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"BUENOS CRISTIANOS Y HONRADOS CIUDADANOS"
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POTENCIAR TRABAJO

 

 Mayoría de mujeres con tareas sociocomunitarias

 

Por Laura Vales

 

Página 12, 22 de noviembre de 2022

 

El número de inscriptos en el Registro de Trabajadores de la Economía Popular (Renatep) superó las 3.400.000 personas. De ellas, un millón completan sus ingresos con un plan Potenciar. ¿Cuál es su perfil? ¿Quiénes son y qué hacen? La respuesta es que son, en su mayoría, mujeres (63 de cada cien). La mitad de los Potenciar son trabajadoras de comedores populares y merenderos. Otra característica es la marcada presencia de jóvenes, un espejo invertido de lo que sucede en el mercado laboral, donde los menores de 24 años son una proporción mínima. Estos datos son parte del último informe del Renatep, elaborado en base a datos actualizados a octubre de 2022. El análisis hace por primera vez un perfil de los beneficiarios del Potenciar, comparando a los trabajadores de la economía popular que tienen este ingreso con los que no lo tienen. Aparecen dos grandes diferencias: los primeros han ido organizando su trabajo con forma colectiva (en cooperativas, movimientos, con emprendimientos productivos familiares), mientras que en el resto prima el trabajo individual. Por otra parte, los trabajadores que han sido incluidos en el Potenciar tienen una mayor formalización fiscal, ya que se han inscripto en mayor proporción como monotributistas.

 

El relevamiento realizado por el organismo que dirige Pablo Chena indica, por otra parte, que pasaron a ser diez las provincias con más trabajadores inscriptos en la economía popular que en el sector privado. En los últimos cuatro meses se sumó al listado Corrientes (las que ya estaban son en su gran mayoría del NOA y NEA: Santiago del estero, Chaco, Salta, Formosa, Jujuy, Misiones, Tucumán, Catamarca, Corrientes y La Rioja).

 

El informe

El Potenciar Trabajo es el programa de mayor tamaño del Ministerio de Desarrollo Social, el que más beneficiarios tiene, y su sentido no es unívoco. En su definición juegan muchas voluntades: hay organizaciones que lo toman como un salario complementario y construyen trabajo, y hay organizaciones que piden cupos para engordar y volver por más. Hay funcionarios que los reparten a cambio de paz social -esta ha sido la función tradicional de todos los planes-, y hay funcionarios que van construyendo un andamio para que los trabajos en la economía tengan mayores ingresos y derechos; no es raro que una u otra cosa dependa del momento, de la coyuntura, más que del funcionario. Hay contados casos -muy excepcionales- en que alguna empresa toma beneficiarios del Potenciar y convierte un plan en empleo; una gota en el mar.

 

La mayoría son jóvenes

En los sectores populares, el ingreso al mundo del trabajo se está dando a través de la economía popular. Esa es su entrada. Si los pibes y pibas de 18 años antes tenían su primer laburo en un taller, ahora lo hacen como vendedores ambulantes, juntando cartón, limpiando veredas o en obras de mejoramiento de barrios.

 

Hay diez provincias con más trabajadores de la economía popular que del sector privado

 

En los últimos cuatro meses se sumó Corrientes. A este dato hay que mirarlo con dos aclaraciones: el número de trabajadores privados que sale del SIPA es una cantidad incuestionable: contabiliza los empleados privados en blanco, con aportes jubilatorios registrados en Anses. Por otro lado, los trabajadores de la economía popular que se inscriben en el Renatep lo hacen voluntariamente: no todos están inscriptos. La estimación es que falta todavía la mitad. Y por otro lado, no todas las bajas pueden ser informadas. Pero, sin dudas, la comparación sirve para mostrar los enormes cambios que sigue sufriendo el mundo del trabajo, su deterioro incluso en épocas de crecimiento económico, de aumento de las ganancias de las empresas disociado de la suerte de los trabajadores.

 

Trabajadores de la economía popular con o sin Potenciar

 

Entre quienes tienen un plan Potenciar hay más trabajadores organizados de manera colectiva: en movimientos, cooperativas, emprendimientos o núcleos de la agricultura familiar. Esta es una nítida diferencia entre quienes, trabajando en economía popular (es decir, por su cuenta, sin patrón), no tienen un Potenciar.

 

El contraste es grande: entre las personas con Potenciar 6 de cada diez trabajan de manera colectiva, mientras que entre los trabajadores de la economía popular sin Potenciar pasa lo opuesto: 6 de cada diez trabajan de manera individual.

 

Acá hay que hacer un obligado link, recordar que la economía popular es producto del neoliberalismo: en lo macroeconómico, de la destrucción del proyecto de país industrial por sustitución de importaciones y la masiva privatización de las empresas estatales; en lo cultural, del discurso pro emprendedurismo que todavía sigue reinando.

 

Como base de datos, el Renatep es la primera herramienta que tiene el Estado para ver qué hay dentro de la economía popular, que se superpone a la economía de los trabajadores informales sin ser exactamente lo mismo. Es una fuente de información valiosa, pero aún insuficiente: el Indec debería empezar a medir estas actividades que no forman parte de la economía estatal ni de la privada, aunque tengan comunicación con las dos.  Y de la que obtienen sus ingresos un tercio de los trabajadores del país. Es un tema que excede a la asistencia social para ser, claramente, parte del orden económico. 

EL HAMBRE LLEVA A LA DESESPERACIÓN



y puede llevar a situaciones que no queremos

Sergio Rubin

Clarín, 06/04/2020

 “La gente de las villas no quiere el caos, pero el hambre lleva a la desesperación y su persistencia puede llevar terminar en situaciones que no queremos; por eso, esta campaña busca ante todo que nadie pase hambre y que frenemos frente al abismo”, dice el padre Rodrigo Zarazaga, que lidera una mega iniciativa solidaria para distribuir un millón de cajas de alimentos y artículos de limpieza en asentamientos de la ciudad de Buenos Aires y del conurbano.


La iniciativa denominada “Seamos Uno” -que por primera vez reúne a las principales confesiones religiosas, además de a relevantes ONGs como el Banco de Alimentos- es ambiciosa. Y la respuesta, auspiciosa: ya se obtuvieron 250 mil cajas gracias a la donación de alimentos de empresas o su venta al costo, y el aporte de dinero de firmas y particulares mediante el sitio www.seamosuno.com.ar Y del esfuerzo en su distribución de miles de voluntarios.

Zarazaga es un sacerdote jesuita que dirige el Centro de Investigación y Acción Social (CIAS) -un think tank del pensamiento social cristiano de su orden religiosa-, doctor en Ciencias Políticas por la Universidad de California (Berkeley). Cercano a instituciones empresariales como la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa (ACDE), es un gran estudioso de las villas del gran Buenos Aires, autor del libro Conurbano Infinito.
-¿Cómo surgió esta campaña?

-Del diálogo con representantes de Cáritas, de la AMIA, de la Alianza Cristiana de Iglesias Evangélicas, del Consejo de Pastores de la Ciudad de Buenos Aires, del Banco de Alimentos, de la Compañía de Jesús y el CIAS, que represento. En fin, con los actores en territorios populosos. Y aprovechando nuestra vinculación con empresarios, contándoles que realmente en los asentamientos hay hambre y que no podía ser que no respondiéramos a esta urgencia. Así se movilizó un grupo de empresarios que fueron aportando no solo donaciones, sino una capacidad enorme de logística, de distribución de estas cajas.

-¿A qué atribuye esta respuesta?

-Creo que esta la conciencia de que la persona que hoy se queda en su casa y no puede salir a trabajar, ya sea la peluquera, el vendedor ambulante o el carpintero, incluso muchas personas que no pertenecen al circuito de comedores y de asistencia del Estado nos está cuidando. Y que entonces nosotros también debemos cuidarla. Esto es un proyecto puntual para ayudar en esta cuarentena a la emergencia alimentaria. Pero también conlleva el anhelo de que quede la enseñanza de que estamos todos juntos. Por eso el nombre: Seamos Uno. Porque estamos todos en el mismo barco y no hay una argentina sana si no estamos todos sanos, no hay una argentina buena si no es buena para todos.

-¿Cómo se instrumenta?

-Hay una cuenta a través de la cual se pueden canalizar las donaciones, que va adquiriendo volumen. A través de un departamento de compras adquirimos los productos, en general, al precio de costo, aunque muchas son donaciones. Armamos las cajas, que las distribuimos después en coordinación con las áreas sociales de los gobiernos de la provincia y de la ciudad de Buenos Aires, que nos señalan los lugares donde están detectando más necesidad.

-Ustedes quieren llegar a un millón de cajas…

-Un millón de cajas que significa llegar a un millón de hogares y eso supone un 10 % de la población. Es un objetivo ambicioso, motivador para nosotros. Hoy estamos asegurando las primeras 250 mil cajas. A mí me llama mucho la atención lo que se puso en marcha. No solo el caudal de las donaciones de empresas, sino el aporte de particulares que en muchos casos ponen mil pesos cuando ganan 35 mil. Tenemos una nave logística que está sostenida por la cámara que agrupa a las empresas del sector. Es impresionante. Nos brindan una asistencia profesional. Incluso terminaron contratando a 200 personas que estaban desocupadas.


- Algunas campañas suscitaron sospechas. ¿Tomaron precauciones?

-Pedimos la auditoria a cuatro compañías de renombre que aseguran la transparencia del proceso: Deloitte, E&Y, KPMG y PWC. Es triste que cuando uno plantea esto la experiencia del pasado lleva a hacer preguntas de este tipo. La distribución es a través de las Cáritas, de los pastores, del Banco de Alimentos, en fin, de los referentes en el territorio de las entidades que participan de la campaña. Tristemente, la pregunta s pertinencia si miramos hacia atrás. Por eso a veces digo: seamos uno, pero también seamos distintos.

-Usted es un profundo conocedor del conurbano ¿Teme un estallido social en el conurbano?

-Precisamente este programa busca, además de evitar el hambre, que frenemos ante ese abismo. La persona que no le dio de comer a sus hijos hoy y no sabe si podrá hacerlo mañana entra en una desesperación. Cuando esa desesperación se va acumulando puede terminar de la manera que no queremos. El riesgo está porque la gente con hambre cae en la desesperación. Pero la gente de las villas no quiere vivir en el caos. Y no creo que llegue a eso como primer recurso. Además, como todos, le teme al contagio. Si creo que tenemos que estar atentos y ayudar a que la gente no caiga en la desesperación. Ayudándolos también nos ayudamos.

-¿La crisis sanitaria servirá para una mayor toma de conciencia de nuestra situación social?

-Soy un hombre de fe así que no puedo creer más que sí. Es una ocasión para que todos tomemos conciencia de que no hay una argentina sana si no es sana para todos. La pandemia nos igualó a todos: La persona que no puede quedarse en su casa porque necesita procurarse el sustento es un problema para todos. Entonces no hay una argentina sana si no es sana para todos. No hay argentina buena si no es buena para todos. Esto es algo que la dirigencia en esta crisis puede encarnar.


-¿Será esta una oportunidad para lograr un gran acuerdo entre todos los dirigentes para afrontar cuestiones como la pobreza y la educación?

-Sin duda lo veo como una oportunidad. No hay que ser ingenuos y creer que porque tenemos esta crisis van a desaparecer los intereses, las ideas de cada uno. Eso es propio de la política y es hasta es bueno que sea así. Pero sí hay una oportunidad para decir que tenemos un norte. Y tener un consenso mínimo en torno a ese norte, a la Argentina que queremos.

CÁRITAS



recaudó más de 91 millones de pesos en su colecta 2018




Aica,  27 Ago 2018

Cáritas Argentina destacó que recaudó 91.604.677,68 pesos en su colecta anual 2018, cifra que representa un aumento del 18% respecto de la campaña anterior, en la presentación de la rendición de cuentas que, como es habitual, se realiza el 26 de agosto, en coincidencia con el Día de la Solidaridad.

La campaña solidaria de la organización caritativa de la Iglesia que actualmente preside monseñor Carlos José Tissera, obispo de Quilmes, se realizó los días 9 y 10 de junio en todos los templos del país, con el lema “La solidaridad empieza por dar”.

El dinero recibido permite sostener a lo largo del año numerosos proyectos de promoción humana y ayuda inmediata que se llevan adelante en el país.

En este sentido, Cáritas detalló el destino de estos fondos y citó ejemplos concretos de algunas de las iniciativas desarrolladas por Cáritas en 2017:

- Primera Infancia: asumiendo el compromiso con el cuidado de la vida, el programa Primera Infancia formó 44 capacitadores diocesanos y 367 líderes barriales que acompañaron a 669 familias, 163 embarazadas y 983 niños y niñas de barrios postergados.

- Programa -9 +6: este programa, que se desarrolla desde hace más de 10 años, promueve el cuidado de embarazadas y madres de niños pequeños que viven en situación de pobreza, capacitándolas para que sepan atender adecuadamente la salud y la alimentación de sus hijos. Ya se ha involucrado la participación de 2.965 madres en todo el país, beneficiando a 12.750 niños.

- Merienda reforzada: como parte de la ayuda inmediata que brinda Cáritas, en espacios educativos de 37 diócesis se ofrecen “meriendas reforzadas” (capaces de suplir una cena) para 12.056 niños procedentes de hogares de muy bajos recursos.

- Adicciones: Cáritas, junto a la Pastoral de Drogadependencia y la Familia Grande Hogar de Cristo, integra una red para el abordaje pastoral y comunitario de las adicciones que alcanza a más de 10.000 personas entre participantes, voluntarios y profesionales, a través de 82 centros en todo el país. Para el fortalecimiento de la red se realizó 1 encuentro nacional, 10 encuentros presenciales en la sede de Cáritas, 6 encuentros regionales, 15 diocesanos y 40 misionales. Además, se concretó el Proyecto Escuela con 700 alumnos virtuales, se realizaron 40 pasantías y más de 60 capacitaciones en territorio.

- Educación: se acompañaron 194 espacios socio-educativos, que involucró el trabajo de más de 1500 voluntarios en las zonas más vulnerables del país. Se sostuvieron más de 2600 becas y se acompañó con talleres y capacitaciones a 7.325 familias. Los destinatarios directos e indirectos de esta iniciativa se estiman en 40.000 personas, entre menores y adultos.

- Trabajo: a través de su Red Ecosol (Economía Social y Solidaria) Cáritas promueve una forma de economía inclusiva, centrada en el cuidado de la vida y de la “casa común”. En 2017 se desarrollaron 27 proyectos, con beneficio directo o indirecto en más de 5.800 personas. Se llevaron adelante micro créditos para emprendimientos, formación para producción y comercialización a emprendedores y capacitación en oficios.

- Vivienda: se trabajaron 28 proyectos del Programa de autoconstrucción asistida y participativa por esfuerzo propio y ayuda mutua y se inauguraron 434 nuevos hogares. De este modo, unas 2.600 personas accedieron a su casa definitiva.

- Capacitación y educación no formal: a través de 23 proyectos se brindó capacitación en oficios tales como electricidad, carpintería, plomería, etc. para 225 destinatarios directos y 540 indirectos, al tiempo que se ofrecieron 776 talleres de apoyo escolar, alfabetización juegos, arte y liderazgo juvenil. Otros proyectos de educación no formal (colonias de vacaciones, campamentos, biblioteca, escuela de fútbol, acondicionamiento de espacios educativos, etc.) llegaron a 1.560 beneficiarios.

- Desarrollo comunitario: se acompañaron 80 proyectos diocesanos en temáticas de gestión y coordinación, ciudadanía y equidad entre varones y mujeres, que alcanzaron a 117.961destinatarios directos e indirectos. Se desarrollaron procesos de desarrollo en 49 comunidades barriales (comunidades “signo”) y 3 proyectos regionales sobre temáticas de gestión compartida, formación del voluntariado, articulación y animación. Se destaca también la participación en el relevamiento nacional de Barrios Populares que alcanzó a 810.000 familias en todo el país.

- Emergencias: en 2017 Cáritas brindó asistencia a 15 comunidades diocesanas afectadas por desastres climáticos (inundaciones, incendios, avalanchas). A fin de fortalecer los equipos locales con capacidad para responder ante emergencias, se financiaron 13 proyectos regionales de formación, se realizó un taller latinoamericano y se habilitó un aula virtual para la formación de voluntarios.

- Ayuda inmediata: esta acción que busca dar respuesta a necesidades específicas y urgentes de personas y comunidades en situación de alta vulnerabilidad, es tal vez la más conocida, porque se realiza a través unas 3.500 parroquias, capillas y centros misionales del país. Su alcance es enorme porque un muy alto porcentaje de personas sabe que Cáritas es su primer referente a la hora de buscar una respuesta urgente a situaciones de pobreza.

En ocasión de dar a conocer el monto final de la colecta anual, Cáritas reitera su agradecimiento a "todas las personas que siempre acompañan esta iniciativa solidaria con el esfuerzo de su trabajo y con su contribución económica, tanto desde el aporte personal, como el de las instituciones o empresas que representan".

De modo particular, agradece y reconoce también "la labor silenciosa de los más de 32 mil voluntarios que día a día acompañan a las familias más necesitadas en todos los rincones del país y que, en cada colecta, se movilizan para testimoniar cómo se puede cambiar el futuro de tantas personas cuando se asume que 'la solidaridad empieza por dar'”.

"Honrados nuevamente por la confianza que la sociedad deposita en nuestro compromiso con nuestros hermanos más vulnerables, y concientes de todo lo que aún queda por hacer, Cáritas Argentina renueva la invitación a seguir trabajando juntos para construir la patria que queremos, una patria con igualdad de oportunidades para todos", agrega.

13,5 MILLONES DE POBRES

Según el último informe de la UCA


Para el director del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina, "el efecto derrame deseado por algunos dirigentes políticos no llegó a las capas bajas aún"

Por Martín Dinatale 11 de diciembre de 2017
Infobae, 11-12-17

Los datos son contundentes y no dejan lugar a dudas: más allá de los signos optimistas del Gobierno sobre la mejora en la economía, el último informe del Observatorio de la Deuda Social de la Universidad Católica Argentina muestra que el 31,4% de los argentinos vive actualmente en una situación de pobreza, lo que representa a unas 13,5 millones de personas.

Este informe, que toma datos bajo una nueva metodología de medición mucho más sofisticada y profunda que la del INDEC, revela también que hay un 5,9% de personas en situación de indigencia. Esto representa cerca de 2,5 millones de argentinos. El informe de la UCA al que accedió Infobae releva los datos del tercer trimestre del 2017 y deja al descubierto también un dato perturbador: el 48% de la población que vive bajo la línea de pobreza son niños de entre 0 y 14 años.

"En la Argentina sigue existiendo un tercio de la población que vive bajo una pobreza estructural y esta situación vemos que no cambió a pesar de algunas mejoras que se ven en la economía", destacó ante Infobae el director del Observatorio de la Deuda Social de la UCA, Agustín Salvia.

Lo interesante de este nuevo informe que muestra la UCA es que se hizo bajo una nueva metodología que no sólo mide la pobreza por los niveles de ingreso sino también de acuerdo al censo 2010 y una serie de siete valores multidimensionales que el INDEC no toma en cuenta.


De todas maneras, al realizar un comparativo entre los datos de medición tradicionales del INDEC y los de la UCA, se observa que hay una leve disminución de las personas en situación de pobreza entre 2016 (32,9%) y el 2017 (28,6%). Pero estos datos no pueden ser comparables a la nueva medición que presentó el Observatorio Social de la UCA ya que allí se revelan muchas más variables de estudio de caso. Hay, por cierto, una misma tendencia en cuanto a la tasa de pobreza relativa: en la medición del INDEC de 2016 se revela una situación de hogares bajo pobreza relativa en el orden del 19,1% mientras que la nueva medición de la UCA revela un 20,4%.

El nuevo esquema de metodología de medición de la pobreza del Observatorio Social de la UCA del tercer trimestre del 2017 toma aglomerados urbanos con 80.000 habitantes; una muestra puntual de aproximadamente 5.700 hogares y una mayor profundidad de datos de muestra en 30 municipios del conurbano bonaerense.

"Los resultados de la nueva muestra metodológica que hicimos exponen que el efecto derrame deseado por algunos dirigentes políticos no llegó a las capas bajas aún y la caída de la pobreza es leve", remarcó Salvia al explicar los datos de la UCA. Así, el informe sostiene que "las tasas de pobreza extrema revelan cierta continuidad a lo largo del período dando cuenta de mayores dificultades de mejora en el extremo más bajo de la estructura social".

En resumen esto implica que en los últimos años los extremos se ampliaron en términos de brechas sociales: los pobres se empobrecieron más y los ricos se enriquecieron aún más. Así, por ejemplo, el informe de la UCA muestra que una familia indigente en 2016 necesitaba $2.288 para vivir mientras que este año necesita $2.156. Es decir, que hay un incremento del 29,7%.

En el conurbano bonaerense es donde más se observa cómo sigue golpeando la pobreza y la indigencia en los hogares argentinos. Según la encuesta del Observatorio Social de la UCA, el 27,8% de los hogares del conurbano bonaerense vive bajo la línea de pobreza y el 7,9% en situación de indigencia. Aquí hay una leve baja de población en situación vulnerable si se comparan los métodos de medición de INDEC: en 2016 había un 27,3% de hogares pobres en el GBA mientras que en 2017 esa cifra pasó a ser del 24,8% en el conurbano bonaerense.

Según las mediciones que hizo el Observatorio de la Deuda Social el desfasaje económico y la brecha mayor entre pobres y ricos se da en el tercer cordón del conurbano. Allí es donde el nuevo informe de la UCA puso énfasis en la recolección de datos para hacer de esta nueva muestra una radiografia más completa de la realidad argentina.

La evolución de las dimensiones multidimensionales que muestra el trabajo también resulta muy interesante para medir el mapa social de la Argentina en su conjunto. Por ejemplo: el 4,1% de la población asegura tener problemas severos de alimentación o hambre. Esta es una tendencia que no ha disminuido respecto de otros años.

A su vez, en el muestreo se observó que hay un 18,9% de la población con déficit de cobertura de salud. Se observa, a su vez, que el porcentaje de hogares con servicios básicos incompletos sigue siendo elevado. Así, el informe revela que hoy el 34,1% muestra problemas de conexión al agua corriente, servicio de red cloacal o conexión de fuentes de energía. En tanto, el 21,4% de los hogares muestra que carece de una vivienda digna.


"Se puede observar que hay relativas mejoras en los últimos años por un freno de la inflación, una mayor obra pública y una mejora en el sistema de reparación histórica de los jubilados. Pero en líneas generales la Argentina sigue siendo un país con graves problemas de pobreza por atender", sintetizó Salvia al presentar el informe.

ABEL ALBINO


Si alimentamos bien a los chicos, en 20 años somos potencia

El Dr. Abel Albino, médico pediatra, creó la Fundación Conin en 1993 con la misión de erradicar la desnutrición infantil en la Argentina. Esta institución posee 86 centros de contención y aspira a instalar otros 2.000 en los próximos años, y su obra merece un amplio apoyo puesto que ya son 2.315.000 niños y jóvenes los que padecen de inseguridad alimentaria. Entre el nacimiento y los 5 años de vida la desnutrición va acompañada de déficit de micronutrientes (hierro, vitamina A, zinc), riesgo de infecciones, impacto negativo en el sistema inmunológico y deterioro cognitivo y psicomotriz.

Albino manifiesta que no bastan los alimentos para el desarrollo de los niños. “Cuando los niños se crían en un ambiente hostil, chato, sin colores, sin música, sin alegría, con figuras paternas o maternas desdibujadas o ausentes, no alcanza a desplegar su potencial genético, porque ese ambiente no les permite cablear el cerebro, algo que sucede fundamentalmente en el primer año de vida. En ese primer año, el cráneo tiene 35 centímetros y crece un centímetro por mes, hasta alcanzar 47 centímetros al año. Ese crecimiento no se repite jamás, es ahí o nunca. Al año y medio la fontanela anterior y el cráneo es una unidad sellada. Cuando un funcionario dice le damos leche a partir de los cinco años, ya es tarde.”

El hambre, entre cosas, afecta el vocabulario. “Una investigación de hace 45 años del doctor Monckeberg detectó que en pobreza extrema los padres manejan 180 palabras, de las 12 mil a 15 mil que maneja cualquiera de nosotros diariamente, de los 85 mil vocablos de la lengua más usada. Y que los niñitos de esos padres utilizan sólo 40 palabras. De ahí los altos índices de deserción escolar y repitencia. Van a la escuela, pero repiten y repiten.”
“Un país se hace con miles de niños leyendo. Pero para leer y escribir hace falta tener un cerebro sano.”

“Si nos acompaña el Gobierno y pone cloacas, no hay parásitos; y si tenemos agua corriente, no hay gastroenterocolitis; y si tenemos agua caliente y luz eléctrica, mejora la higiene. 
Y si el Gobierno nos permite hacer que cada niño reciba desde el momento de su nacimiento en adelante una caja de leche por mes, y cada mujer embarazada y nodriza cuente con cuatro cajas de leche por mes, salimos como una flecha. Si preservamos el cerebro, luego educamos y simultáneamente se mejora la infraestructura del hogar, seremos potencia en 20 años, lo firmo y le pongo el sello”.

Página web de Conin:  www.conin.org.ar 


(Revista Viva, 21-5-17)

LA MITAD DE LOS OCUPADOS GANA MENOS DE $ 8.000


Ismael Bermúdez

Clarin.comiEco25/10/16

La mitad de la gente ocupada esté o no registrada ante la Seguridad Social– poco más de 8 millones de personas– gana menos de $ 8.000 mensuales, de acuerdo a las cifras proyectadas a todo el país a partir de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) que ayer volvió a difundir el INDEC y que corresponden al segundo trimestre de este año.  Y si se considera el total de hogares donde confluyen uno, dos o más de tres ingresos, en la mitad de esas familias ingresan menos de $ 14.000 mensuales.

La pirámide de ingresos se torna más reducida y desigual a medida que se desciende algunos escalones. Así el 30% de los ocupados – 5 millones de personas- cobra menos de $ 5.300. Un escalón más abajo, el 20% o 3,2 millones de ocupados percibe menos de $ 4.000. Y hay una franja del 10% que cobra menos de $ 2.000 por mes.

Si se suma todo el ingreso de las familias –porque además del jefe de hogar trabajan otros integrantes o reciben alguna ayuda social -en el 30% de los hogares, donde viven unas 10 millones de personas- ingresan menos de $ 9.700 mensuales.

Esta información del INDEC no es comparable con mediciones realizadas por las anteriores autoridades del Instituto Estadistico porque las realizadas a partir de 2007 están sospechadas de haber sido manipuladas.

El total de ocupados urbanos se estima en poco más de 16 millones de personas, incluyendo a los empleados en relación de dependencia, por cuenta propia, profesionales o patrones, estén o no registrados en la Seguridad Social. El sueldo promedio es de $ 10.771. Además, hay 1,5 millones de desocupados

La distribución del ingreso marca que del ingreso total de los hogares, el 30% más rico se queda con el 57,7% del total y el 30% más pobre el 10,6%. En tanto, el 10% más rico recibe el 28,5% del total, y el 10% más pobre apenas el 2,1%. A su vez, el 10% de los hogares más ricos recibe lo mismo que el 55% de los hogares menos favorecidos.

Esta desigualdad y estos ingresos tan bajos que percibe tanta gente se debe a varias razones. Un factor es que el 33,4% de los asalariados se desempeña en negro con ingresos reducidos y sin cobertura de Seguridad Social y a que una amplia franja de trabajadores en blanco – más de un millón --cobra menos de $ 6.000. También a que más de un millón de “subocupados demandantes”, así llamados porque trabajan pocas horas aunque quieren trabajar más o están buscando otro empleo adicional. Además hay una vasta franja de trabajadores por cuenta propia o monotributistas -casi un millón- de bajos ingresos, a lo que se suman los "monotributistas sociales". .

En lo que va de 2016 el cuadro de ingresos muestra que los salarios y las jubilaciones tuvieron un fuerte deterioro con relación a la inflación. En promedio, las paritarias fijaron aumentos, en 2 o 3 cuotas, del 35% frente a una inflación del 43% anual. En tanto, las jubilaciones tuvieron dos aumentos que acumulados sumaron el 31,7% -más un bono de $ 500 para los que cobran el haber mínimo- con una pérdida de más de 10 puntos respecto de la evolución de los precios. 

De aquí se infiere también otro dato clave: disponer de un sueldo o un ingreso no exime a la persona o la familia de vivir por debajo de la línea de pobreza. Por esa razón, la pobreza alcanza al 32,2% de la población urbana, unos 13 millones de pobres.

Es que el poder de compra del grueso de los trabajadores ocupados sigue siendo bajo e insuficiente frente al costo de la canasta familiar de pobreza que para una familia tipo (matrimonio con 2 hijos) según el INDEC, a septiembre, es de $12.637,53.

SEGÚN INDEC


 32,2% de los argentinos son pobres y 6,3% indigentes

 ambito.com, 28-9-16

 Los porcentajes presentados significan que, durante el segundo trimestre de 2016, se encuentran por debajo de la Línea de Pobreza (LP) 2.022.000 hogares, los que incluyen 8.772.000 personas. En ese conjunto, 425.000 hogares se encuentran, a su vez, bajo la Línea de Indigencia (LI), que incluyen a 1.705.000 personas indigentes. (Fuente: INDEC)


La pobreza en la Argentina llegó al 32,2%, o 8.772.000 personas, en el segundo trimestre de 2016, según anunció este miércoles el INDEC.

El dato fue anunciado por el titular del organismo, Jorge Todesca. Además, el nivel de indigencia se ubicó en el 6,3%, 1.705.000 personas.

El INDEC difundió los indicadores de pobreza e indigencia, luego de tres años de ausencia de datos oficiales vinculados con esa cuestión. Las cifras oficiales ubicaban en 2013 a la pobreza en 4,7% y a la indigencia en 1,4% en la última medición.

Los datos de la UCA arrojaron a fines del año pasado que el 29% de la población era pobre, mientras dentro de ese total el 5,3% se encontró en la indigencia. Mientras que en abril, según la casa de estudios, la pobreza llegó 32,6%.

El INDEC había retomado la semana anterior la publicación de los datos vinculados con la canasta básica alimentaria y total, la cual también había sido interrumpida.

Según ese sondeo, una familia de cuatro integrantes necesitó contar en agosto con 12.489,37 pesos para no ser considerada pobre, lo que significó un aumento de 25 pesos con relación a julio.


A su vez, señaló que una familia tipo -matrimonio y dos hijos- debió tener un ingreso de 5.175,92 pesos para no ser declarada indigente, es decir que presentó un incremento de 26,51 pesos respecto de julio pasado.

CRECE LA POBREZA


Fue presentado la Encuesta de la Deuda Social Argentina 2016, realizada por el Observatorio de la Universidad Católica Argentina: 

Canasta básica alimentaria (que indica el nivel de Indigencia)

Por familia tipo: $ 3.769 mensuales

Canasta básica total (que indica el nivel de Pobreza)

Por familia tipo: $ 7.877

% de la población total

Indigencia: 6,2         2.500.000

Pobreza:   32,6        13.000.000

Fuente: La Nación, 12-8-16

SE PRESENTÓ EL BARÓMETRO DE LA DEUDA SOCIAL ARGENTINA



Aica, 12 Ago 2016

   
Con el título “Tiempo de balance: deudas sociales pendientes al final del Bicentenario. Necesidad de atender las demandas del desarrollo humano con mayor equidad e inclusión social”, se presentó en la tarde del 11 de agosto el informe Barómetro de la Deuda Social Argentina. Serie del Bicentenario (2010-2016). Año VI, elaborado por el Observatorio de la Deuda Social Argentina de la Universidad Católica Argentina (UCA)

Inauguraron el acto las palabras del arzobispo rector de la UCA, monseñor Dr. Víctor Manuel Fernández, y la presentación del informe estuvo a cargo del Director de Investigación del Programa Observatorio de la Deuda Social Argentina de la UCA, Agustín Salvia. Fueron los encargados de exponer los comentarios José Nun, María del Carmen Feijóo y Daniel Arroyo.

Entre las cifras más significativas que arrojó el informe, se destacan 400 mil personas caídas en la indigencia en el primer trimestre de este año, y 1,4 millones de nuevos pobres. En la presentación del documento, se sostuvo que la situación actual “es particularmente difícil pero superable, como lo han sido otras crisis”, y que el desafío “no sólo es crecer, reactivar el empleo y reducir la pobreza, sino fundamentalmente, introducir al país en una senda de desarrollo socioeconómico y ambiental sustentable”.

Una de las propuestas es “recuperar las estadísticas públicas y poner a las investigaciones académicas al servicio del diagnóstico, el diseño de mejores políticas públicas y la necesidad de que dichas políticas sean sometidas a monitoreo y evaluación permanente”.

Frente al recurso débil de utilizar medidas unidimensionales en la estimación de la pobreza, se propone como alternativa “evaluar la pobreza y la desigualdad a partir del parámetro de los derechos y el modo en que se distribuyen los excedentes económicos y los bienes públicos, siguiendo para ello una mirada multidimensional”, a partir de dimensiones como la alimentación segura, la protección de la salud, el acceso a servicios básicos, la vivienda digna, los accesos educativos, el empleo y la seguridad social.

En la presentación del informe se abordó también el problema causado por “los errores cometidos en materia de política socioeconómica durante los últimos años”, y “los costos sociales que están generando las medidas de ajuste impulsadas durante estos últimos meses”.

El informe indica que “las prestaciones de la seguridad social y los programas de transferencia de ingresos son imprescindibles para no profundizar la brecha de pobreza de sectores vulnerables de la población, pero no permiten resolver las desigualdades estructurales”, y reconoce que la disminución de la pobreza implica “el efecto conjunto de la caída de la inflación, la recuperación del crecimiento, la mejora del escenario laboral y el incremento de la inversión social equitativamente distribuida”. 

CARITAS ADVIRTIÓ QUE LA SITUACIÓN DE LOS POBRES ES COMPLICADA Y COMPLEJA HACE MUCHOS AÑOS


Aica,  6 Jun 2016

El director nacional de Cáritas Argentina, Horacio Cristiani, advirtió hoy que la situación social de los sectores más pobres “es complicada y compleja desde hace muchos años”, al convocar a la colecta anual de la entidad caritativa de la Iglesia que se realizará los días 11 y 12 de junio en todos los templos del país con el lema "Si das lo mejor de vos el mundo será distinto", la frase del papa Francisco a los jóvenes cubanos.

“Las necesidades de los pobres son muy importantes y son urgentes, el costo de vida y los aumentos (de tarifas) hacen que las necesidades de las donaciones sean más importantes y más grandes”, aseveró en una rueda de prensa en la sede de la institución.

El dirigente laico sostuvo que “la situación es difícil, la situación social viene siendo difícil desde hace bastante tiempo” y recordó que Cáritas atiende “más de 1.500 comedores, merenderos y desayunadores, donde realiza una tarea muy importante para nuestros hermanos más pobres”.

Asimismo, destacó el trabajo en centros de asistencia educativa, donde se “da una merienda reforzada a 15 mil niños” y la atención de las “nuevas pobrezas, sobre todo de las adicciones, que hacen a los jóvenes pobres, más pobres”.

Cristiani reconoció que los aumentos de luz, gas y agua “complicó” el trabajo de Cáritas en todo el país, pero afirmó que esos incrementos “no impiden seguir desarrollando la tarea, son un desafío más”.

El dirigente laico aseguró que la colecta es “un gran movimiento misionero para poner el foco en los más pobres del país y sus necesidades” y llamó a contribuir con generosidad en esta campaña solidaria.

Ana Campoli, de la Comisión Directiva, afirmó que “la ayuda inmediata se visibilidad más rápido, pero la realidad de la pobreza es compleja e implica muchos factores”.

En tanto, el sacerdote Alan Sosa Tello, también de la Comisión Directiva, dijo que el lema de la colecta “anima a la fraternidad, a que el hermano salga adelante y tenga esperanza en estos momentos que la está pasando mal”.

La tarea integral de Cáritas
La acción de Cáritas Argentina está colmada de historias solidarias en las que alrededor de 32.000 voluntarios dan lo mejor que tienen en más de 3.500 parroquias, capillas, sedes y centros misionales parroquiales, asegurando su presencia en realidades muy difíciles y el contacto directo con los más desfavorecidos.

En la campaña 2015 se recaudaron 52.139.540 de pesos, que se destinaron a programas de ayuda inmediata y de promoción humana que Cáritas desarrolla y sostiene durante el año, relacionados con micro-emprendimientos productivos y de autoconsumo, capacitación laboral, planes de inclusión educativa, formación en ciudadanía, centros comunitarios de atención integral, jardines maternales, entre otros.


Asimismo, la entidad caritativa asume tareas en prevención y atención de emergencias climáticas, trabaja con personas en situación de calle, y realiza otras acciones de tipo asistencial, conforme a necesidades y lugares específicos. 

LA LUCHA CONTRA LA POBREZA

 exige desarrollo

Eduardo Levi-Yeyati
 LA NACION, JUEVES 07 DE ABRIL DE 2016

De qué hablamos cuando hablamos de eliminar la pobreza? Desde un punto de vista estrictamente estadístico, casi circular, solemos pensar la pobreza como el porcentaje de la población que está por debajo de la línea de pobreza, con ingresos diarios por debajo de un umbral arbitrario que en 2015 el Banco Mundial estimó en 1,9 dólares ajustados por poder adquisitivo. Según esta definición, para eliminar la pobreza bastaría con garantizar el acceso universal a una canasta básica de bienes y servicios, aumentando subsidios y transferencias a la población que se encuentra bajo la línea de pobreza.

Esta "pobreza de ingresos" no es perfectamente comparable entre países (mucho menos en el caso de la Argentina, donde la distorsión de los datos hizo que esta medida fuera primero desestimada y luego discontinuada). Más importante aún, los ingresos corrientes, si bien son esenciales, suelen ser una brújula insuficiente a la hora de orientar la política social. Para dar cuenta del problema de la pobreza, la definición debería ser ampliada al menos en dos dimensiones: una transversal y otra dinámica.

La primera de estas dos extensiones surge naturalmente cuando pensamos la pobreza como la ausencia de calidad de vida, o de bienestar. La cartera de consumo que contribuye a nuestro bienestar está en gran medida compuesta de bienes y servicios básicos provistos por el Estado de manera gratuita o subsidiada, como la educación, la salud o el transporte, o de uso compartido, como la seguridad, la Justicia o el medio ambiente. Nada de esto está incluido en las estadísticas de pobreza, pero sin esos bienes y servicios seríamos mucho más pobres.

De hecho, una "sociedad de clase media" (esa tierra prometida de los países en desarrollo) es aquella donde la calidad de vida es igualada hacia arriba precisamente por estos bienes y servicios del Estado. Por eso, un "pobre de ingresos" es menos pobre en Europa que en la Argentina. Por eso, si el ingreso sube a expensas de la calidad de los servicios públicos, como en la Argentina de la última década, uno se siente a la vez más rico y más pobre. Y protesta. Con razón.

Reducir la pobreza en sentido amplio, además de la universalización de asignaciones y jubilaciones, exige reformas en la salud y la educación públicas, inversiones en infraestructura. Y mejoras en el hábitat, ese rubro huérfano de la política pública del que nadie suele hacerse cargo: cloacas, iluminación, seguridad, agua potable, son algunos de los rubros esenciales para eliminar la verdadera pobreza.

Por último, un programa contra la pobreza no puede pasar por alto la diferencia entre transferencias y empleo, entre la asistencia y el salario. El trabajo, además de ingresos, suma en la mayoría de los casos beneficios psicosociológicos innegables. Como decía Martin Luther King en su discurso más celebrado, hay que sacar a la gente de la pobreza de cualquier modo, pero luego hay que darle un trabajo.

Lo que nos lleva a la segunda extensión de la gesta contra la pobreza, la dinámica, crucial en una economía errática como la nuestra. La protección que dan los programas sociales es estática, y por lo tanto frágil, reversible. La renta fiscal le pone un techo para seguir avanzando, techo que, en un país con un déficit fiscal del 6% del producto como el nuestro, es más bajo de lo deseable. Además, al definir sus logros sobre la base del ingreso corriente, la protección social es más sensible a los ciclos económicos y fiscales. Eliminar la pobreza de manera dinámica también es evitar la tentación proselitista de repartir lo que no se tiene.

Con perdón del tecnicismo, el bienestar, para ser permanente, no puede ser sólo flujos corrientes; necesita, fundamentalmente, de la acumulación de stocks.

Desde un punto de vista dinámico, la protección social es apenas el remedio transitorio contra el fracaso de la gesta contra la pobreza; el mal menor. Centrar el desarrollo social en la protección social es casi una capitulación. Un regreso al asistencialismo de entreguerras, a expensas del Estado benefactor de posguerra.

El objetivo del desarrollo social es, como su nombre lo indica, esencialmente dinámico: la movilidad social ascendente. Para salir de la pobreza, hay que entrar en la riqueza. Promoviendo el ahorro del gobierno, la estabilidad fiscal necesaria para completar el consumo de los individuos y convertir beneficios sociales en derechos sostenibles.

Y, sobre todo, promoviendo el ahorro de los individuos.

Algo que a veces suelen pasar por alto las políticas sociales es que una mejora en la distribución del ingreso (por ejemplo, por aumento del empleo o de las transferencias) puede derivar rápidamente en un deterioro de la distribución de la riqueza. Por ejemplo, si los trabajadores consumen todo el aumento de su ingreso, éste terminará eventualmente en las manos concentradas de los proveedores de sus consumos. Del mismo modo, si las tasas pierden contra la inflación, el ahorro financiero subsidiará al deudor (los sujetos con acceso al financiamiento: clase media alta, empresas, gobierno) a expensas del ahorrista de cuenta sueldo y plazo fijo deprimido. Así, un incremento del ingreso relativo de los que menos tienen puede traducirse en un incremento de la riqueza relativa de los que más tienen.

Por eso, cuando hablamos de reducir la pobreza, también hablamos de educación, de vivienda, de inclusión financiera. Más precisamente, de una reforma de la educación pública que no se desentienda del valor económico de la acumulación del capital humano; de un programa de acceso o autoconstrucción de viviendas que apunte a los sectores que no tendrán acceso al crédito en el futuro cercano; de un sistema financiero que no defina ahorro como gasto subsidiado ni base su negocio en la erosión inflacionaria del ahorrista.

Dejo para lo último la pelea de fondo: la eliminación dinámica de la pobreza sería impensable sin la creación de empleo sustentable. Y en un país que aspira a integrarse a un mundo donde el empleo en todos los sectores está siendo lentamente reemplazado por la máquina, la generación de empleo probablemente sea el escollo más arduo en la lucha contra la pobreza.

Como pronosticaba el Nobel de Economía Wassily Leontief, "el rol de los humanos como insumo de la producción disminuirá como disminuyó hasta desaparecer el rol de los caballos en la producción agrícola con la introducción de los tractores". A diferencia de las revoluciones previas, esta vez las opciones parecen ser el estancamiento de la productividad o la maquinización del trabajo. Y la máquina que sustituye trabajo aumenta la productividad (y el ingreso del dueño de la máquina, y de los trabajadores remanentes) a expensas de la destrucción del empleo más "reemplazable" (y de la equidad). Razón de más para pensar la política contra la pobreza en términos amplios que incluyan, también, la formación técnica, y un nuevo contrato entre trabajadores y empresarios orientado a amortiguar los costos del desempleo tecnológico.

Ingreso universal, infraestructura, educación, hábitat, inclusión financiera, empleo productivo. Cuando hablamos de eliminar la pobreza estamos hablando, en definitiva, de desarrollo.


Presidente del consejo de administración del Cippec