DON BOSCO

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"BUENOS CRISTIANOS Y HONRADOS CIUDADANOS"

ACTITUDES IDEOLÓGICAS EN LA UNIVERSIDAD

La acreditación universitaria

Durante varios días, agrupaciones universitarias que se reivindican de izquierda han ocupado el edificio del Consejo Superior de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) para impedir que ese cuerpo tratara el informe final que la Facultad de Psicología debía enviar a la Comisión Nacional de Evaluación y Acreditación Universitaria (Coneau) para la revalidación de la carrera.
En una decisión por demás plausible, el Consejo Superior resolvió mudar su sesión a un lugar no tomado por los estudiantes. Las tomas de oficinas o de unidades académicas para impedir el normal desenvolvimiento de las instituciones no es un mecanismo de protesta que se encuadre en las normas democráticas que regulan a nuestra sociedad en general y a la vida universitaria en particular.
Las tomas, por el contrario, dejan en evidencia el totalitarismo con que se manejan quienes las llevan a cabo: si la institución no va a adoptar la posición que demandan los que protestan, estos proceden a ocupar o bloquear sus instalaciones para impedir que se desarrolle la reunión plenaria en la que se definirá la cuestión.

El tratamiento del Consejo Superior era el punto final de un largo trámite que ha contado con una serie de instancias previas, en las que los distintos actores de la política universitaria tuvieron la posibilidad de expresarse.
En concreto, el primer paso concluyó en diciembre de 2011, cuando la Facultad de Psicología presentó la autoevaluación de la carrera; el segundo, sucedió en agosto de 2012, cuando participaron los evaluadores de Coneau; el tercero, en marzo de este año, cuando se conoció el análisis de esos evaluadores y Psicología comenzó a elaborar la respuesta que, cuarto y último paso, esta semana debatió el Consejo Superior.

Con todo, quizá lo más grave de la toma del Claustrorum de Ciudad Universitaria es que los manifestantes se oponen a que la carrera de Psicología que se dicta en la UNC sea evaluada y reciba la acreditación correspondiente de la Coneau, lo que significa, por un lado, ir contra lo que señala la Ley de Educación Superior, aun si se considerase necesaria la modificación de esa ley, ya que hay que cumplir lo que ella expresa mientras esté vigente.
Por otro lado, va en contra del más elemental principio científico impugnar la instancia de evaluación externa que permite nada menos que establecer lo que está haciendo bien y lo que está haciendo mal una facultad en la formación de los profesionales que necesita el país.

En consecuencia, los manifestantes, por la metodología de la protesta, dejaron en evidencia su desprecio de los modos democráticos; y por el planteo que intentaron imponer, demostraron su nula disposición a aceptar los estándares de calidad educativa universitaria reconocidos y validados en todo el mundo.


La Voz del Interior, editorial, 19-8-13