DON BOSCO

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"BUENOS CRISTIANOS Y HONRADOS CIUDADANOS"

Deuda pública en Córdoba





Un escorpión costoso


Ricardo Fonseca
(Legislador del FCyS, vicepresidente primero de la Legislatura Unicameral)0

La deuda pública de la Provincia de Córdoba –de la administración general, de las agencias en el corto y largo plazo y la flotante– ha crecido en forma exponencial en 2011 respecto de 2010.
Este antecedente desmitifica el discurso oficial sobre la seriedad de las finanzas públicas. Es correcto que el Gobierno nacional adeuda cerca de dos mil millones por el acuerdo de la Caja de Jubilaciones y la obra pública financiada con recursos propios. Pero el núcleo central del problema es el manejo discrecional y abusivo del gasto público.

Este fuerte aumento pone números a una crítica situación financiera que muestran hoy las cuentas, reflejada desde principio de año en los múltiples reclamos de proveedores de bienes y servicios y de contratistas para que se les regularicen sus abultadas acreencias.
Ha sido una costumbre de este Gobierno subestimar y ocultar sus obligaciones y pasivos, escudados en el rótulo de “administración central”, obviando hablar de “deuda pública”, ya sea en sus cálculos de la deuda financiera total o como la deuda flotante, al no incluir, por ejemplo, las de otros organismos, como las agencias.

El Estado provincial admite la deuda en pesos y dólares y la de una sola agencia: la Agencia Córdoba de Inversión y Financiamiento (Acif). Recordemos que los gastos operativos y pagos de las deudas de estas agencias son financiadas con recursos del Tesoro provincial. Un dato: la Acif erogó en los últimos siete años en consultorías– cuyos nombres y fines nunca han sido aclarados– más de mil millones de pesos.
Consideradas las obligaciones de estos entes, reflejadas en sus estados contables, las cifras son bastantes diferentes de las publicadas en las cuentas de inversión, que informan sólo una parte de este deuda.

Deuda flotante. La llamada deuda flotante de la administración general por finalidad (incluye Gobernación, ministerios y poderes Legislativo y Judicial), más los compromisos de las agencias Córdoba Deportes, Turismo y Acif, asciende a 4.157.900 pesos.
Rescato una frase premonitoria de Salvador Treber, publicada en febrero último: “Las características propias del cuarto trimestre y la actualización que deberá hacer de la ejecución de los rubros, (...), hacen presumir que puede incrementarse (la deuda flotante) al cierre del ejercicio hasta superar los 3.800 millones”.
Su composición confirma aquella sentencia del economista: 2.249,8 millones de pesos de gastos por finalidad, donde esconden otros 600,6 millones producto de reasignaciones (resoluciones del Ministerio de Finanzas números 388 y 505/11) y gastos no declarados; 638,3 de “otros pasivos”, cifra que el Gobierno discute pero que no depura ni aun en los pedidos de informes, consignados en la “situación del Tesoro”; 141,3 millones del “balance financiero preventivo”, entre aplicaciones financieras y fuentes financieras brutas y deudas de la Acif, agencias Córdoba Deportes y Turismo.
Por las atribuciones que se le han provisto al Ministro de Finanzas de la Provincia, se han readecuado partidas presupuestadas, comprometidas y ordenadas a pagar por 1.395.400 pesos, citadas en las resoluciones precedentes.
En tanto, la Acif registró un aumento de la deuda flotante de 473,9 por ciento, contraída principalmente con empresas contratistas de obra pública. Son pasivos que no se ven reflejados en las cuentas de inversión, al igual que varios de los organismos descentralizados.

Otro interrogante es qué hacen en la cuenta de inversión los entes autárquicos y por qué algunos de ellos, como el Banco de Córdoba, no han sido enviados en el conjunto de la documentación.
Deuda pública. En este rubro aparece el compromiso total que asume la Provincia hacia el futuro. Para el Gobierno, “deuda” es la suma de la “central” más la de la Acif. No obstante, no pueden pasar inadvertidos los 14 organismos descentralizados, de los cuales cinco no han presentado cuadros patrimoniales.
Más allá de las derivaciones que imponen los acuerdos de financiación con la Nación, la suma total de la deuda pública es de 21.260.600 de pesos. 

Su integración: 11.099.400 declarados por el Ejecutivo, la inalterable deuda con el Banco de Córdoba de 740 millones, las agencias, la Empresa Provincial de Energía (Epec) y demás organismos, por un total de 5.122.000, y la deuda flotante de 4.157.900 pesos.
Agrego, en un repaso de lo ocurrido desde 2003 y al cierre de esta cuenta de inversión, que entre lo presupuestado y lo efectivamente recaudado, la Provincia tuvo en este período un ingreso extra de 10.823.000 pesos. Al mismo tiempo, la deuda que recibió José Manuel de la Sota de manos de Ramón Mestre era de 3.089 millones de pesos y la actual, como dijimos, supera los 21 mil millones.
En concreto, otros 18 mil millones se suman a la cifra de la recaudación extra. Cifras que abruman por la magnitud y por su destino. Sería interesante que alguien del Gobierno explicara a los cordobeses adónde fueron a parar más de 28 mil millones de pesos en los últimos nueve años.

Causas. No sorprende el gran crecimiento de la deuda flotante y de la pública. Hubo varios acontecimientos que desequilibraron la ecuación financiera del Gobierno, como se vio reflejado en el retraso de los pagos, en particular a contratistas y proveedores.Ellos son los que asumieron las mayores consecuencias por la falta de pagos. Una de las causas es el atraso de los fondos nacionales, pero no alcanza como excusa para evitar responder sobre el descalabro financiero al que Unión por Córdoba llevó a la Provincia.
El déficit de la Caja de Jubilaciones crece por la política de jubilaciones anticipadas que promovió De la Sota. La ambición electoral escandalizó con la descabellada obra pública en desmedro de necesidades vitales en otros sectores.
La capitalización del Banco de la Provincia, luego de que el Banco Central aprobara su plan de encuadramiento, determinó destinar 100 millones de pesos no previstos.
Todo lo expuesto, más la decisión política de afrontar los mayores gastos con ingresos crecientes pero limitados, acumula la deuda flotante y pública citada. El sentido es demostrar con cifras oficiales la falsedad de datos sobre la deuda flotante que provee el Ejecutivo.

Lo mismo sucede con el blanqueo de la deuda pública que hemos denunciado desde 2003 como subestimada. Por eso hemos propuesto un proyecto de ley para la creación de una Comisión de Investigación de la Deuda Pública de la Provincia de Córdoba, con el objetivo de dar a conocer el monto total que ésta adeuda por todo concepto, sin exclusiones de pasivos internos y externos en todas las áreas de la administración provincial.
Estos volúmenes de deuda tienen a la impunidad y a la colaboración de alguna justicia como cómplice. En Inglaterra, se solía decir que “el Estado es la única organización que puede gastar más de lo que tiene sin ir preso”. La fábula de Esopo del escorpión y la rana representa la moraleja entre la confianza y la traición. Córdoba no ha llegado a la otra orilla por casualidad sino por la causalidad de la falacia y el engaño.

La Voz del Interior, 8-5-12