DON BOSCO

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"BUENOS CRISTIANOS Y HONRADOS CIUDADANOS"

HAY 12 SEMILLEROS SIMILARES A MONSANTO



 Por Walter Giannoni

En la Argentina existen 42 plantas procesadoras de semillas repartidas en la región pampeana y en el noroeste argentino, de las cuales 12 instalaciones cuentan con características similares –aunque un volumen productivo menor– a la que Monsanto comenzó a levantar en Malvinas Argentinas.

El destino de los residuos, uno de los puntos considerados críticos del sistema de producción de semillas de maíz híbrido, es motivo de análisis del único relevamiento existente sobre estas plantas. A 2008, las cuatro más grandes se ubicaban en Venado Tuerto y Rojas (provincia de Buenos Aires), donde opera Monsanto.

En estudio
El trabajo fue dado a conocer por un organismo público, el Instituto Nacional de Semillas (Inase) que por entonces inspeccionó 53 establecimientos que manejan semillas de distintas variedades, entre las que se cuentan maíz híbrido, soja, girasol, trigo, arroz, sorgo, zapallo, cítricos e incluso especies forestales, como el eucaliptus, entre una larga lista.

Aquel estudio se originó en la preocupación por la aparición de focos de sorgo de Alepo resistente al glifosato. Esta herbácea compite por agua y nutrientes del suelo con cereales y oleaginosas.

Si bien el proyecto de Monsanto prevé que una vez finalizada la planta, después de 2016, contará con una capacidad de producción de 3 millones de bolsas de maíz por año, la primera etapa contempla volúmenes más bajos y la continuidad de las obras está condicionada por la superficie sembrada con maíz que finalmente se consiga en las próximas campañas.

Los trabajos en Malvinas Argentinas incluyen la construcción de una secadora con sus instalaciones asociadas, como recibo de los marlos y “deschalado”, un sector de desgranado, silos de almacenamiento y una línea de clasificación, acondicionamiento y embolsado dentro de la “torre de clasificación”, que es el edificio más alto del proyecto.

Mucho antes de que se originara la actual controversia por la radicación en Córdoba, el Instituto Nacional de Semillas, dependiente del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, indicó que de las 42 plantas procesadoras de semillas, 12 pueden ser “consideradas grandes”, con producciones que van a los cuatro mil a las 40 mil toneladas de semillas por año.

Las otras plantas
De esta docena de plantas, cinco procesan semillas híbridas, indica ese informe suscripto por el ingeniero agrónomo Roberto Piterbarg. Entre esas cinco, además de Monsanto en Rojas, están Nidera y Dow en Venado Tuerto y Pioneer en Salto, Buenos Aires.

Dow comenzó a operar en 1988 y dedica sus 30 hectáreas al procesamiento de semillas de maíz en espigas y sorgo. Su capacidad de producción es de 800 mil bolsas de semillas al año y tiene un potencial de almacenamiento cercano a las 3.600 toneladas en silos y secado a granel de flujo continuo.

La producción diaria de esa instalación alcanza las 180 toneladas de maíz en espigas por día y secado para fundación; 400 toneladas en espigas por día y una torre de clasificación de semilla y curado que alcanza un rendimiento de seis mil bolsas de maíz por jornada.

Syngenta, por su lado, cuenta en esa ciudad santafesina con capacidad para producir unas 900 mil bolsas por año y planifica invertir 800 millones de pesos para levantar una planta similar en Villa María, según le anunció a la presidenta Cristina Fernández, el 5 de julio pasado.

La inversión constante es un dato no menor en la actividad. Solamente 11 de las 42 plantas semilleras contaban con infraestructura cuya antigüedad es superior a los 10 años. Esto quiere decir, señala el Inase, que la mayoría de las instalaciones “o son recientes o han sido renovadas recientemente”.

Cuentan con zarandas, ventiladores, aspiradores, mesas vibradoras, caracoles y otros elementos semejantes a los que Monsanto emplea en la planta de Rojas que es muy similar a la proyectada para Córdoba.

Precauciones
Cuando el Inase avanzó sobre las precauciones que toman las plantas con el manejo de los residuos, casi la mitad lo hace a granel y un 30 por ciento en envases.

El resto, dispone los desperdicios de ambas formas. En el caso de las semilleras que procesan maíces, el principal residuo es la chala y el marlo. En un 14 por ciento se emplea para nutrición animal, otro 40 por ciento de los semilleros lo destina a consumo o comercio, y el resto actúa con ambas modalidades. El 67 por ciento de las semilleras consultadas, al traslado de los residuos lo realiza con un remito o carta de porte.

Quienes no elaboran esa documentación (el 31 por ciento) son aquellos establecimientos con producción semillera menor a las dos mil toneladas por año.

Con respecto a la separación de residuos y en particular, polvillo y otras partículas menores, solamente respondieron nueve: dos procesadores lo destinan a horno de ladrillos, seis lo envían a basural y uno lo entierra en un pozo, dice aquel trabajo del Instituto.

Residuos
Piterbarg informa especialmente sobre este punto. Indica que el descarte (la semilla que no cumple con las exigencias de calidad) se destina a consumo animal, pero los “residuos” propiamente dichos (polvillos, semillas rotas y semillas pequeñas de algunas malezas) “son desatendidos”.

El especialista advierte sobre ese problema, pero desde la perspectiva de la contaminación con semillas de sorgo de Alepo que fue el motivo original del trabajo.

Ante una consulta de este diario, Monsanto aseguró que en la planta de Rojas, una vez concluido el proceso, tanto la chala como el marlo se utilizan como alimento para feedlots , y como abono para los campos en las inmediaciones de la planta.

“En la planta de Malvinas, la chala, luego de ser compactada tendrá junto con el marlo dos alternativas de disposición: como materia prima para formulación de raciones de consumo animal y como combustible en calderas de biomasa. Adicionalmente tanto la chala como el marlo podrían emplearse en la producción de compostaje para abono de plantas”, explicó la empresa ante una consulta.

El secretario de gobierno del municipio de Rojas, Carlos Bramati, aseguró que en los 18 meses de la actual gestión municipal no se recibieron denuncias vinculadas con eventual contaminación de la planta que tiene Monsanto en esa localidad de la provincia de Buenos Aires.

El caso de Rojas, en Buenos Aires
Signo político. El gobierno local en esa ciudad está en manos del vecinalismo, aunque cuenta con el explícito apoyo del kirchnerismo bonaerense.”No hemos tenido denuncia alguna y no recuerdo que las haya habido antes”, indicó el secretario de Gobierno del municipio de Rojas, Carlos Bramati.

Autoridad. Explicó que por la ley Nº 11.459 de Radicación Industrial, la autoridad de aplicación es el Organismo para el Desarrollo Sostenible (OPDS), que depende de la provincia al mando de Daniel Scioli.

3 millones de bolsas
Según los datos del Instituto Nacional de Semillas (Inase), en la Argentina se producen actualmente 3.047.656 bolsas de maíz híbrido en sus diferentes versiones.


La Voz del Interior, 27-10-13