DON BOSCO

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"BUENOS CRISTIANOS Y HONRADOS CIUDADANOS"

INFLACIÓN, NARCOTRÁFICO Y ASFIXIA FISCAL, LOS DETONANTES DE LA TENSIÓN SOCIAL



Por Lucrecia Bullrich
   
El "diciembre caliente" llegó este año más temprano. Los saqueos en Santa Fe a fines de noviembre y los conflictos en cascada de varias policías provinciales durante la última semana catapultaron el clima social al centro de la escena política.

Tras los primeros episodios, surgieron las preguntas naturales: ¿qué factores coyunturales explican la tensión que se vive en varias provincias? ¿Hay causas estructurales ? ¿Qué cambió entre diciembre pasado y estos días? ¿Por qué se sumó esta vez la protesta policial?

Para Agustín Salvia, investigador jefe del Instituto Gino Germani de la UBA y del Observatorio de la Deuda Social de la UCA, los saqueos (como realidad y como latencia) se explican desde una perspectiva temporalmente amplia. Tienen que ver, dijo a LA NACION, con el "deterioro en las oportunidades de inclusión social que generó la política económica de la dictadura y que 30 años de democracia no hicieron más que agudizar".

"La exclusión social creciente", reflexionó el analista, "dio lugar a la conformación de una población «sobrante» para el sistema que emplea el saqueo como un mecanismo no racional de resarcimiento efectivo frente a la marginalidad impuesta y la desigualdad creciente".
Es sobre este telón de fondo que aparecen lo que Salvia llamó "detonantes", y entre los que destacó "la inestabilidad económica, la debilidad de la autoridad y el enrarecimiento de las normas jurídicas y de las relaciones político-institucionales".

Salvia aludió además al "factor estacional". "La época del año está asociada a premios y regalos, y eso también aporta lo suyo", cerró.

También Liliana De Riz, socióloga e investigadora del Conicet, habló de "factores que se acumulan y detonantes que estallan ante contingencias".
"Una de las claves es el proceso inflacionario, que se siente con más fuerza que hace un año y sigue erosionando el poder adquisitivo. En los saqueos y en los intentos de saqueo, aparece la furia con el dinero que no alcanza", opinó.
Apuntó además al narcotráfico como el elemento central y "más nuevo" del escenario actual. "Nada de lo que pasó en los últimos días puede separarse del fenómeno del narcotráfico, que tiene una enorme capacidad de desestabilización social. El narcotráfico está instalado en la Argentina, y, en la medida en que se afianza, la violencia adquiere formas nuevas y muchísimo más crueles", detalló.

La socióloga completó el panorama con un ingrediente político. "Impacta también el proceso de transición. En nuestro país, cada fin de ciclo produce un retorno cíclico a la furia unida a la frustración", describió.

Y concluyó: "El descontento tiene posibilidad de explotar si alguien prende la mecha. No importa quién. Lo que importa es la intensidad del caldo de cultivo. Caldo de cultivo hay e intensidad también".

Para Jorge Colina, economista del Instituto para el Desarrollo Social Argentino (Idesa), la clave está en las finanzas provinciales y en lo que llamó "la red clientelar". "Diciembre es un mes fiscalmente complicado. Las provincias tienen que pagar aguinaldos y se atrasa la llegada de fondos para cubrir planes sociales. La red clientelar aprovecha esa circunstancia para propiciar saqueos", planteó ante la consulta de LA NACION. "Creo que puede repetirse el escenario de 2012, pero es claro que estamos ante episodios armados", insistió.

En la comparación con la situación económica de hace un año, Colina destacó "el aumento de la inflación y el estancamiento de la creación de empleo" como dos factores que ahondan el descontento social.

Nadín Argañaraz, director del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf), hizo foco en la cuestión fiscal y, en particular, en el vínculo Nación-provincias. "El problema de fondo es la plata que las provincias resignan porque no se coparticipa, como la del impuesto al cheque, los derechos de exportación y el financiamiento de la seguridad social. Eso restringe la capacidad de gasto de las provincias y las obliga a aumentar la presión impositiva. El resultado es una distorsión que impacta directo en el bolsillo", explicó.
A modo de ejemplo, precisó que Córdoba, escenario de la protesta más violenta, resignará este año 9.300 millones de pesos."El estrangulamiento a las provincias es una cuestión estructural que se suma a la coyuntura y que afecta, sobre todo, a las provincias que no son amigas", concluyó.

Las transferencias automáticas a las provincias (coparticipación) acumulan $ 162.197 millones, un 32% más que en 2012, términos nominales. El último dato disponible es de septiembre, cuando se transfirieron $ 18.258 millones. Las transferencias no automáticas (discrecionales) fueron en septiembre de $ 4051 millones. Acumulan $ 28.115 millones, un 33,7% nominal más que en igual mes de 2012.

Al "componente policial" de este diciembre se refirió el ex comisario y actual diputado bonaerense del denarvaismo, Guillermo Britos. "El efecto dominó se produce por la irresponsabilidad con la que el gobierno nacional manejó la situación de Córdoba y porque [los policías cordobeses] consiguieron el aumento. Fue el desencadenante de un reclamo antiguo de las policías provinciales, que tienen sueldos bajísimos."


La Nación, 8-12-13