentes en la conflictiva región de los grandes lagos.
Cosechó importantes logros sociales en educación y sanidad (el 80 % de la población estaba alfabetizada y tenía acceso directo a los servicios sanitarios) pero demostró poca capacidad para impulsar propuestas económicas viables para Tanzania. El propio Nyerere haciendo gala de la honestidad y sinceridad que le atribuyen reconoció el fracaso de su proyecto colectivista diez años después "Tanzania no es ciertamente ni socialista ni autosuficiente".
La guerra contra Uganda en el 80 que acabó con Idi Amín , aceleró la ruina del país. La intervención fue aplaudida por la comunidad internacional quien incumplió su promesa de ayuda para sufragar los gastos causados por el conflicto.
Durante la guerra fría Nyerere supo mantener un difícil equilibrio entre los dos bloques, lo que le permitió recibir ayuda tanto de los Estados Unidos como de la U.R.S.S. , China o de los países escandinavos.
Fue el primer gobernante postcolonial que renunció al poder voluntariamente en 1985 por no querer someterse a los dictados del Fondo Monetario Internacional sobre la aplicación de las políticas de austeridad en cuanto a la inversión social que podían salvar el balance macroeconómico de su país. Ante las presiones del FMI, prefirió la dimisión:
"No he podido cumplir la misión que me había fijado: terminar con la pobreza, el hambre, la enfermedad; sólo la ignorancia ha sido vencida. Yo no puedo continuar dirigiendo un país que está obligado a mendigar su comida".
Este gesto le valió el respeto del pueblo tanzano que le reconoce la virtud, a diferencia de otros jefes de estado africanos, de no aprovecharse nunca de su cargo para enriquecerse personalmente. Dicen que volvió a su casa con una bicicleta y un viejo tractor.
En sus veinticinco años de gobierno Nyerere alcanzó una gran popularidad dentro y fuera de sus fronteras, como defensor tanto de los intereses de su país como de los demás estados africanos. Ha sido inspirador del panafricanismo, guía de los Países No Alineados durante la Guerra Fría y luchador contra el apartheid, apoyó a los movimientos de liberación como el Congreso Nacional Africano de Nelson Mandela. Soñó con un Estado Panafricano como respuesta a los retos internacionales del continente, pero tuvo que resignarse con una Organización para la Unidad Africana (OUA), de la que fue fundador en 1963 y que sólo tenía de unionista el nombre; todo su articulado tendía a preservar la continuidad de los Estados coloniales y de sus fronteras aberrantes, con el argumento mayoritario de que era preferible no tocar ninguna de las estructuras heredadas para no suscitar conflicto. De esta forma, los más destacados líderes anticoloniales aceptaban de buen agrado el reparto de África consumado en la Conferencia de Berlín, allá en 1885.
Tras su retirada de la política activa fue requerido por diversas organizaciones y Estados para arbitrar conflictos del África Central y del Este. Hasta su muerte Nyerere ha presidido las conversaciones de Paz en Arhusa, que tenían como objetivo poner fin al conflicto étnico en el vecino Burundi y que se encuentran ahora paralizadas.
Desde distintos foros internacionales, ha alertado a sus colegas estadistas sobre la equivocada suposición de que el Norte pueda ofrecer todas las soluciones a los problemas africanos y hasta el final ha levantado la bandera de la unidad y cooperación regional frente al afropesimismo que se ha extendido como una peste, tanto en el Occidente como en el mismo África. "Una vez que Nigeria se organice, tengo la impresión de que el papel que está desempeñando en África Occidental será igual al de Sudáfrica respecto a África del Sur. Es decir, una parte de los cimientos, un motor para el desarrollo", dijo Nyerere en uno de sus últimos discursos pronunciados en la sede del Banco Mundial.
En 1979 Tanzania fue invadida por las fuerzas militares ugandesas del presidente Idi Amin. Nyerere mandó contraatacar, expulso a las milicias extranjeras, y llegó a la capital, Kampala, derrocando a Amin.
Concedió especial importancia a la educación en su filosofía de la liberación, no sólo de la ocupación colonial sino también de la dependencia económica y cultural con respecto a los demás países, que es el único medio que permite edificar una identidad nacional auténtica en función de las necesidades males y de los objetivos sociales de Tanzania. Afirmó que el desarrollo social y político debía anclarse en las tradiciones aceptando al mismo tiempo los desafíos de la modernidad y que lo que tiene que hacer África no es decidir si cambia o no, sino cambiar o experimentar el cambio impuesto por la influencia de las fuerzas que escapan a nuestro control.
En 1986 abandonó voluntariamente el poder después de haber apoyado con valentía la lucha contra el apartheid, con el respaldo de Nelson Mandela, el otro "sabio de África". Se retiró a su pueblo natal de Boutiama, cultivó su pasión por el suajili (o swahili) que, en su opinión, creó las bases de la nación tanzana y amalgamó a tribus heterogéneas, lo cual no le impidió defender apasionadamente la causa de los países en desarrollo como Presidente de la Comisión del Sur y de la Fundación Nyerere.
En 1992 recibió el Premio Simón Bolívar junto con Aung San Suu Kyi y en esta ocasión declaró lo siguiente:
"Las innovaciones científicas y tecnológicas han convertido al mundo en UN mundo para lo bueno y lo malo. Los países están obligados a vivir juntos. Y la cuestión que se plantean ellos (y nosotros) es la de saber si nosotros y nuestras naciones queremos vivir en una comunidad mundial civilizada o en una serie de estados belicosos en los que reina la ley de la selva".
Beatificación
En el año 2005 la Iglesia Católica inició los trámites para su futura beatificación y canonización. Ya a la muerte de Nyerere, el cardenal Polycarp Pengo aseguró, en la homilía de su solemne funeral de Estado, que
“fue hijo de la Iglesia y tendrá su lugar en el Paraíso”
El inicio del proceso de beatificación se celebró el 21 de enero, aniversario del matrimonio entre Julius y Maria Nyerere. El proceso del Siervo de Dios está bajo la dirección del obispo de Musoma y el postulador de la causa es el padre Wojciech Koscielniak. El padre John Civille, de la arquidiócesis de Cincinnati, Ohio, y el padre Laurenti Magesa son los dos teólogos censores que colaboran en el proceso.
Entre las frases memorables de Nyerere, una de las más bellas es:
“Desearía encender una candela y ponerla en la cumbre del monte Kilimanjaro para que ilumine hasta más allá de nuestras fronteras, dando esperanza a los que están desesperados, poniendo amor donde hay odio, y dignidad donde antes sólo había humillación”
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