DON BOSCO

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"BUENOS CRISTIANOS Y HONRADOS CIUDADANOS"

Quiénes usan agua, y cuánto



Por Martín Carott
iBlog de Martín Carotti


“Para producir un kilo de cualquiera de sus productos, Nestlé usa cerca de 3 litros de agua... los agricultores que le proveen la materia prima emplean unos 3.000 litros por kilo de insumo” (Las empresas más sustentables – Revista Gestión - V16, mayo-junio 2011).

Los “defensores del agua” nos dicen que la minería usa mucha agua, hablan de millones de litros por día. Según ellos, la minería es la industria que más agua consume, y ahora nos venimos a enterar que en realidad usa poca, muy poca, si lo comparamos con otros grandes consumidores.


La Huella hídrica

En 1993, el investigador John Anthony Allan, del King's College de Londres, desarrolló el concepto de "Agua Virtual", para definir el volumen de agua necesaria para elaborar un producto o para facilitar un servicio. En el año 2002, Arjen Hoekstra acuñó el término de "huella hídrica" para obtener un indicador que relacionara el agua con el consumo de la población. La huella hídrica de un individuo, comunidad o producto, es el volumen total de agua dulce que se utiliza para producir los bienes y servicios consumidos por el individuo o comunidad así como para la obtención de una unidad de producto.

Algunos ejemplos mundiales

La huella hídrica de los países depende mayormente del nivel de consumo de su población:
La huella hídrica de China es alrededor de 700 metros cúbicos por año por habitante. Cerca del 7% de la huella hídrica de China proviene del exterior.
Japón tiene una huella hídrica total de 1.150 metros cúbicos por año por persona, alrededor del 65% de esta huella proviene de exterior del país.
La huella hídrica de la población española es 2.325 metros cúbicos por año por persona. Alrededor del 36% de esta huella hídrica se origina fuera de España.
La huella hídrica de EEUU es 2.500 metros cúbicos al año por persona.

La opinión de la ciencia

El científico británico John Anthony Allan, ganador del Stokholm Water Prize -considerado el "Premio Nobel del agua"-, explica que el consumo de una sociedad como la española equivale a más de 6.000 litros de agua por ciudadano y día, el triple de un ciudadano chino.

Teniendo en cuenta que el agua que empleamos para beber o lavarnos supone sólo el 10 % de la que usamos, el resto es la suma del agua que requiere producir los bienes y alimentos que usamos (el 90 % del consumo), y que se cuantifica a través de su teoría del “agua virtual”.

Allan atribuye el 90% del consumo a la agricultura, y afirma: Los agricultores "se creen los dueños del agua y consideran que deben usar toda la que quieran de ríos y acuíferos y, además, gratis porque ellos son los que nos alimentan con sus productos a todos los que vivimos en las ciudades... ".

El científico opina que los agricultores, por ser los "grandes consumidores", deben ser también "la solución" al problema del agua: "Hasta que no sean conscientes de su valor, de que es vital para el medio ambiente y la vida, y no pueden usarla sin límites, no habrá nada que hacer".

Agricultura y ganadería, con la mayor “huella hídrica”
Mucho más interesante que la de los países, es la huella hídrica de los productos: la producción de un kilo de ternera requiere 16.000 litros de agua, mientras que para producir una taza de café se necesitan 140 litros de agua, o una copa de vino (125 ml), unos 120 litros; es decir, 720 litros por el vino contenido en una botella de ¾.

La “huella hídrica” de la minería
En los cálculos de huella hídrica, los minerales y metales no figuran, parece que nadie se ha tomado el trabajo de estimar la huella de los productos de la explotación minera. Puede ser que se hayan olvidado, o quizá porque en realidad comprometen muy poco recurso hídrico en comparación con los productos del campo.

Podemos hacer una aproximación a partir de ejemplos, donde no sólo consideramos el agua usada en la producción, sino también la de uso sanitario y en el mantenimiento de los campamentos:
San Jorge (cobre–oro – Mendoza): emplea inicialmente 30.000 litros por tonelada de concentrado de cobre, bajando a 20.000 cuando funcione en régimen el circuito de recuperación, menos de 20 litros por kg, en un concentrado que también contiene oro.

Cerro Vanguardia (oro – Santa Cruz): con 5500 litros por onza de oro, unos 177 litros por gramo de Au.

Pero eso es sólo lo utilizado en la producción, ya que no tiene en cuenta la huella hídrica de las obras, maquinaria, equipo y bienes de consumo comprometidos en la operación. Los insumos, y la amortización de infraestructura, tampoco tienen estimaciones de huella hídrica, en tal caso podemos suponer, siendo muy generosos, que los consumibles y el componente de infraestructura aumenta en un 30% los valores calculados. Eso nos llevaría a un estimado de 26 litros de agua por kg de concentrado de cobre y 230 litros por gramo de oro.

Comparemos vino con oro y cobre
Nos han dicho que el oro es suntuario, a pesar de sus usos industriales, podríamos considerar que el empleo en joyería y reserva de valor es superfluo, lo que al menos la mayoría de la humanidad no comparte, pues lo sigue demandando. Lo que el mundo también sigue demandando es vino, producto totalmente suntuario, sin uso industrial ni esencial alguno, del que personalmente no me agradaría prescindir.

ORO: Para obtener el vino de una botella de ¾ se usan 720 litros de agua, para un gramo de oro, 230 litros. Se requiere tres veces más agua para producir el vino de una botella, que 1gramo de oro.
En cuanto a rendimiento económico del agua empleada, el valor de 1 gramo de oro es de U$ 49 (con 230 litros de agua), mientras que para el vino de una botella, lo podemos estimar en un valor promedio (generoso, un muy buen vino) de U$ 5 (con 720 litros de agua). Si calculamos el rendimiento económico, produciendo oro: U$ 21,3 por cada 100 litros de agua, mientras que con el vino: U$0,70 por cada 100 litros. Con 100 litros de agua se produce 30 veces más valor haciendo oro que vino.

COBRE: En el caso del cobre, al que nadie puede considerar suntuario, con 26 litros producimos 1kg de concentrado, con un valor de U$ 2,35. Se necesitan 27,7 veces más agua para producir ¾ litros de vino, que 1 kg de concentrado de cobre. Con 100 litros de agua se producen U$ 9 – 12,8 veces más valor produciendo concentrado de cobre, que un vino caro.

Espero que estos cálculos no sean utilizados por los “defensores del agua” y se les ocurra prohibir la producción de vino, al generar poco valor en función del agua utilizada.

AGUA Y MINERÍA,... Saben de lo que hablan?

Insisten con el consumo de agua por la minería, sin tener en cuenta que los productos mineros no tienen agua en su composición, y que en su producción se compromete tan poca agua, que ni siquiera se ha calculado su “huella hídrica”.

Para elaborar el vino de una botella, se utiliza 3 veces más agua que para 1 gramo de oro, y para una unidad dada de volumen de agua empleada, se genera 30 veces más valor produciendo oro que vino, y del bueno.

El 90% del consumo de agua lo ocasiona la agricultura, quedando toda la industria con mucho menos del 10%, siendo la minería sólo un componente menor de la actividad industrial.

Y siguen insistiendo con el agua y la minería, nos mienten o son sólo ignorantes?



Fuente: Mitos y Fraudes