DON BOSCO

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"BUENOS CRISTIANOS Y HONRADOS CIUDADANOS"

COP18





¿El fin del mundo que conocemos... o Un Nuevo y Estrepitoso Fracaso?

Por: Eduardo Ferreyra
Presidente de FAEC

Como lo demuestra la última ronda de conversaciones sobre el clima el Protocolo
de Kioto está muerto y enterrado. Es muy improbable que resucite. Bien ahí!

Es como una mosca que golpea su cabeza contra el vidrio de una ventana tratando inútilmente pasar al otro lado sin comprender por qué jamás lo conseguirá. En Doha se ve una nube de 17.000 moscas tomando parte en un ejercicio de igual futilidad. Así es, hay una nueva conferencia sobre clima patrocinada por las Naciones Unidas, aún cuando usted no se haya enterado.

La 18ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático está ocurriendo en Doha, la capital de Qatar, un pequeño estado árabe considerado uno de los países más ricos del mundo por ingreso per cápita. También es el país que tiene más emisiones de CO2 per cápita. Esta posición entre los países del mundo se basa en el hecho de poseer las terceras reservas de gas natural en el mundo. La conferencia estuvo funcionando desde el 26 de noviembre y terminó ayer. Nadie predijo algún acuerdo de la importancia que sea.

Y esto es un pequeño gran problema para quienes conducen a este show tan peculiar porque otra cosa que termina muy pronto es el Protocolo de Kioto. Firmado hace 15 años en Japón, el protocolo apuntaba a reducir las emisiones de gases invernadero en los 37 países industrializados y en la Unión Europea a un nivel 5% por debajo del nivel de 1990 para el período 2008 a 2012. No hay ninguna señal de algo que lo reemplace y, dicho sea de paso, debería incluir a tres gigantes industriales que no son parte del Protocolo: China, India y Brasil que, por supuesto se negarán de plano a calquier recorte de sus emisiones de CO2 y reducción de su actividad industrial. Sólo hay charlas, charlas, y agrias discusiones sobre dinero. Así es, no sobre el clima, no sobre las causas de un cambio climático, ni sobre la dirección que tomará –hacia un enfriamiento severo o hacia un calentamiento improbable- sino sobre quiénes deben poner dinero sobre la mesa y quiénes deben llevárselo y, sobre todo, "how much, baby?".

Hace tres años, en la COP15 realizada en Copenhague, los países industriales prometieron asegurar $10.000 millones de dólares al año para la adaptación al cambio climático durante los siguientes 3 años, y $100 mil millones anuales comenzando en 2012. Considerando el actual estado financiero de la mayoría de los países que prometieron aportar ese dinero, es muy ingenuo creer que alguno realmente sacará dinero de su bolsillo para regalárselo a los países que acudieron a mendigar unas monedas.

Lo que no había quedado para nada claro fue el asunto de si ese dinero prometido fluiría desde 2013 hasta 2020. Eso es lo que los negociadores de unos 190 países están negociando, entre brindis con champagne Pomery y tostaditas con caviar. Algo que se viene repitiendo desde la COP14 de 2004 en Buenos Aires. Es particularmente difícil para las naciones que deben ponerse con la plata es encontrar esa plata. Los Estados Unidos, que tradicionalmente provee con un cuarto de esa financiación internacional, está tambaleándose al borde de un precipicio fiscal, y pocos en Washington están pensando en entregarles miles de millones de dólares a los países subsaharianos o a las pequeñas islas naciones que luchan contra la sequía o el aumento de un nivel de mar que no parece aumentar a la velocidad que esas islas naciones les gustaría.

En la COP18 se ven miles de esas personas que piensan que estamos destruyendo al planeta con los vuelos de los aviones, pero vuelan alrededor del mundo para ponerse todos cabrones en un país, Qatar, que se hizo rico por los mismos combustibles fósiles que los delegados quieren que queden sepultados en el suelo. Es una absurda muestra de incoherencia de una muchedumbre que ha tomado al cambio climático como una excelente oportunidad de hacer grandes negocios y pasarla bomba en hoteles de 20 estrellas.

Las semanas previas a cada COP están marcadas por una catarata de informes aterradores sobre la manera que el mundo enfrenta un ecoapocalipsis si no hacemos algo ahora, ya! La COP 18 no ha sido la excepción a esta regla. Por ejemplo, el Banco Mundial publicó el 20 de noviembre pasado un informe que detalla lo que sería el mundo si se calentara 4 o más grados centígrados, predicho por los científicos del IPCC para el final de este siglo –o sea a unos 88 años de distancia. Dado que no pueden predecir qué tiempo o clima hará en las próximas semanas, predecir lo que sucederá dentro de 88 años suena un poco a chiste de mal gusto. A nadie le gusta que lo tomen por estúpido.

¿Y cómo sería el mundo según el informe? Estaremos amenazados por la inundación de las ciudades costeras; aumento de los riesgos para la producción de alimentos que nos llevará a la desnutrición; una exacerbaba escasez de agua dulce en muchas regiones; un aumento de la frecuencia de ciclones tropicales de alta intensidad; y una irreversible pérdida de la biodiversidad, arrecifes de coral incluidos. Un panorama aterrador. Sólo que nada realista: son dibujitos hechos por modelos computados, es decir "video games".

De manera que lo que necesitamos es un acuerdo Kioto-2, se nos dice, pero que sea mucho más ambicioso y que incluya a más países. Eso debe ser porque el acuerdo original de Kioto ha tenido un éxito clamoroso, verdad? En realidad, no tanto. La mayor parte de la reducción de emisiones de CO2 se consiguió a causa del colapso de la industria pesada en las naciones soviéticas del este de Europa después de 1990, y el mayor uso del gas natural en reemplazo del carbón –pero por causas de rentabilidad económica y sentido común, algo que comenzó a ocurrir antes de que el Tratado de Kioto se firmase en 1997.

Cuando se toma en cuenta de que una gran cantidad de bienes y productos que se consumen en Europa y EEUU son producidos en Asia –exportando a Asia las emisiones de las industrias en el proceso- el Protocolo de Kioto hizo muy poco o nada para frenar al cambio climático.


Últimas Noticias:
Terminó la COP18: Otro fracaso más y van…

Lord Monckton of Brenchley, partícipe independiente a todas las COP, fue expulsado de Qatar. Hizo una inofensiva broma: se sentó en la silla de un país de Oceanía, oprimió un botón, dijo que estaba representando al estado e informó a los iracundos y vociferantes delegados que no había ocurrido ningún calentamiento en los últimos 16 años a pesar de los sucesivos récords que los niveles de CO2 vienen marcando todos y cada uno de los años.

La broma provocó una reacción nada graciosa, por cierto. Parece que Monckton al fin se decidió jugar el papel de judío en la Alemania Nazi, aunque el Lord le quitó importancia al asunto. Es sabido que no es posible bromear con neuróticos carentes de sentido del humor. Monckton fue prohibido de por vida asistir a las todas las COP que se realicen en el futuro, y se le retiró la credencial que era necesaria para la visa de Qatar, de modo que tuvo que abandonar el país dentro de las 24 horas.




Monckton de Arabia:
Portador de Buenas Noticias.
(Y algunos aún obtienen la joroba)
Por supuesto, la verdadera razón para la expulsión de Lord Monckton y el mal tratamiento recibido no fue el que hubiese tomado prestado un micrófono por algunos segundos. La verdadera razón es que él no es un desequilibrado alarmista como casi todos los participantes de esta loca conferencia. No ser alarmista y fervoroso creyente del Sagrado Dogma de la Iglesia del Calentamiento Global es demasiado "políticamente incorrecto" como para permitírsele decir sus razones aún por pocos segundos. En un artículo aparte pondremos mañana el relato de Lord Monckton sobre este gracioso y revelador asunto.

Algunos titulares de informes de ONGs alarmistas:

Conversaciones sobre el clima “caminando dormidos
hacia el desastre”, dice coalición de ONGs

RTCC in Doha

Las conversaciones sobre el clima en Doha están caminando como sonámbulos hacia el desastre, dijo una coalición de las principales ONGs ecologistas y de desarrollo. ActionAid, Christian Aid, Friends of the EArth, Greenpeace, Oxfam y el WWF emitieron un llama-do de emergencia a los gobiernos, ricos y pobres, para evitar resultados inaceptables en las con- versaciones.

“La sociedad civil no será cómplice de un resultado en Doha que ponga en riesgo las vidas de millones,” dijo la declaración conjunta.
Qatar, Arabia Saudita, Bahrain y Emiratos
Árabes Unidos hacen misteriosa promesa climática

RTCC in Doha

Cuatro estados del Golfo rompen con la tradición y afirman estar listos para presentar un plan de reducción de emisiones a la convención del clima de la ONU

Qatar, anfitrión de la cumbre climática de la ONU, junto con Arabia Saudita, Bahrain, y los Emiratos Árabes Unidos dicen que están listos para presentar Medidas Nacionales de Mitigación Apropiadas (NAMAS), pero no dijeron cuándo lo harían o cuán ambiciosas serán. Los cuatro países representan alrededor del 27% de las reservadas mundiales probadas de petróleo y el 12% del gas natural.

En una declaración enviada a la Convención Marco del Cambio Climáticos de la ONU ellos dicen: “Algunos países tienen circunstancias especiales que los hicieron renuentes a presentar formal-mente las acciones domésticas que están tomando o planean presentar a la Convención para su reconocimiento.”… “Para algunos países la alta dependencia económica de la producción de hidrocarburos pone a las acciones de mitigación en conflicto potencial con los objetivos de su desarrollo nacional.”

Reaccionando a la declaración, Nick Mabey, de la organización ecologista E3G dijo, “La interpretación optimista es que este compromiso ambiguo representa un giro de los países del Golfo en darse cuenta de que ellos deben moverse hacia una economía diversificada de bajo carbono. Pero hasta que veamos alguna sustancia encima de estas expresiones de intención, no podremos saber lo seriasque son y si esto verdaderamente es una señal de una nueva cooperación en el Golfo.”
El Segundo Chiste del Día: Anuncio con bombos y platillos
Republica Dominicana: Un positivo comienzo del día final de negociaciones fue el anuncio de la República Dominicana de los detalles de un compromiso de reducción en sus emisiones.
Bravo! Sólo falta que Haití, Bolivia, y Zanzíbar hagan lo mismo y el mundo está salvado! Aleluya!

No perdamos más el tiempo en leer cómo cada COP termina con fracasos cada vez más catastróficos. Las buenas noticias son que el Protocolo de Kioto 1 está más muerto que el Rey Salomón; el propuesto Kioto 2 no ha sido engendrado todavía y no hay señales concretas de que alguna vez las partes interesadas se ponan de acuerdo para ese acoplamiento engendrador. Los países pobres que fueron a mendigar sus migajas sólo recibieron promesas –como siempre. Y cuando los delegados a las COP hablan de “economías diver-sificadas de bajo carbono” demuestran saber menos de economía que el Ministro y el Viceministro de Economía de la República Argentina.

Por: Eduardo Ferreyra
Presidente de FAEC

Estrucplan, 14-12-12