DON BOSCO

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"BUENOS CRISTIANOS Y HONRADOS CIUDADANOS"

THC: ¿la apología de las drogas?




 Luis Aldo Ravaioli


“Thc la revista de la cultura cannábica” es una publicación que hace la apología de los estupefacientes, comenzando por el que dicen ser el “más liviano de todos, la marihuana o marijuana, maría o yerba” en la jerga underground. “thc” lo escriben con minúscula al lado de una hoja de marihuana.

El THC es uno de los tantos alcaloides que contienen las hojas de la “cannabis sativa”, nombre botánico de la planta marihuana, y es el más sicoactivo de todos.

Esta publicación hace años atrás era unas simples hojas fotoduplicadas en blanco y negro y que se vendía reservadamente en algunos kioscos de la avenida Corrientes, en el Centro Rojas, en el Parakultural y en otros espacios del underground de la avenida Corrientes, la zona del Abasto, etc.

Pero los tiempos han “progresado”, cambiaron las ideas políticas, las doctrinas jurídicas y criminológicas, las ideas en salud mental, las leyes y el criterio de los jueces para interpretarlas y aplicarlas, etc. Todo se ha vuelto más “light”, más concesivo y permisivo, más facilista y comprensivo, más demagógico y más destructor.

Y esta revista goza de buena salud económica a pesar de tener pocos avisos. ¿Quién tendrá interés en financiarla? Dada la reingeniería social que se quiere imponer en el país no es difícil suponerla.

Ya hay varios proyectos despenalizadores en el Congreso Nacional y fallos permisivos en la Corte Suprema de Justicia (Zaffaroni no es el único), y en tribunales inferiores. Y cuenta con el aval del Poder Ejecutivo, de políticos y dirigentes sociales, de seudo científicos, de varias ONG, de la intervención de la SEDRONAR, del INADI ¿cuándo no?, del lobby gay y sus variantes, de periodistas mercenarios, de filósofos (¿?) y pensadores (¿?) progresistas tanto de “izquierda” como de “derecha”, vivos y difuntos.

Hoy “thc” es una paqueta revista, con papel ilustración, con fotos en colores, con mucho dinero que le viene de distintas instituciones relacionadas con el “progre” oficialista, ONG e instituciones internacionales.

Sus editores, directores y staff permanente son, entre otros, Sebastián Basalo, Alejandro A. Sierra, Emilio Ruchansky, Tomás Eliashev, el abogado Luis Osler, etc. Es propiedad de “Siete Puntas SA”. La dirección postal es CC 12, sucursal Almagro, CABA, su sitio Web es http://www.revistathc.com/ y en Facebook es http://www.facebook.com/revistaTHC y el TE es 4844-5132.

Tiene artículos, entre otros; como “El noble arte del autocultivo”, “Dónde conseguir la semilla”, “Cómo difundir el autocultivo”, “Qué hacer si te allana la cana”, “Cómo cultivarla en hidroponía”, “La Iglesia metió la cola” un artículo en el que difaman y se burlan del Cardenal Bergoglio, de Mons. Jorge Lozano, del presbítero Marcelo Ramljak, del coordinador episcopal Horacio Reyser, etc.

Descalifican también a Eduardo Feinmann, Alfredo Olmedo, Chiche Duhalde, Eugenio Burzaco, Eduardo Kalina, Wilbur Grimson, Daniel Scioli, José Granero, Claudio Izaguirre y todos cuantos tienen una posición antipermisiva y abstencionista.

Hacen reportajes y publican artículos favorables a su posición, del juez Zaffaroni, la fiscal Mónica Cuñarro, la psicóloga Eva Giberti, el diputado del GEN Fabián Peralta, el Presidente de la Comisión de Legislación Penal Juan Carlos Vega (CC), la Presidenta de las Abuelas de Plaza de Mayo Estela de Carlotto, “una mujer con la que se puede hablar libremente de represión policial, drogas, matrimonio igualitario y derecho al aborto”; Adolfo Pérez Esquivel, Moria Casán, Norman Brisky, Lucas Livchits, Aníbal Fernández, Martín Armada, Leo Oliva, Pablo C. Chacón los proyectos de despenalizaión de Victoria Donda, Cecilia Merchán, y los del FVP, UCR, GEN y Partido Socialista, asociaciones y ONG vinculadas con el INADI, las Madres de Plaza de Mayo, la Comisión Provincial por la Memoria, y otras ONG argentinas, extranjeras e internacionales vinculadas con los “derechos humanos”, como ya se dijo. Y que son las que ponen el dinero en “thc”.

Pero “van por más” y “nunca menos”, según el slogan oficial. La marihuana es la primera droga de iniciación que despenalizarán; después vendrá la cocaína y otras drogas de origen vegetal, como la mescalina y elpeyote; más tarde las de origen sintético como el LSD, éxtasis, anfetaminas, anfepramonas, metanfetaminas, metilendioximetanfetamina o MDMA, fenclidina o PCP, nitritos volátiles o “poppers”, etc.

Si a este consumo se añade la mezcla simultánea de bebidas con alcohol (“jarra loca”), el resultado sobre la salud moral, física y síquica de los consumidores será un resultado violento y dañino para sí y para la sociedad honesta, fraterna y pacífica que queremos y defendemos.

Como si fuera poco, desde hace unos años, los botánicos vienen mejorando la genética de las plantas productoras de estupefacientes, para obtener mejor rinde por plantación.

Así que fumar un porro hoy no tiene el mismo contenido de thc que hace años atrás, lo mismo que las plantas de coca, peyote, mezcal, etc.

El contenido de sustancias sicoactivas ha aumentado y es por lo tanto más adictivo y peligroso.

De modo tal que los jueces y fiscales no sólo deberían pesar el gramaje que lleva una persona, sino hacer el análisis de la cantidad de sustancias sicoactivas que tiene ese gramo de marihuana que le permiten tener.

Con el fallo “Arriola” la CSJN sentó jurisprudencia tendiente a despenalizar la cantidad mínima en gramaje de estupefacientes obtenidos para ser consumidos en un lugar privado. Pero, ahora resulta que no sólo interesa el gramaje, sino la calidad del mismo y el mayor contenido de sustancias sicoactivas.

De hecho la ley 23.737 ha sido prácticamente derogada por las sucesivas interpretaciones permisivas y facilistas de fiscales, jueces, cámaras penales y la CSJN.

Al amparo de esta actitud judicial, garantista y absolutoria, hace varios años que están trabajando en el país, sicarios mediantes, carteles mexicanos y colombianos que lavan activos millonarios.

Algunos colombianos vienen a la Argentina diciendo que eran de las FARC y que no se quieren entregar al gobierno de Colombia, por lo que se les da un status de refugiados políticos y se le entregan documentos argentinos.

También las “Zetas” y las “Maras” de Centroamérica y la mafia de Europa del Este ya han metido sus narices en nuestro país.

Pero estos delincuentes extranjeros, aliados con los narcos argentinos y con la complicidad y “vista gorda” de funcionarios argentinos, no se dedican sólo al narcotráfico. Van por más, como la trata de personas, los crímenes por encargo, la prostitución barata y la VIP, el tráfico de armas de todo calibre, el contrabando de metales preciosos, obras de arte y cualquier cosa que les deje mucho dinero, también, el espionaje, el chantaje y la extorsión, etc.

La mafia china, por ahora se encarga de cobrar “peaje” a sus connacionales, pero sus próximos pasos son más ambiciosos y peligrosos.

Según la ONU, la Comisión Global de Políticas sobre Drogas, que encabeza el ex presidente de Brasil, el permisivo Fernando H. Cardoso y el Foro de Diálogo, más las estadísticas argentinas, en nuestro país, como mínimo, entre el 15% y el 20 % de la población mayor de catorce años consume habitualmente marihuana, lo que nos coloca en el principal país consumidor sudamericano. Y hay más de 1.000.000 de personas que consumen cocaína, crack y anfetaminas habitualmente. Además, se usa mucho paco y solventes volátiles entre los pobres.

El consumo de opio y morfina, por ahora, se mantiene bajo.

La marihuana es una droga de inicio, luego vienen las otras que son más caras.

Lo que no dicen los libertarios de las drogas, es que el usuario es a la vez comprador y revendedor y que no puede romper esta cadena. Si no vende a su vez, no puede comprar. Los “dealers” defienden su negocio que es una cadena. Algunos para poder comprar delinquen, roban, matan, se prostituyen, delatan, contrabandean, etc.

Detrás de la despenalización, primero y la legalización después hay importantes intereses económicos, los NARCODÓLARES.

Hay muchos personajes de la política que no lo ocultan como Chávez y Morales; las FARC, la ETA, las distintas mafias propias de cada país; los financistas que se ocupan del lavado de dinero, la corrupción, el crimen organizado, el sicariato mexicano, colombiano y centroamericano, como ya se dijo, que actúan en Argentina desde varios años, aunque se lo quiera tapar y no investigar. El ideologizado rechazo gubernamental de ayuda a las FFSS y policiales en armas, comunicaciones, entrenamientos e inteligencia extranjera, no sólo de la DEA sino de países europeos. En el tema de cooperación internacional Argentina no es confiable.

No faltan intocables personajes del pensamiento, de la cultura y del arte, algunos ya fallecidos pero que roturaron el terreno. Ya se mencionó a Cardoso y siguen miles como la generación de los hippies, la del ’68, el pacifismo, Gabriel García Márquez, Lula, Dilma Rousseff, Rodríguez Zapatero, Alan Guttmacher, Jessie Smith Noyes, Paul Ehrlich, Saramago, Vargas Llosa, Kinsey, Monod, Lacan, Freud, Marcuse, Neruda, Sartre, Jung, Brecht, Gide, Joyce, Moravia, Isabel Allende, Strauss, W. Reich, y muchos otros “maîtres á penser” nativos y extranjeros.

Hoy es incorrectamente político ser “narcofóbico”, es decir pretender defender a nuestros hijos de tamaña patología, de defender el orden social y la paz interior y de pedir a las autoridades el fin del garantismo, del facilismo y del permisivismo moral, no sólo con la droga, sino con el impudor, la pornografía, la violencia cotidiana, el alcoholismo, la cultura de la mediocridad, etc.

Además de las proclamas libertarias por los estupefacientes, la revista “thc” se suma a la defensa del matrimonio igualitario, al orgullo gay, a la sexolatría y a todo tipo de hedonismo, al control de la natalidad, al aborto libre y gratuito, al feminismo radical, a la perspectiva de género, a la increencia y al laicismo militante, al ecologismo pagano y a otros tópicos del que participan junto con otras personas y organizaciones que se creen dueñas de un mesianismo liberador y agresivo.

Podríamos decir que “Dios los cría y ellos se juntan”.

Todos estos tienen un común denominador que es el neo liberalismo cultural a ultranza (aunque renieguen de su mellizo el neo liberalismo económico), viven el individualismo insolidario, el materialismo, la provocación y la transgresión, el abuso del derecho a la libertad de conciencia y de prensa, el hedonismo antinatalista, el aborto y la eutanasia, etc.

Exigen la supresión del derecho a la libertad responsable, del derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos, el desconocimiento y negación de la naturaleza humana y la verdad sobre el hombre, al oscurecimiento de las verdades y creencias fundantes de la Patria y su historia, creando un invierno ético sin vínculos históricos y con un carrusel de antivalores entremezclados entre sí, en busca del utópico y prometeico “HOMBRE NUEVO”.

Estas ideologías enfermizas pretenden la no intromisión del Estado en sus ideas transgresoras, aunque después la soliciten para otros en materia de libertad de enseñanza y de monopolio escolar. Son partidarios de que el Estado subsidie la anticoncepción, el aborto, la eutanasia y las drogas. Pero que no subsidie a las familias que quieren enviar a sus hijos a escuelas acordes a sus creencias, ni a las familias con muchos hijos.

Quieren que el Estado no se meta con la blasfemia y la pornografía en el “arte” (León Ferrari, por ejemplo) y con los espectáculos y publicaciones mas “hot”; pero que sí se meta en las sábanas de los padres dictándoles cuántos hijos deben tener.

Estos libertarios, autoritarios, avasalladores e iconoclastas, piden un Estado laico en materia de ética, pero ¿se puede ser neutral acerca de los valores y virtudes cuándo se reclama un “derecho”, como el derecho al aborto, a la droga, a la eutanasia, etc.?

En síntesis, “thc” y sus compañeros de ruta promueven una antropología de la miseria, de la carencia y de la indigencia ética, que no libera al hombre, lo neurotiza, lo hace un esclavo irresponsable y autómata de los instintos, sin libre albedrío y sin trascendencia, inmerso en un “vacío existencial” al decir de Viktor Frankl.

Es curioso que en la provincia de Santa Cruz, con unos 100.000 habitantes; sea en proporción la que consuma más estupefacientes y tenga, proporcionalmente, la mayor cantidad de suicidios en niños, adolescentes y jóvenes.

Con las reformas de los Código Civil y Penal, más los fallos de los jueces abolicionistas y garantistas, la producción y la exportación de estupefacientes serán legales, aunque no morales.

Y nuestra querida Argentina derrapará, aún más, en el estiércol moral.

¡Gramsci, cuánta razón tenías!!!

Dr. Luis Aldo Ravaioli
Médico Legista
Especializado en Bioética y Bioderecho

Informador Público, 2-5-12