DON BOSCO

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"BUENOS CRISTIANOS Y HONRADOS CIUDADANOS"

El hambre y la injusta distribución de la riqueza



La revista Forbes publicó la semana pasada la lista de los más ricos de Estados Unidos, la que sigue siendo encabezada por Bill Gates, con una fortuna calculada en 54 mil millones de dólares. Warren Buffett, que tiene una empresa de inversiones, es el segundo, con unos 45 mil millones de dólares. Le siguen el fundador de Oracle, con unos 27 mil millones, y la viuda que se quedó con la fortuna de Wal Mart, que tiene en los bancos o debajo del colchón unos 24 mil millones. El quinto es Charles Koch, un empresario que tiene unos 21.500 millones de verdes.

Sólo entre esos cinco superan los 172 mil millones de dólares, lo que representa dos veces y media el presupuesto anual del Gobierno nacional argentino, de unos 68.500 millones de dólares.

También la semana pasada, la ONU discutía si se podía llegar o no a las metas del milenio, entre las cuales sobresale la necesidad de que haya menos pobreza y hambre en el mundo. Allí se anunció que se destinarán 40 mil millones de dólares para combatir el hambre del mundo. Las dos personas más ricas de Estados Unidos, como se ve, tienen más que eso. Si cualquiera de los dos decidiera atender por su cuenta el tema del hambre, les quedaría aún una fortuna de miles de millones.

Bill Gates realizaría el aporte y seguiría con 14 mil millones de dólares, lo que le permitiría mantenerse en el top ten de los ricos de su país.

El sociólogo Jean Ziegler advierte: “Vivimos en un orden caníbal del mundo: cada cinco segundos muere un niño menor de 6 años, y más de mil millones (casi una sexta parte de la humanidad) sufre malnutrición permanente. Mientras tanto, las 500 mayores multinacionales controlan el 53 por ciento del producto bruto mundial”.

En la misma reunión de la ONU, el presidente de Bolivia, Evo Morales, resumió la situación: “Es urgente acabar con la injusta distribución de la riqueza”.

Está claro, el error es que siempre se trata de solucionar el hambre y la pobreza, cuando el problema es la estéril acumulación de riquezas que sólo sirve para figurar en un ranking .

La Voz del Interior, 29-9-10