DON BOSCO

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"BUENOS CRISTIANOS Y HONRADOS CIUDADANOS"

LA CIENCIA AVALA QUE SOMOS HOMBRES Y MUJERES

 La ideología de género es una farsa

Infocatólica, 3/12/16

Se ha presentado el libro de Alicia Rubio titulado «Cuando nos prohibieron ser mujeres… Y os persiguieron por ser hombres», libro políticamente incorrecto que pone en evidencia la manipulación de la llamada Ideología de Género.
 Ayer viernes se celebró este evento, en el Centro de Congresos «Cortes de la Real Isla de León» de San Fernando, que contó con numeroso público a pesar de la lluviosa noche y a pesar de la intolerancia de los lobbys homosexualistas y feministas radicales. Pedro Mejías presentó a Alicia Rubio y a Miguel Gómez de Agüero como «dos auténticos mosqueteros que empezaron batallando como padres objetores a Educación para la Ciudadanía», y hoy «están en la primera fila de la batalla cultural de los valores, en España».

Evidencias y manipulaciones

Después de unas palabras de presentación de la autora por parte de Miguel Gómez de Agüero, –donde también dejó claro desde el comienzo que «rechazamos toda discriminación, pero a la vez nos rebelamos contra una ideología de género que pretende imponerse a toda la humanidad»–, Alicia Rubio comenzó explicando que escribió el libro a partir de su experiencia como profesora de educación física: «Hombres y mujeres somos distintos biológicamente. Y esto no es opinión, es evidencia. Nuestra organización cerebral es distinta, y eso determina nuestros actos. Antropológicamente, la mujer está orientada a la maternidad, el hombre a proteger la tribu. Todo en función de la perpetuación biológica de la especie». Y añadió seguidamente experiencias personales de su labor como profesora de E. Física.

Alicia continuó refiriéndose a la violencia de género, diciendo que «en España el hombre está considerado como un maltratador genético. Su palabra vale la mitad que la de la mujer ante la justicia, y se invierte la carga de la prueba».

A continuación explicó las variadas técnicas de manipulación de esta ideología de género: la ley de la violencia de género, «es terrible que haya violencia doméstica, pero se invierten millones de euros y la violencia no baja». Referido a la educación dijo «las legislaciones promueven el homosexualismo en la escuela, no respetan la libertad de los padres a elegir. Imponen a nuestros hijos una determinada visión de la vida que no es la que a nosotros nos gusta».

Alicia Rubio también habló de la financiación de todos estos intereses de género: «hay un gran negocio alrededor de la ideología de género. Es la ONU quien lo financia con nuestros impuestos. Se recibe dinero a mansalva. Y existe una red clientelar de asociaciones feministas, vinculadas al PSOE en España, que recibe este dinero».

A este respecto recordó Pedro Mejías el reciente premio «Libra» de periodismo, concedido a Nicolás de Cárdenas, periodista del diario Actuall, por su investigación al respecto, donde saca a la luz este entramado.

Finalmente, también Pedro Mejías preguntaba a los contertulios: ¿Qué podemos hacer los ciudadanos? Y Miguel Gómez de Agüero fue el que contestó exigiendo «que las ideas se pongan encima de la mesa. Como padre quiero saber qué educación se le va a dar a mis hijos y decidir yo a qué talleres y actividades va a ir. Eso para empezar. Los responsables políticos y los colegios deben informar antes que nada. Y lo debemos exigir».

En este momento aprovechó Pedro Mejías para pedir de nuevo a la alcaldesa Patricia Cavada y a la concejala de Igualdad Ana Lorenzo, que contesten a las Seis Preguntas formuladas por Hazteoír sobre los Talleres sexuales en los colegios.

Para concluir, Alicia Rubio resumía que «la ciencia avala que somos hombres y mujeres. La ideología, por tanto, es una farsa».


En el turno del público un asistente pregunta que «¿porqué reconocer derechos a homosexuales es darles privilegios? La autora le contestó que «el homosexual no es más ni menos que otras personas, con los mismos derechos y obligaciones, y que los posibles ataques denigratorios se deben perseguir con el código penal en la mano, no con una Ley adoctrinadora como la de Madrid que ensalza el homosexualismo, invierte la carga de la prueba, permite denuncias falsas, etc.»