catolicos-on-line, 31-1-16
Cientos de miles de italianos se manifestaron ayer en
Roma para defender a la familia frente a la intención de los políticos
italianos de aprobar a llamada ley «Cirinnà» que equipararía las parejas
homosexuales al matrimonio. La norma legalizaría la adopción de niños por
homosexuales y la ideología de género en las escuelas y la maternidad
subrogada.
Miles de familias se manifestaron ayer en el «Circo
Massimo» de Roma para defender a la familia frente a la intención de los
políticos italianos de aprobar una ley que equipararía las parejas homosexuales
al matrimonio natural hombre-mujer. La llamada ley «Cirinnà» pretende legalizar
también los llamados «vientres de alquiler» o maternidad subrogada, así como la
adopción de niños por homosexuales y la ideología de género en las escuelas.
El Comité «Defendamos a nuestros hijos» junto a
numerosas asociaciones familiares, movimientos y nuevas comunidades de la
Iglesia fueron los encargados de reunir dos millones de personas, según la
organización, en contra de esta ley.
En las últimas semanas, también el Presidente de la
Conferencia Episcopal Italiana, el Cardenal Angelo Bagnasco, invitó a
participar para mostrar el desacuerdo con los políticos que quieren aprobar la
ley la próxima semana. De hecho, lo que hace semanas empezó a organizarse como
un encuentro de católicos se transformó pronto en un evento civil al que
mostraron su apoyo también otras confesiones religiosas e incluso no creyentes.
El responsable de la organización y de guiar el acto
fue Massimo Gandolfini, prestigioso médico que lucha contra la llamada teoría o
ideología de género desde hace años. «Somos muchísimos, muchos más de los que
pensábamos en un principio», dijo en un momento del encuentro. «Está plaza no
está contra nadie» sino contra una ley que «no es aceptable desde la primera a
la última palabra», destacó.
«Se podría hacer una operación de maquillaje, pero
debe ser totalmente eliminada, no cambiar algunas palabras, lo decimos con
franqueza», señaló al tiempo que aplaudía la gente.
Para el médico, en el caso de continuar renegando de
la familia natural «no existirán más las familias, sino modelos diversos, y los
niños serán los principales perjudicados», explicó.
A los parlamentarios recordó que «todos hemos nacido
de un padre y una madre» y «nosotros no pertenecemos a ningún lobby, sino que
somos simples y pobres familias y no tenemos quien nos defienda». «No queremos
hacer la guerra a nadie, solo defendemos a la familia», subrayó.
Gandolfini también recordó «a los creyentes en Jesús»
que «nuestro Señor ciertamente no nos ha enseñado a ser violentos con ninguno,
sino que estamos aquí para reiterar que la dignidad humana debe ser respetada.
Esta es una plaza por la belleza de la familia y no contra las personas, sino
solo contra las ideologías», remarcó de nuevo.
Sobre los «vientres de alquiler», el principal
organizador del evento indicó que «los niños no pueden ser comprados» y después
hizo también referencia a que «Europa ha apostatado de sus raíces
judeocristianas». «Queremos enviar un mensaje: nosotros seguiremos todas las
etapas de aprobación de esta ley y veremos quién recogerá nuestras indicaciones,
nos acordaremos», advirtió a los políticos.
En su intervención final señaló que «el amor requiere
la complementariedad entre un hombre y una mujer, y solo de su unión surge la
chispa de la vida».
Durante el encuentro se han sucedido diferentes
intervenciones de expertos y testimonios en el palco, en el que se podía leer
en grande «Prohibido desguazar a la familia».
Por su parte el diario oficial del Vaticano,
L’Osservatore Romano, ha calificado la manifestación de «participación amplia y
transversal, expresión de todas las almas de la sociedad italiana».
El pasado 22 de enero, el Papa Francisco recibió en
audiencia a los miembros del Tribunal de la Rota romana, a quienes les recordó
que “no puede haber confusión entre la familia querida por Dios y todo otro
tipo de unión». Unas palabras que también fueron recordadas este sábado en la
manifestación.