DON BOSCO

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"BUENOS CRISTIANOS Y HONRADOS CIUDADANOS"

Los Magos, el Papa y la penúltima trivialización





editorial Ecclesia, 11-12-12


 
         Cuando todavía no se habían apagado del todo los ecos de la absurda polémica (cf. ECCLESIA, número 3.651, página 5) de la omisión en el libro del Papa La infancia de Jesús de la mula y el buey en el preciso momento del nacimiento de Jesucristo, ahora algún “listillo” –por no decir malintencionado y/o interesado- de turno ha reparado y ha aireado a los cuatro vientos que en el mismo libro, Benedicto XVI supuestamente atribuye a la antigua Tartesos (quizás la actual Huelva) la procedencia de los Magos.

En el capítulo cuarto, página 102 de La infancia de Jesús, su autor, que –dicho sea de paso- no escribe como Papa sino como teólogo, se pregunta por la identidad y el origen de los Magos. Analiza cuatro acepciones del término “mago” y reflexiona, a continuación, sobre su origen a tenor de la Sagrada Escritura y de los correspondientes estudios bíblicos, históricos y científicos. En una de estas fuentes, el Salmo 72, 10, se menciona Tarsis, y se sugiere una identificación de “Tarsis con Tartesos, en España”. Sin embargo, Joseph Ratzinger-Benedicto XVI no solo no abunda en la idea, sino que,  a renglón seguido, y con un “pero” adversativo por delante, señala que la tradición “ha desarrollado ulteriormente este anuncio de la universalidad de los reinos de aquellos soberanos, interpretándolos como reyes de los tres continentes entonces conocidos: África, Asia y Europa”. Y en un posterior y luminoso paso, sintetiza la enseñanza esencial: “Queda la idea decisiva: los sabios de Oriente son un inicio, representan a la humanidad cuando emprende el camino hacia Cristo, inaugurando una procesión que recorre toda la historia”. Y concluye: “Representan el anhelo interior del espíritu humano, la marcha de las religiones y de la razón humana al encuentro de Cristo”.