DON BOSCO

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Alusiones a Malvinas




Al reasumir su cargo, la Presidente argentina se refirió en discurso a la controversia con el Reino Unido por las Islas Malvinas. Lamentablemente, aprovechó la ocasión para reiterar su crítica a la decisión de ir a la guerra en 1982, y acentuar sus diferencias con las fuerzas armadas: “Fue la decisión de una Junta desesperada, no del pueblo argentino”, remarcó.

“Esta vuelta a colocar la cuestión de Malvinas sobre la mesa no es reivindicar hechos de la dictadura. Acá querían tapar la tragedia de 30 mil desparecidos y una economía devastada”, dijo antes de anunciar que encomendará a Timerman y al ministro de Defensa, Arturo Puricelli, la creación de una comisión “para que proceda a la apertura del Informe Rattenbach”. (Clarín, 26-1-12)

Es más positivo, mencionar hechos concretos sobre el conflicto como lo hace el artículo que se reproduce:


Las huellas de Illia, en Malvinas

Por Juan Pedro Tunessi DIPUTADO DE LA NACIÓN (UCR)

Hace pocos días se conmemoró un nuevo aniversario del fallecimiento del presidente Illia, en el contexto de un recrudecimiento de las tensiones entre la Argentina y el Reino Unido en torno a nuestra permanente e irrenunciable demanda soberana sobre las Islas Malvinas.

La circunstancia es propicia para recordar la vigencia de la Resolución 2065/65 de la Asamblea General de Naciones Unidas, aquel hecho trascendental para el reclamo de nuestros derechos soberanos en los archipiélagos australes, producto de la eficaz tarea diplomática de ese gran presidente argentino y su canciller Miguel Angel Zavala Ortiz. Con instrucciones del presidente y su canciller Miguel Angel Zabala Ortiz, el representante argentino ante la ONU, José María Ruda, orientó la estrategia diplomática, con el fin de: Obtener el restablecimiento de la unidad territorial de Argentina, mediante el reconocimiento de los derechos soberanos sobre las Islas Malvinas.

Oponerse a todo intento que por vía de la autodeterminación de los colonos se propusiera una independencia o cualquier otra solución que convalidara el despojo.

Se lograron los objetivos, ya que el Comité Especial de Descolonización concluyó que “la declaración sobre la concesión de la independencia a los países y pueblos coloniales” era aplicable al caso Malvinas y la Asamblea General dictó la Resolución 2065, por la cual la comunidad internacional considera la presencia británica como una forma de colonialismo , reconoce la existencia de una disputa soberana entre Argentina y el Reino Unido como únicas partes y las invita a negociar, teniendo en cuenta el interés de la población de las Islas.

Al hablar de “interés de la población” y no “deseo”, quedó claro que no rige “el derecho de autodeterminación” , lo que hubiera implicado convalidar el acto ilegítimo de 1833 y aceptar que la potencia colonizadora pudiese decidir sobre la suerte del territorio que usurpó.

El conflicto bélico no cambió las cosas. La Asamblea en 1982 volvió a instar a las partes a reanudar tratativas que contemplen la soberanía y lo propio hizo en 1985.

Clarín, 26-1-12