DON BOSCO

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"BUENOS CRISTIANOS Y HONRADOS CIUDADANOS"

INCREPAN AL DIRECTOR DE DERECHOS HUMANOS DE LA ONU POR NEGAR DERECHOS A BEBÉS DISCAPACITADOS


By Wendy Wright   
 19 de febrero 2016 (C-Fam)

 Diplomáticos increparon al director de derechos humanos de la ONU esta semana por pedir a los países que den respuesta al virus del Zika legalizando el asesinato de los niños discapacitados en gestación.

«Rechazamos el llamado al aborto dirigido en particular a los países en desarrollo», dijo Nicaragua en una sesión informativa sobre el zika. No «podemos permitir que esta epidemia sea manipulada para obligar a los países» a «modificar las leyes sobre el derecho a la vida».

El llamado del Comisionado para los Derechos Humanos a liberalizar las leyes de aborto constituye una «respuesta ilegítima», dijo la Santa Sede. Los niños con defectos congénitos «merecen ser protegidos y cuidados durante toda su vida, conforme a nuestra obligación de defender toda vida humana, sana y discapacitada, con igual dedicación».

A comienzos de febrero, el comisionado Zeid Ra’ad Al Hussein criticó a «los países afectados por el zika que tienen leyes restrictivas que rigen los derechos reproductivos de las mujeres».

En países donde «los servicios de salud sexual y reproductiva son criminalizados o simplemente no están disponibles, los esfuerzos para detener esta crisis no serán mejorados colocando el foco en aconsejar a las mujeres y las niñas el no quedar embarazadas», dijo Zeid.

Una vocera de la ONU fue más directa. Cecile Pouilly señaló que Zeid estaba diciendo a los gobiernos que revocaran las leyes provida. «¿Cómo pueden no ofrecer [a las mujeres] la posibilidad de interrumpir sus embarazos si lo desean?», manifestó Pouilly. «Las mujeres deberían poder abortar si quieren».

El zika acaparó la atención mundial el año pasado, cuando una ola de bebés nació con microcefalia en una región de Brasil que también estaba siendo afectada por una epidemia del virus.

Los funcionarios son cuidadosos al señalar que no existe un vínculo comprobado entre el virus del Zika, que causa síntomas similares a la gripe durante tres a siete días, y la microcefalia, defecto de nacimiento por el que el bebé tiene la cabeza pequeña y un posible retraso en el desarrollo cerebral.

Debido a la profusión de advertencias, cinco países aconsejaron a las mujeres evitar o posponer el embarazo hasta dos años. La anticoncepción es legal y se encuentra disponible en América Latina, que cuenta con el uso reportado de anticonceptivos más alto en el mundo en desarrollo, mientras que el aborto está prohibido por ley en la mayoría de esos países.

Los defensores del aborto brasileros que entablaron demandas con éxito para permitir el aborto de bebés anencefálicos planean interponer una demanda para extender el aborto a los bebés microcefálicos. «Los temores sobre el virus del Zika nos están dando una inusual oportunidad para desafiar a los fundamentalistas religiosos», dijo Silvia Camurça, directora de SOS Corpo.

En la ONU, la Santa Sede mencionó a una periodista brasileña con microcefalia. Ana Carolina Caceres escribió un libro sobre su vida y dice que lo que más se necesita es asesoramiento y tratamiento.

«El día que nací, el médico dijo que no tenía posibilidad de sobrevivir», dijo Ana a la BBC. «“No va a caminar, no va a hablar y, con el tiempo, entrará en un estado vegetativo, hasta morir”», afirmó.

«Pero él, como muchos otros, estaba equivocado», afirmó Ana. «La gente tiene que dejar a un lado sus prejuicios y aprender más sobre este síndrome».

La microcefalia severa no puede ser detectada antes de  la semana 24, cuando «el niño ya está muy formado y los padres son conscientes de esto», dijo a AP la dra. Lenise Garcia, profesora de biología. «Obtener el aborto genera una culpa que permanecerá con la mujer por el resto de su vida».

«Solo porque sea diferente a los supuestos niños normales no significa que no debería nacer», afirmó Andressa Cristina dos Santos Cavagna, madre de un niño de tres años con microcefalia severa. «La gente que dice eso no tiene amor en su corazón».


Traducido por Luciana María Palazzo de Castellano